Secciones

El sapolio

E-mail Compartir

Un geólogo me dijo que el sapolio "era un cuarzo" y le creo. Hoy son pocos los que lo conocen, aunque son más quienes lo recuerdan. Ese polvo blanquecino que se vendía puerta a puerta y se usaba para "fregar" el menaje de cocina. Lo comercializaban personajes ligados a Baco, que hallaban en la venta de sapolio, los ingresos necesarios para saciar su sempiterna sed de mostos. Era un polvo tan abrasivo que dejaba las yemas de los dedos "suavecitas". ¡Claro… borraba hasta las huellas digitales de tan abrasivo que era!

Pero ollas, sartenes, bacinicas y teteras, quedaban limpiecitas y eso era lo que importaba. Los excusados también lucían impecables. Envasado, se conoció como "Klenso", cuya cajita mostraba la imagen de una fregona, con delantal y pañuelo en la cabeza.

Las laderas del cerro el Ancla tenían vetas de sapolio, que sacábamos raspando el cerro con una concha de ostión. Luego se tamizaba, empleando una media de nylon y se obtenía el producto final, que la abuela recibía agradecida. En pago, saboreábamos una marraqueta con chicharrones.

Más de una vez, muchachones de la población Oriente nos hacían "la quitada". Esperaban que tuviésemos las bolsas llenas y salían a apoderarse del sapolio. ¡.."Ni pa' Dios, ni p'al diablo"…! -gritábamos. Corriendo, botábamos el sapolio y arrancábamos de la guerrilla a piedrazos con que nos correteaban. Esas no eran las conocidas "mejicanas", aunque la mercancía también era "blanca".

Aliro Gallo, un alienado mocetón de ojos azules, fue el último vendedor de sapolio. La medida era un tarro de leche condensada. Cargaba un saco al hombro y alternaba la venta con alcancías de yeso, entre las que ofrecía una muy especial, representando a un calvo anciano en posición de defecar. Curioso resultaba escuchar cómo ofrecía su mercancía. Irrepetible, eso sí.

Pese al tiempo transcurrido, aún quedan "filones" de sapolio en algunos cerros aledaños a mi Antofagasta… Hoy es un insumo que nadie utiliza, está claro.

Jaime N. Alvarado García

"El seductor": un thriller atmosférico trae de vuelta al cine a Sofia Coppola

MUJERES. La directora ganadora del Festival de Cannes exploró las pasiones femeninas de la post guerra en EE.UU.
E-mail Compartir

Amelia Carvallo

El próximo jueves debuta en salas nacionales "El seductor", filme de Sofia Coppola que fue galardonado con el premio al mejor director en el reciente Festival de Cannes, segunda ocasión en que el certamen internacional premia a una mujer en la dirección. Un elenco donde brilla Nicole Kidman, Colin Farrel, Kirsten Dunst y Elle Fanning encabeza el reparto de esta historia ambientada a fines de la Guerra Civil de Estados Unidos.

Guerra civil

"John McBurney" (Colin Farrell) es un soldado unionista gravemente herido en batalla, que llega durante los últimos días de la Guerra Civil a una internado de señoritas en Virginia, un sitio abandonado que subsiste en esos tiempos violentos bajo el mando de "Miss Martha Farnsworth" (Nicole Kidman) y la maestra "Edwina" (Kirsten Dunst) que cuidan a cinco jovencitas de distintas edades.

Las mujeres, que deciden entrarlo a la casa y sanar sus heridas, pronto se verán enfrentadas por la presencia masculina que las llevará a manipular la situación y la convivencia se tensará.

Al igual que en su primer filme, "Las vírgenes suicidas" (1999), nuevamente es un universo femenino compacto y complejo el polo de atracción para Coppola, que encara los secretos de la femineidad y el deseo que suscita la llegada de un enemigo herido.

Según contó hace poco en la Sociedad Fílmica del Lincoln Center, con esta cinta además quiso adentrarse en "el misterio de la relación hombre mujer", todo enmarcado en una época de alta represión sexual y frustración femenina.

La seducción también fueron resortes que dispararon su imaginación, sobre todo la nacida desde un grupo de mujeres de distintas edades que en apariencia se ven frágiles, pero albergan intensidades insospechadas.

"Realmente pensé que era interesante mostrar a este grupo de mujeres viviendo juntas, todas de diferentes edades, todas en distintos estados de la vida y ver cómo interactuaba un grupo de mujeres aisladas del mundo. Definitivamente me atraen las historias sobre personajes femeninos, historias de grupos de mujeres y cómo se relacionan. Creo que en este caso, en el corazón de esta historia lo que realmente yace es la dinámica de poder entre hombres y mujeres que es un tema universal, un tipo de valor central en este tipo de premisas", resumió la realizadora.

Puntos comunes

Hablando sobre las correspondencias entre sus filmes, destacó que "El seductor" goza de cierto parecido visual con "Las vírgenes suicidas", en el sentido de generar composiciones a partir de un grupo femenino.

La hija de Francis Ford Coppola nuevamente da muestras de elegancia y belleza en sus encuadres y composiciones. Destaca el vestuario y la ambientación lograda gracias a la principal locación, que fue en la casa de una antigua plantación de Louisiana llamada Madewood, mismo lugar donde Beyonce rodó su clip "Lemonade".

No es un remake

El filme está basado en la novela homónima que Thomas Cullinan escribió en 1966 y de la cual Don Siegel hizo una versión en 1971 que protagonizó uno de sus actores favoritos: Clint Eastwood.

Sin querer llamarla remake, Sofia Coppola contó a The Guardian que llegó a la película de Siegel mediante su amiga y colaboradora Anne Ross, quien le dijo que debería verla y versionarla. "Se volvió un chiste entre nosotras pero la vi y me quedó porque es rara. Y me encantó la premisa. Pensé que la historia de un soldado enemigo llegando a un ambiente de mujeres sureñas era muy interesante, y me gustó la idea de darlo vuelta: contarlo desde el punto de vista de las mujeres. No es un remake, sino una reinterpretación. Remake es una mala palabra en mi familia, así que no me atrevería a usarla", aseguró.

La cineasta explicó a Buzzfeed que, a diferencia de la película de Don Siegel, en su filme no aparece el relevante personaje de la esclava negra "Hallie", porque quiso centrarse más en las dinámicas de género que en problemas raciales que merecen un tratamiento más profundo.

"La traviata" vestida por Valentino

Este año Sofia Coppola también se hizo cargo de una adaptación del clásico de ópera "La traviata", de Guisseppe Verdi, a través de una filmación digital (4K) en el Teatro de la Ópera de Roma, por encargo de la Compañía de Radiodifusión Pública de Italia (RAI). El trágico amor entre la cortesana "Violeta" y el joven "Alfredo" fue vestido de forma "impecable", a juicio de los críticos, por el consagrado diseñador Valentino.