Animitas y murales, un retrato de violencia y devoción popular
INVESTIGACIÓN. Académicos de la Universidad de Antofagasta catastraron las ermitas de la ciudad y determinaron que las dedicadas a las mujeres son por casos de homicidios y en los hombres por accidentes.
Tal vez la animita más popular de Antofagasta corresponde a la de Evaristo Montt, trabajador del FCAB que murió en un accidente ferroviario en 1924.
La segunda corresponde a la de una mujer cuyo crimen, acaecido hace más de 30 años, aún no es resuelto. El homicidio ocurrió en 1983 y cobró la vida de Juana Guajardo (ver recuadro), siendo el sitio del hallazgo de su cuerpo ampliamente venerado hasta hoy.
Estos dos hitos reflejan una de las conclusiones de un estudio realizado por académicos de la Universidad de Antofagasta (UA), quienes desde el 2015 se dedicaron a analizar las historias de más de cien animitas ubicadas dentro de la comuna.
Que la mayoría de estas manifestaciones de fervor concernientes a las mujeres sean homicidios y que en el caso de los hombres sean por accidentes en general, es uno de los tópicos que llama más la atención de este trabajo publicado a principios de septiembre de este año.
Equipo
"Animitas, palimpsesto cultural y espacio en disputa" es el estudio realizado por un equipo multidisciplinario de la Facultad de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades de la UA, liderado por la sicóloga Leyla Méndez.
Con respecto a las animitas de mujeres, el libro consta que "se erigen en la ciudad con características diferenciales en relación a las de accidentes y que han ido mutando sus formas a través del tiempo (...) conservando una intencionalidad común, la memorización de un suceso trágico y arbitrario, bajo la movilización colectiva, solidaridad y denuncia".
Asimismo la coautora del texto, la investigadora Evelyn Hirsch Martínez, explicó que durante el tiempo que se realizó este estudio se fueron dando cuenta de este particular patrón.
"No investigamos en detalle los casos de femicidios, pero descubrimos murales y erminitas que buscan tener presente el hecho de un reclamo contra la violencia hacia las mujeres. Esto surgió en medio del trabajo que realizamos, pero no se hizo en particular un capítulo de mayor profundización, porque eso nos da para un segundo trabajo", aseguró Hirsch.
Casos
Esta mención no está alejada de anteriores investigaciones que fueron realizadas a nivel nacional y que tratan de comprender el fenómeno de estas pequeñas capillas populares.
De hecho, el libro "L'Animita" (1993) del investigador floclórico Oreste Plath, quien viajó por todo el país para registrar estos santuarios, mencionó en su paso por Antofagasta que junto a la animita de Evaristo Montt, las otras dos más populares corresponden a mujeres.
Estas mujeres -en relación a Juana Guajardo y Elvirita Guillén- son casos de crímenes premeditados. "Elvira Guillén fue violada y posteriormente se suicida y Juana fue asesinada y fondeada", relata la investigación.
Además, el trabajo de los académicos también releva el hecho de los cambios que han tenido estos pequeños espacios de devoción, que pasaron de ser pequeñas "casitas" con una vela en su interior, a modernos y trabajados murales con la imagen de la víctima.
Redes sociales
También destacan otra modalidad de "animita virtual", que está relacionada netamente con las redes sociales.
Es el caso que ocurre con el femicidio de Lorena Carrasco ( 3 de abril 2017), quien fue asesinada por su pareja al interior de una propiedad particular en pleno centro de Antofagasta.
"Justicia para Lorena" es el nombre de una página de Facebook creada por los mismos familiares de la víctima.
"Queremos que las personas no olviden lo que pasó a Lorena. Esta página se convierte en una plataforma de divulgación y conmemoración de otros casos", dijo en la investigación la madre de Lorena, Marcela Aguilera.
34 años han transcurrido desde la muerte de Juana Guajardo, cuyo cuerpo fue hallado flotando en el mar. Aún no se sabe quién o quiénes la asesinaron, ni los motivos del crimen.
2005 ocurrió el homicidio del 'Bazar Glorita', donde una joven de 28 años junto a su sobrina, de 4 años, fueron golpeadas con un martillo hasta la muerte. Tampoco hay culpables.
3 de marzo del 2016 fue asesinada la profesora de biología, Karen Wilson Villagrán (31) a manos de su esposo. Su caso es recordado en un mural en calle San Martín con Maipú.