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Berríos tras mediación por comuneros: "El fiscal nacional debe decir algo"

CASO. El sacerdote viajó a La Araucanía a reunirse con los cuatro detenidos mapuche en huelga de hambre y afirmó que el Ministerio Público "tiene una gran responsabilidad".
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Consuelo Ferrer

Llegó a Temuco el lunes 18 y ya está de vuelta en Antofagasta. El sacerdote jesuita Felipe Berríos emprendió un viaje rápido al sur, luego de que el Colegio Médico solicitara su intermediación en el caso de los cuatro comuneros mapuche que llevan más de cien días en huelga de hambre, mientras cumplen prisión preventiva por el delito de incendio terrorista de un templo evangélico.

"Estuve con ellos y hablamos largo. Ellos se sienten abandonados, creen que es injusta su detención (...) y ya llevan un año y tres meses en prisión preventiva. Ellos piensan hacer una huelga de hambre hasta morir", dice Berríos en conversación con Emol.

El sacerdote cuenta que los doctores del Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico que lo acompañaron le explicaron que los comuneros han perdido más de veinte kilos de manera brusca. "Todos preguntan cuánto tiempo más pueden aguantar, pero es muy difícil saber eso, porque puede venir una descompensación con ese cambio tan brusco que podría ser fatal", afirma.

Berríos tuvo la oportunidad de reunirse con las madres y hermanos de los acusados, y dice que los vio "desesperanzados". También se reunió con Ricardo Chancerel, el intendente subrogante de La Araucanía, a quien le contó lo que había visto y le pidió que "ojalá hubiera algún diálogo con ellos o con la familia".

De acuerdo a su opinión, los comuneros no se sienten abandonados solamente por el Gobierno, sino que atribuye parte de la responsabilidad del conflicto al Ministerio Público, apuntando a que "no ha hecho su tarea".

"Yo creo que los abogados defensores y fiscales que debieran investigar están más abocados al caso Luchsinger-Mackay que a este, porque no puede ser que después de un año y tres meses no formalicen ni investiguen, es demasiado", esgrime.

emplazamiento

Y Berríos emplaza directamente al fiscal nacional Jorge Abbott. "El Ministerio Público tiene una responsabilidad muy grande acá y el fiscal nacional debe decir algo. El delito no fue un atentado tremendamente sofisticado: lo que yo creo que hay ahí es una falla muy grande del ministerio, que hace que esto llegue a una situación muy complicada donde todo se puede radicalizar", afirma.

El sacerdote dice que decidió involucrarse después de leer el informe de salud de los comuneros, porque la situación le pareció "apremiante", y que pidió que ellos firmaran una carta pidiendo su intermediación y no solamente a raíz del mensaje del Colegio Médico.

"Soy un intermediario bien sui generis, porque fui pedido por otras partes, pero creo que es importante escuchar. Ellos necesitan desahogarse y exponer sus puntos de vista, y que alguien escuche a sus familias y transmita esto a las autoridades. No lo que puede entregar Gendarmería o los abogados: lo que uno vio y lo que me dijeron los médicos. Ésa ha sido mi tarea", finaliza el sacerdote.

"Yo creo que los abogados defensores y fiscales que debieran investigar están más abocados al caso Luchsinger-Mackay que a este".

Felipe Berríos,, sacerdote jesuita"

Pesar en Antofagasta por fallecimiento de Bernardo Julio

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Bernardo Julio Contreras, destacado abogado antofagastino, Ancla de Oro en 1999 y formador de varias generaciones de juristas, dejó de existir ayer. La noticia de su deceso causó hondo pesar, especialmente en la Universidad de Antofagasta en donde se desempeñó como académico y decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas. Sus restos están siendo velados en la Catedral de Antofagasta.

Bernardo Julio fue integrante de la Corte de Apelaciones de Antofagasta por 13 años ininterrumpidos.

Además, fue embajador en Ecuador entre 1990 y 1994, en la vuelta a la democracia y bajo el gobierno de Patricio Aylwin.

Sus cercanos lo recuerdan como un abogado sobresaliente, de trato amable, caballeroso y con un alto estándar ético. Destacando en la calidad de sus fallos en la Corte.

"Amaba mucho su ciudad. Era literato y destacaba en varias actividades", reseñó Carlos Bonilla, abogado del Consejo de Defensa del Estado.