Reforma laboral de Macron entra en vigencia con polémica
FRANCIA. Entre las disposiciones más controvertidas de la normativa está la fijación de un mínimo y un máximo para las indemnizaciones por despedido.
La izquierda radical francesa convocó ayer a una manifestación en París en la que participaron de miles de personas en contra de la reforma laboral impulsada por el Presidente, Emmanuel Macron. La convocatoria a las movilizaciones se dieron justo en el día en que entrararon en vigencia algunas de las disposiciones, por la vía del decreto ley, de la normativa.
La marcha, que el líder de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, presentó como un desafío a Macron -al que acusa de haber dado un "golpe de Estado social" con esta reforma-, comienzó en la plaza de la Bastilla.
Mélenchon, que pretende aparecer como el verdadero jefe de la oposición al Gobierno, fue el protagonista de esta nueva jornada de manifestaciones, después de las dos organizadas por los sindicatos que se oponen a los decretos ley que flexibilizan el mercado laboral.
La última de ellas, el pasado jueves, dio signos de que el movimiento se estaba desinflando, ya que la Confederación General del Trabajo (CGT), de Philippe Martínez, y sus aliados sacaron a la calle, según la policía, a 132.000 manifestantes ("varios cientos de miles", de acuerdo con los convocantes).
Cifras sustancialmente inferiores a los 223.000 de la primera jornada de huelgas del pasado día 12, cuando los sindicatos organizadores hablaron de 500.000.
decretos
Los cinco decretos ley que firmó ayer Macron se publicaron en el Diario Oficial, lo que hace que muchas de sus disposiciones sean inmediatamente aplicables.
Entre esas están algunas de las más polémicas, como la fijación de un mínimo y, sobre todo, un máximo en las indemnizaciones por despido improcedente, que ponen fin a la incertidumbre que tenían las empresas, ya que los jueces podían hasta ahora fijar el monto con libertad.
Pese a su entrada en vigencia, para que tengan carácter pleno de ley van a ser tramitadas por el Parlamento a partir del 20 de noviembre.
El Presidente francés defendió este dispositivo con el argumento de que constituye "una transformación inédita de nuestro sistema social" que "dará más oportunidades", en particular a los jóvenes y a las personas con baja cualificación, y permitirá a las empresas "adaptarse de forma rápida" a las condiciones de su actividad.
Sus objetivos declarados son -en palabras del Gobierno- atraer inversores, luchar contra el desempleo masivo y modificar las reglas laborales que "protegen muy bien" a quienes tienen un contrato estable "a costa de la exclusión completa de los demás", jóvenes y con poca cualificación.
decretos de ley firmó el Presidente de Francia Emmanuel Macron, lo que derivó en manifestaciones en contra. 5