Chilenizadores normalistas
La Escuela Normal de Antofagasta fue, desde su inicio en 1945, un establecimiento prestigioso y trascendente, cuyo profesorado estaba constituido por distinguidos maestros, y cuyo alumnado demostraba calidad en todas las disciplinas.
Alejandro Covarrubias, su director fundador, preocupado por afirmar el sentido de patria en el norte de Chile, creó en 1946 un curso de "Chilenizadores", es decir, de alumnos normalistas que al recibir su Licencia de Profesor Primario debían ejercer en las zonas fronterizas, y nada mejor que crear dicho curso con alumnos provenientes de los mismos pueblos de esas zonas nortinas. Los delantales blancos de los normalistas contrastaban con la piel morena de los representantes de Jaña, Huara, Pozo al Monte, Belén, Putre, etc., pueblos andinos de donde vinieron cerca de 30 jóvenes. Hubo también algunos que provenían de las ciudades grandes del norte.
El plan de estudios de ese Curso se enfocaba a la ruralidad andina, diferente a la ruralidad campesina del centro y sur del país. Su principal misión era reproducir en las escuelas de esas localidades el paradigma educativo de identidad nacional, pero sin que los habitantes perdieran su propia identidad y cultura andina (de allí que se buscó que la mayoría de los chilenizadores provinieran de esa cultura).
En todo Chile una de las características típicas de los maestros normalistas recién titulados -además de la mística y vocación que mantienen hasta hoy- era la juventud, debido a que iniciaban de adolescentes sus estudios. Para el caso del desempeño en el mundo rural, -que les otorgaba prestigio y reconocimiento-, la juventud de los maestros fue de especial importancia, porque además de ejercer como único profesor en la escuela, muchas veces pasaron a ser el director de ella, y por extensión, autoridad en la comunidad o pueblo a donde habían sido asignados.
Con motivo de un nuevo aniversario de la desaparecida Escuela Normal de Antofagasta, es bueno recordar una de sus tantas destacadas facetas.
Rafael Ramos Psijas