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La fiesta de la inclusión

"Los invito a acompañar a nuestros deportistas en la III versión de los Paralímpicos 2017 y celebremos la inclusión".
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Hace un par de días tuvimos el orgullo y la gran oportunidad y de entregar un reconocimiento a cerca de 50 estudiantes provenientes de 15 unidades educativas municipales de Antofagasta, por los logros obtenidos en competencias deportivas a nivel nacional e internacional, éxito que sin duda merecen y que nos ayuda a fomentar el deporte y la vida sana. Esto sin duda ratifica que nuestros esfuerzos están bien enfocados. Y que las oportunidades y espacios que entregamos para la práctica deportiva están dando sus frutos.

Esto también lo traspasamos de manera exitosa a nuestros usuarios de la Oficina para la Integración de Personas con Discapacidad, OID, en especial cuando estamos a punto de vivir una fiesta de la inclusión, los días 4, 5 y 6 de octubre. En el Estadio Regional Calvo y Bascuñán inauguraremos los III Juegos Paralímpicos organizados por nuestro municipio con el apoyo de privados. Aquí, 1.050 atletas de clubes deportivos y agrupaciones con diversos tipos de discapacidades desde Arica a Punta Arenas, se darán cita para demostrar que la discapacidad no tiene límites.

Este año hemos superado con creces la cantidad de participantes y delegaciones y contaremos con la participación de destacados deportistas como Natalia Ducó y Cristian Valenzuela, medallistas olímpicos y paralímpicos, respectivamente, lo que nos permite decir con orgullo que "Antofagasta es pionera en inclusión a nivel nacional".

Gracias a este trabajo, nuestra comuna ha sido reconocida por el Comité Paralímpico en Chile, conformado por medallistas mundiales, como un ejemplo deportivo a nivel nacional, eligiéndonos junto a Concepción y Coquimbo como semillero del talento deportivo en personas con discapacidad física y visual entre los 6 y 25 años de edad, demostrándonos que vamos por la senda correcta en pro de la inclusión.

La realización de esta actividad deportiva -por tercer año consecutivo- es una señal potente del gran trabajo que realiza nuestra Oficina para la Integración de Personas con Discapacidad que cada año atiende de manera especializada a 1.800 usuarios inscritos, en los ámbitos de rehabilitación kinésica, fonoaudióloga, psicológica y en terapia ocupacional, además de la realización de talleres en estimulación temprana, talleres deportivos, de psicomotricidad, talleres de baile, teatro, fotografía, habilidades sociales, y otros, con el claro objetivo de lograr una inclusión social real para las personas con discapacidad y sus familias, y por qué no decirlo: de la sociedad en su conjunto.

El camino hacia la inclusión es largo y se llega sólo a través del compromiso de todos por eso es que los invito a demostrar que somos una ciudad inclusiva y comprometida. Los invito a acompañar a nuestros deportistas en la III versión de los Paralímpicos 2017 y celebremos la inclusión.

Karen Rojo Venegas

Alcaldesa de Antofagasta

Los desafíos del próximo gobierno

"Si la centro-derecha articula un equipo humano y una estrategia, la presidencial se puede definir en primera vuelta".
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Un promisorio proyecto país, admirado en todo el mundo, está amenazado por el dogmatismo economicista de unos y el dogmatismo político de otros. Entristece el retroceso generado en el gobierno de centro izquierda, en este proceso estamos dilapidando una oportunidad histórica para salir de la pobreza y avanzar decididamente hacia el desarrollo. En general, no hay una estrategia de adaptabilidad a los cambios que representa la emergencia de la sociedad digital. ¡No funciona hacer más de lo mismo!

La gran categoría que cruza todo Chile es "crisis", percibida como estructural o sistémica, que alcanza todos los sectores que se analicen. Consecuencia de lo anterior, la variable que reclaman los chilenos es "cambio". Otro elemento categórico es el exacerbado "individualismo" que la ciudadanía reclama cambiar por solidaridad; la demanda de equilibrio entre los bienes privados y los bienes públicos. Una cuestión sustantiva lo constituye el nuevo valor de la diversidad en un Chile que reclama pluralismo.Para ello se debe romper el reduccionista carácter endogámico que muestran las dos corrientes principales, mientras los desencantados e independientes engrosan una gran columna que espera.

