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Réquiem al Dr. Alejandro Flores

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Poeta Sabella ¿Qué es ser médico en este siglo?, un súper especialista. Lleno de sofisticadas técnicas de alta complejidad, pero muy distante a sus pacientes.

Este no era el caso de nuestro amigo y compañero de trabajo, el Doctor Alejandro Flores Toledo. Siempre amable y cercano a sus pacientes, honesto, sencillo, apegado a las mejores tradiciones del ejercicio de la medicina de todos los tiempos.

Nacido y criado en el norte, siempre fue alumno del San José. Hijo de un conocido farmacéutico de Antofagasta. Solidario. Trabajó en la Clínica Antofagasta y en la Asociación Chilena de Seguridad. Traumatólogo de mano firme. Tenía 50 años y un cáncer terminó con su vida. Pero dio la pelea hasta el final. No aflojó nunca. Fue un verdadero pampino. Nunca se quejó. Y murió como un auténtico nortino.

Solo quiero recordar su entrega y ser la evidencia de la solidaridad compartida a toda prueba, como buen Antofagastino. Lo sé, porque trabajamos juntos por 20 años.

El año 2010 ocurrió un gran terremoto que afectó dramáticamente a la zona sur de nuestro país, específicamente a la región del Bío Bío. Se organizó una Ayuda Médica Solidaria al día siguiente del terremoto. Alejandro estaba ahí, temprano en la mañana, con su mochila y su espíritu dispuesto a servir a los que sufrían. No puso ninguna condición. Así partimos ese día el largo viaje a Concepción. Trabajamos por tres semanas hombro a hombro en la devastada Urgencia del Hospital Regional de Concepción y luego en una modesta posta en uno de los cerros de Dichato, asolado además por el maremoto.

Después regresó silenciosamente a esta perla del norte. Como siempre lo hizo.

Antofagasta ha perdido a un Gran Médico y a una gran persona, parece que los mejores nos dejan antes de tiempo.

Amigo querido, vivirás siempre en nuestro recuerdo. Eso quería contarle, don Andrés, en su Linterna de Papel.

Dr. José Venegas

Estudiante de Ollagüe destacó

RECONOCIMIENTO. Maryori Bernal fue premiada por su relato "Las azufreras de antaño".
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Daniel Contreras Palma

"Si tú buscas historias de mi pueblo yo te puedo contar varias, Ollagüe la localidad donde vivo, nace hace muchos años con el ferrocarril de intercambio, que pasa aún todos los días por acá y nos despierta todas las mañanas, dándole vida a estas tierras inhóspitas y altas que quedan ubicadas a los pies de dos volcanes que en antaño extraían azufre".

Con un cuento inspirado en las historias que le cuenta su abuelo Carlos, un minero que en los años ochenta se dedicaba a extraer azufre de las faldas de los volcanes Auncanquilcha y Ollagüe, la joven estudiante Maryori Bernal González (13 años) se consagró como una de las ganadores del "Décimo Cuarto Concurso Regional de Cuentos Ambientales: Cuidemos juntos el planeta. Ponte en acción", que organiza anualmente la Secretaría Regional Ministerial del Medio Ambiente.

Relatos

La escolar que cursa séptimo básico en la Escuela San Antonio de Padua en la comuna de Ollagüe, ubicada a 3.660 metros sobre el nivel de mar, participó en el certamen literario con su cuento "Las azufreras de antaño", una historia que relata el duro y difícil trabajo que realizaban los mineros del azufre y el impacto que tuvo esta actividad en el ecosistema altiplánico, en especial con la extracción de la Llareta, planta hoy en peligro de extinción.

"Esta es una historia que me contó mi abuelo de la época en que él trabajaba extrayendo azufre de las faldas del volcán y luego lo trasladaban hasta el pueblo. Me llamó mucho la atención la historia de cómo se formó nuestro pueblo a través de la explotación de este mineral y contarle a la gente cómo era Ollagüe en el pasado", enfatizó Maryori.

El pueblo de Ollagüe donde vive la joven estudiante juntos a sus padres cuenta con una población de no más de 320 habitantes, más de la mitad son hombres, emplazada en casi 3 kilómetros de extensión. Es una localidad que presenta una geografía aislada y fronteriza con Bolivia. Además se caracteriza por su inclemente clima con temperaturas que oscilan entre -23 y 25 grados.

Pese a lo inhóspito de su geografía, el poblado hace honor a su nombre que toma de la palabra aimara ullañahua, que significa "bella vista".

¿Cómo es tu día a día en este pueblo tan alejado de las grandes ciudades?

-Es muy bonito porque puedo recorrer sus alrededores y convivir con la naturaleza. Me gusta mucho ir a la escuela y estar con mis amigos y profesores. Me levanto a las siete de la mañana para entrar al colegio a las nueve y por la tarde me reúno con mis compañeros a jugar y hacer tareas.

El objetivo del concurso de cuentos es acercar la temática ambiental a los estudiantes de enseñanza básica (desde 5° a 8°) de las escuelas municipales, subvencionadas y particulares de la región de Antofagasta.

¿Por que crees que es tan importante hoy en día cuidar el medio ambiente?

-Porque es el lugar donde vivimos y porque si lo ensuciamos, dónde vamos a vivir. Es importante que cuidemos la pachamama (Madre Tierra) porque es lo único que tenemos. Por ejemplo la gente más antigua le pedía permiso a la pachamama antes de extraer el mineral.

¿Qué otras historias te cuenta tu abuelo de su época?

-Me cuenta que en aquellos tiempos llovía mucho en el altiplano y en los salares abundaba la vegetación. También me cuenta historias sobre que en este lugar caminaba "El tío" (satanás), porque era dueño de las riquezas, supuestamente.

¿Te gustaría dedicarte a escribir libros en el futuro?

-Este es el primer concurso de cuentos en el que participo. Me gusta escribir pero solo lo veo como un pasatiempo.

El concurso literario además reconoció el trabajo de los estudiantes Isaak Valdés (Antofagasta), Brihan Olmos (Antofagasta), Yerko Godoy (Antofagasta), Javiera López (Calama) y Dharma Godoy (Antofagasta).


en concurso


de cuentos

fue fundada la localidad de Ollagüe ubicada a 3.660 metros sobre el nivel del mar en la provincia de El Loa. 1979