"Chile pierde su estilo"
comentarista deportivo
No solo fueron las "circunstancias del fútbol". Determinante fue el Paraguay ordenado y certero para anular a un rival lejano de sus mejores momentos. Y por si fuera poco, una cuota de infortunio para facilitar los goles que dieron el triunfo a los dirigidos de Francisco Arce.
Un manejo impreciso del balón desde el inicio, marcó la orientación del partido. Los llamados a guiar a la "Roja" no estuvieron. Vidal, Aránguiz y Díaz, los encargados de esa misión, fueron cortados en la zona intermedia y erraron siempre con el balón en sus pies. Así Chile no tuvo ninguna vinculación para aproximarse a la valla de Antony Silva.
Paraguay, sin ser exagerados en el roce, trabajaron con seguridad en la reducción de los espacios. Alejaron a Castillo de sus eventuales acompañantes y no perdieron en los duelos individuales por la zona central o externas. Los ingresos de Paredes, Valdivia y Orellana, tampoco fueron un conflicto mayor para ellos. Chile perdió la idea básica de su fútbol, carente esta vez de intensidad y precisión en sus movimientos.
Los goles fueron errores propios, producto de hechos individuales y colectivos, sobre todo en el segundo y tercero. Muestra de una jornada oscura, en la que no hubo soluciones futbolísticas. Había elementos para esperar "algo más", pero fue una "jornada oscura", la que obliga a intentar una pronta recuperación.
Los dirigidos de Arce, a pesar de no haber realizado un buen proceso en las Clasificatorias, muestra evolución en el manejo técnico de varios de sus principales valores. Esta vez Almirón, Romero, Alonso, Samudio, entre otros expresaron que están más allá del pelotazo y el juego aéreo. Chile lo sufrió y no supo solucionar eso con "arrestos físicos". Pizzi tiene la obligación de que sus "jugadores claves" retomen lo que hizo creer en ellos. Fundamental es ofrecer otras alternativas a lo tradicional. Será complejo pedirlo, incluso en La Paz, porque un par de jugadores quedan fuera por la acumulación de tarjetas amarillas. Buen desafío para una selección que sumaba optimismo, pero que terminó dejando "inquietudes".
René Cortés