"El pibe de Santa Marta"
Alberto
Pescio
comentarista deportivo
En el caribe colombiano las camisetas amarillas de James se venden con mucha facilidad. Pero el auténtico ídolo sigue siendo Carlos Alberto Valderrama, el jugador de los rizos de oro. El pibe, como lo bautizó de joven un entrenador argentino, no necesita vender camisetas para disfrutar del cariño de los samarios como le llaman a los habitantes de Santa Marta, la ciudad natal de este histórico deportista.
Tal es la devoción que despierta que le han levantado una estatua en su honor que costó la suma de $ 70 millones y está ubicada frente al estadio Eduardo Santos feudo histórico del Magdalena, club donde Valderrama debutó profesionalmente en 1980. La inauguración de la escultura fue un acontecimiento social. El centrocampista vistió el 10 de la selección cafetera de la que fue tres veces mundialista junta a una emblemática generación dorada junto a Higuita, Asprilla, Valencia y Freddy Rincón.
Claro que la estatua ha sido objeto de expolio como cuando le robaron la cinta del pantalón. Algunos visitantes no dejan pasar la ocasión de levantar sus brazos para emular la escena mundialmente conocida que fue protagonizada por el madridista Michel; la famosa tocada de genitales en 1991 en el Santiago Bernabeu, cuando Valderrama jugaba en el Valladolid.
Al pibe lo coronaron dos veces con el balón de oro como mejor jugador americano y jugó 111 en la selección colombiana marcando 11 goles y disputó 5 ediciones de la Copa América. Dotado de una técnica excepcional, buen regate y extraordinaria capacidad para el pase fue el primer colombiano en ingresar en el 2014 al Salón de la Fama en Pachuca, México.
Su liderazgo y simpatía le llevaron a comandar una de las más talentosas oncenas del país cafetero en donde hasta hoy se les recuerda con enorme respeto. Como lo dijimos al comienzo de esta crónica "Valderrama no necesita vender camisetas para tener el cariño de la gente". Colombia le quiere y él lo sabe. Y le vemos agitar su rubia cabellera y su eterna sonrisa que contagia.