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Felices Fiestas Patrias

"En la gran ramada comunal, la invitación es a todas las familias disfrutar sanamente estas fiestas".
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¿Qué celebramos este 18 de septiembre? Festejamos el inicio de nuestra Independencia, el comienzo de un gobierno autónomo que se soltó de la mano dominante española y que fue capaz de organizarse como un estado emancipado. Desde 1810, cuando se constituyó la Primera Junta Nacional de Gobierno, Chile festeja con colores y orgullo el inicio de nuestra historia independentista. Aunque, no fue hasta en 1818, con la victoria de la Batalla de Maipú, cuando se revalida definitivamente nuestra soberanía.

Desde esos grandes momentos de nuestra historia, las Fiestas Patrias son celebradas con ritos y simbolismos que unen a todos los chilenos y congregan la máxima expresión de la diversidad. En los desfiles, autoridades, adultos, niños y niñas conmemoran las Glorias del Ejército, en los Te Deum gobernantes y ciudadanía dan gracias a Dios por nuestra patria, y a excepción de los últimos acontecimientos, ésta es una de las pocas ocasiones en las cuales las autoridades tienen la oportunidad de ejemplificar la tolerancia de ideologías y el respeto.

Todos los edificios, públicos y privados, flamean al viento nuestra bandera. Se decoran casas, oficinas, escuelas y cuanto espacio público se pueda con el blanco, azul y rojo de nuestros símbolos patrios. En las calles, se observan estudiantes vestidos con trajes típicos apurados con sus mamás para asistir a la fiesta costumbrista o el acto cívico de su escuela. En las salas de clases, se enseña el significado de nuestro escudo nacional y se refuerza las biografías de nuestros próceres.

En las tiendas comerciales se escucha cueca, música chilota y nortina. Se maximiza la pluralidad de expresiones en lugares comunes como las ramadas y fondas. En la gran ramada comunal, explanada del Estadio Regional, la invitación es a todas las familias disfrutar sanamente estas fiestas. Porque, aunque sean por pocos días, queremos que se contagie identidad chilena, tal como la que apreciamos en los partidos de nuestra querida selección, cuando se escucha un pulmón lleno de aire gritar ¡Viva Chile!

En estas fechas de festividad patria, se prefiere especialmente el consumo de la rica comida típica chilena y tragos hechos con la picardía chilena, pero se llama a la mesura a consumir alcohol con cuidado y preocuparnos de la vida de uno y del otro. Porque será mucho mejor disfrutar con responsabilidad y sin novedad que lamentar. Estos días son la ocasión para unirnos, dejar las diferencias de opiniones de lado, el llamado es a celebrar que todos somos chilenos, que todos tenemos orgullo de ser chilenos. ¡Felices Fiestas Patrias!

Karen Rojo Venegas

Alcaldesa de Antofagasta

Ideas para cambiar la imagen del centro

El casco céntrico es la carta de presentación de la capital regional, sin embargo, se requiere una intervención para evitar su continuo deterioro. Este sector ha sido castigado por una política de escasa planificación y notorio desapego durante años. Esto provoca que sea visto como un lugar peligroso y de escaso aporte al desarrollo de la ciudad.
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El centro de Antofagasta es blanco desde hace tiempo de las miradas críticas de la comunidad y los propios comerciantes. Algunos de sus problemas son evidentes: el desorden que hay en el lugar, su depreciación tras la irrupción del mall y la presencia del denominado "barrio rojo", un tema que siempre levanta polémica en el ámbito de la seguridad.

A diferencia de otras capitales regionales, este sector ha sido castigado por una política de escasa planificación y notorio desapego durante años. Esto provoca que sea visto como un lugar peligroso y de escaso aporte al desarrollo de la ciudad, sin tomar en cuenta que aquí están concentrados la mayoría de los servicios públicos y privados.

Es evidente que el centro de Antofagasta está lejos de ser atrayente para los propios antofagastinos y visitantes, en gran medida porque hay una profundización de su deterioro y en donde abundan los locales nocturnos y minicasinos.

