Sistema regional competitivo
"Lejos de desmembrar la región, el desafío estratégico es administrarla/gobernarla como un área metropolitana". "Las autoridades de Gobierno no pueden seguir validando seudo-tradiciones que son extemporáneas a lo jurídico".
¿Quién liderará en el futuro el crecimiento y desarrollo mundial, desde el punto de vista territorial? ¿Países líderes? ¿Ciudades líderes? ¿Regiones líderes? Sin duda una pregunta cuya respuesta no es nada de sencilla. Hasta no hace mucho tiempo, eran los países las unidades político/territoriales que indiscutidamente lideraban el crecimiento y el desarrollo.
Inglaterra, Estados Unidos, Japón, Alemania, China, son ejemplos concretos de estos liderazgos en el tiempo. Sin embargo, ya existe mucha evidencia que demuestra que las administraciones de escala nacional (país) se hacen cada vez más complejas y menos competitivas y, al mismo tiempo, se va demostrando que los espacios subnacionales (metrópolis, regiones, ciudades) reúnen un conjunto de atributos que les han ido permitiendo posicionarse ventajosamente respecto a los países.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ya habla del siglo metropolitano, destacando la cada vez mayor importancia y potencial que van teniendo las grandes ciudades (más de 500.000 habitantes) en el crecimiento y desarrollo mundial.
Buscando anticipar y capitalizar los beneficios de esta tendencia estructural y, por supuesto, sobre la base de nuestra propia realidad y especificidad nacional y territorial, nuestra región debe avanzar hacia la consolidación de su definición y funcionamiento como un sistema regional competitivo, donde cada una de las ciudades/comunas operan como nodos interdependientes y sinérgicos de un solo sistema.
Lejos de desmembrar la región, el desafío estratégico es administrarla/gobernarla como un área metropolitana, teniendo como visión el desarrollo integral, competitivo y sustentable a escala global.
¿Es esto una ilusión? No tenemos por qué pensar que en el mediano plazo estaremos rankeados en la primera línea de las áreas metropolitanas más competitivas del mundo, pero si podemos inspirarnos con jugar un rol y hacer un aporte destacado a nuestro planeta transformándonos en un sistema regional competitivo impulsado por un cluster minero/energético/astronómico inteligente; el eje comercial, logístico y portuario del centro oeste sudamericano y el Asia Pacífico; el espectacular turismo de intereses especiales y de negocios; la acuicultura superespecializada.
En suma, un ejemplo del modelo de la "bendición de los recursos naturales" para un desarrollo integral, competitivo y sustentable. La Región de Antofagasta como un sistema/red de ciudades de inteligencia integrada para y desde los recursos naturales. Una macro-región/región metropolitana donde se desarrolla armónicamente el trabajo intensivo en conocimiento con la calidad de vida, todo bajo el clima templado del sol y las brisas marinas y del desierto.
A propósito del Te Deum
Chile, como ocurre en el mundo moderno, requiere reencontrase con sus tradiciones laicas y republicanas, a la luz de los tiempos que corren, donde la gran categoría que caracteriza la sociedad que emerge es el nuevo valor de la diversidad y el pluralismo. A la luz de lo ocurrido en el Te Deum realizado en la catedral evangélica en Santiago, en el que los Pastores Evangélicos hicieron lo que hacen los pastores, es decir, prédicas, oraciones y planteamientos desde la perspectiva de su fe, enfatizando las doctrinas de su iglesia, guste o disguste a los invitados.
Episodio en el que se criticó ácidamente las políticas implementadas por el Gobierno, llegando algún asistente a increpar a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet.
El Gobierno se retiró en pleno desde el Templo Catedral, sin la más mínima formalidad. La vocera expresó la molestia del gobierno, señalando que se había faltado el respeto a la Presidenta. Más allá de lo bochornoso del evento, la falta de prudencia observada por el aprovechamiento político permitido en ese acto, la pregunta que me surge es: ¿Dónde está lo equívoco en esta situación?
Claramente, a la luz de la normas constitucionales y legales, constituye un error continuar una formalidad propia de otra época. Las autoridades de Gobierno no pueden seguir validando seudo-tradiciones que son extemporáneas al ordenamiento jurídico, ni deben asistir a este tipo de actos en representación de todos los chilenos, en esta ni en ninguna otra iglesia. Si se quiere hacer un acto de oración por Chile, no puede reconocerse privilegio a unas iglesias y a otras no. Eso constituye una discriminación arbitraria. Pero, lo más arbitrario es que una religión tome en cierta fecha el monopolio o la exclusividad de una religión de Estado.
Chile es una república que reconoce la separación de la iglesia y el Estado, privilegia un enfoque laico en el que el poder temporal y el poder espiritual tienen sus propias esferas, que se distinguen en el ámbito de lo público y lo privado. La Constitución Política asegura a todas las personas, la libertad de conciencia y la manifestación de todas las creencias y el ejercicio libre de todos los cultos.
En consecuencia, es tiempo que el Congreso Nacional y también el Gobierno de Chile, analicen la pertinencia y vigencia de la señalada separación entre la iglesia, o más propiamente, las iglesias y el Estado de Chile.
Obviamente que esto rige para todas las iglesias. Primero, porque en esa actividad no representa a todos los chilenos ni se respeta adecuadamente la libertad de conciencia, particularmente a los que nada tienen que ver con esa fe o religión y, segundo, quizás lo peor, no es posible evitar la injerencia de una iglesia cuando se produce la mezcla de las cuestiones temporales (políticas) con las cuestiones espirituales (religión).
Fernando Cortez
Gerente general de la Asociación de Industriales de Antofagasta
Carlos Cantero
Geógrafo, Master y Doctor en Sociología