La banalidad, el nihilismo y el hedonismo arrasan los valores en el ámbito privado y público. Las instituciones y su institucionalidad resienten la embestida materialista, la ineficiencia y la mediocridad se instaló en el ámbito público. La ineptitud política conlleva el deterioro de las instituciones fundamentales de la República, están amenazadas las bases de una sana convivencia, se polarizan posiciones, no hay espacios para el diálogo. Las clásicas categorías políticas (derecha o izquierda) no representan nada relevante, por su minimalista visión del sentido de comunidad, la ruptura del contrato social para cautelar el bien común, el escaso sentido ciudadano y la presunta incondicionalidad con el bien privado.

En todo el espectro político el valor del mérito parece secuestrado y se observan visos de corrupción, inmediatismo pragmático y oportunismo.

La clave del éxito político para el próximo gobierno está en equilibrar la virtuosa ecuación de la gobernabilidad: crecimiento económico; equidad social y estabilidad política. El desafío consiste en constituir una auténtica economía social de mercado, con nuevos y mejores sistemas de redistribución, colaboración y sentido social. Reencontrarnos con los principios y valores republicanos, generar diálogo nacional, recomponer la confianza relacional, potenciando los elementos aglutinantes que permitan construir comunidad. Se requiere poner en equilibrio el principio de subsidiariedad, que el neoliberalismo elevó a estatus de dogma de fe, con el principio de la solidaridad que abre amplios espacios a lo social; equilibrando el rol del mercado con un Estado eficiente y eficaz. Si se asume un liderazgo habilitante que potencie el sentido de comunidad; si se convoca a los chilenos para que vivamos la fraternidad y la emoción de un destino común; si la centro-derecha articula un equipo humano y una estrategia que exprese el pluralismo que los chilenos esperan para enfrentar estos desafíos, la próxima elección presidencial se puede definir en primera vuelta.

Carlos Cantero

Geógrafo y doctor en Sociología

Reducir el uso del automóvil

La demanda no es un mero reclamo desde la poesía. Es una necesidad, pero también se requiere generar un sistema de transporte público eficiente. Antofagasta tiene buen clima y tamaño. Su conectividad sería posible de resolver con una mejor administración y el incentivo de uso a otros medios, sin embargo, sólo se promueve el uso de vehículos particulares.
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Recién la semana pasada fue celebrado el Día Mundial sin Automóvil, una fecha que poco a poco se ha ido instalando en la comunidad, conforme se logra una mayor sensibilización en el asunto medioambiental. La ciudad de Antofagasta cuenta con una cifra estimada en aproximadamente 100 mil vehículos, un margen muy por sobre el promedio del país, igual que otros ligados íntimamente con una población de alto nivel de ingresos.

Pero, lamentablemente, Antofagasta igual que el resto de las ciudades chilenas, ha tenido un desarrollo determinado por las decisiones individuales, más que a una programación desde la autoridad en cuestiones de transporte.

Esto, en realidad, ocurre en casi todos los ámbitos de nuestra vida y construcción de sociedad.

Así las cosas, no parece existir un sistema público eficiente, que desincentive el uso del automóvil u otros vehículos motorizados. Más aún, el último gran fenómeno en este ámbito son las aplicaciones como Uber, donde se replica la misma lógica individual, por sobre el interés colectivo.

Es cierto, se trata de un invento de menor costo para el usuario que los taxis, pero con el mismo efecto práctico sobre las calles, es decir, la autoridad termina siendo incapaz de regular y entender qué es lo mejor para todos, cuando se enfrenta ante el reclamo y demanda de las ventajas singulares.

En tal sentido, conmemoraciones como el Día sin Automóvil pueden terminar cayendo en cuestiones livianas, simbólicas, pero con mínimo efecto concreto, si no se está dispuesto a ofrecer un programa amplio, pensado y coherente. La respuesta concreta debe ser un servicio general óptimo, lo que exige transformaciones sustantivas y compromiso.

Antofagasta ofrece garantías enormes como su buen clima y tamaño; su conectividad sería posible de resolver con una buena administración y el incentivo de uso a otros medios.

En ningún caso la propuesta por defecto debe ser el empujar a que cada persona adquiera un automóvil. Así sólo se da respuesta a los individuos, pero eso no puede ser lo mejor para nuestra comunidad.