Pero eso no es todo. Hay que agregar la permanente contaminación acústica por músicos y parlantes de los locales, el aumento del comercio ambulante (calle Maipú es un buen ejemplo), la suciedad en algunos sectores y personas que piden dinero a cada rato.

Pero quizás el mayor inconveniente son sus dos caras. En el día, la actividad es permanente e incesante en el corazón económico de la ciudad, pero en el horario nocturno el panorama cambia radicalmente y la inseguridad es una constante. Tráfico de drogas, asaltos y delincuencia son un denominador común.

¿Qué hacer ante esta situación? Es claro que no hay fórmulas mágicas para resolver un tema que se arrastra por años, pero sí es necesario articular una política para rescatar el centro e insertarlo, por ejemplo, con el Barrio Histórico y la Costanera.

Para ello se necesitan ideas y buenas voluntades, de querer una mejor ciudad para todos, donde los diferentes gremios y autoridades también tienen mucho que decir y hacer al respecto.

Por el momento, el centro es un lugar que ha perdido belleza, desordenado y peligroso durante las noches. Sin embargo, de todos depende cambiar esta imagen, por el bien de Antofagasta.

La vida a través de una pantalla

"Si la música fue un gran distractor en su momento, hoy el uso de los celulares equivale a conducir en estado de ebriedad".
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Desde redes sociales a juegos reales, como el famoso Pokémon go, que revolucionó el tradicional uso de los celulares, sacando a la calle a miles de personas a "cazar" sus personajes, abriendo así la puerta a un riesgo poco evidente y que aún nos es esquivo.

El uso del celular en el tránsito es un riesgo para accidentabilidad y fatalidad cada vez más elevado, si bien las estadísticas no dicen "colisión porque iba mirando el celular" o "se pasó la luz roja porque se iba sacando una foto para Instagram", Carabineros ha estado monitoreando esta situación registrando más de 35 mil multas al año, el uso de celular es considerado como falta grave. Basta ver al lado en un semáforo o en un taco para darse cuenta que están todos mirando una pantalla, perdiendo así cualquier concentración de lo que está pasando.

La Organización Mundial de la Salud habla de distractores y los define como cualquier desvío de la atención de todas aquellas actividades esenciales para una conducción segura hacia otra actividad diferente.

¿Qué hacemos con distractores tecnológicos al conducir? Por ejemplo, el 83% de los conductores chilenos dice que escribe o responde correos mientras maneja; el 80% revisa Facebook y el 77% Twitter; el 68% recibe y responde llamadas, mientras que el 61,9% chatea en WhatsApp.

Dentro de los accidentes más comunes están choques por alcance y los más graves son atropellos. Los peatones y ciclistas, son los usuarios más desprotegidos en la estructura del tránsito. Hace algunos años la Campaña Aún Te Espero con la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Antofagasta, realizamos un programa de intervención para sus alumnos, ya que la mayor cantidad de accidentes de los estudiantes eran entre su casa y el colegio, precisamente cuando interactuaban en el tránsito. El motivo: el uso de audífonos.

Si la música fue un gran distractor en su momento, hoy el uso de los celulares equivale a conducir en estado de ebriedad, te expones como conductor y peatón a cuatros veces más de verte involucrado en un accidente. Un cúmulo cada vez mayor de datos científicos muestra que las distracciones provocadas por el teléfono celular pueden afectar la actuación del conductor de distintas maneras, como por ejemplo, aumentando el tiempo de reacción (sobre todo el tiempo de reacción de frenada y la reacción ante las señales de tráfico), entorpeciendo su capacidad para mantenerse en el carril adecuado, haciendo que acorte la distancia de seguridad y, en términos generales, reduciendo su percepción de la situación de la carretera.

Y tan necesario es mirar mejores prácticas, por ejemplo en Estados Unidos 14 Estados prohibieron el uso del celular al conducir y 46 impiden chatear. Un paso más allá está dando Nueva York, un proyecto de ley busca que la policía pueda solicitar el celular del conductor para saber qué estaba haciendo minutos antes de ocurrido un accidente. ¿Se imaginan?

Macarena Herrera S.

Directora Ejecutiva Campaña Aún Te Espero