Antofagasta vista por los niños
Lo que los niños esperan -y puede observarse en sus dibujos- es tener una ciudad más colorida, más verde, más simple, pero con mejores ofertas. El certamen fue organizado por "Antofagasta 2050" y consistió en el mencionado concurso plástico y otro de cuentos, teniendo una alta participación en alumnos de ocho establecimientos de la ciudad.
Una interesante mirada dieron más de 500 niños en el concurso plástico "Antofagasta del futuro", donde los menores de primero a cuarto básico imaginaron y proyectaron cómo ven su ciudad en los próximos años.
La apuesta en sí es atrayente y estimula un rol protagónico de los escolares en cuanto a qué desean de Antofagasta y cuáles son sus principales necesidades. Aquí se repiten lugares comunes y dejan un "manual" para tener muy presente para las autoridades.
El certamen fue organizado por la entidad "Antofagasta 2050" y consistió en el mencionado concurso plástico y otro de cuentos, teniendo una alta participación en alumnos de ocho establecimientos de la ciudad, especialmente de sectores vulnerables.
Mayor cantidad de áreas verdes, mucho colorido, la presencia protagónica del mar en materia turística y la importancia de una eficiente conectividad vial marcaron las creaciones de los ganadores. Diego Rivera, Javiera Ramírez y Tania Cortés ocuparon los tres primeros lugares en dibujo, respectivamente.
Pero más allá del éxito de la alta convocatoria del concurso y su proyección en el tiempo, esta instancia sirvió para medir el termómetro de qué nos falta en la ciudad, y qué mejor si es tomando el pulso a la mirada de los niños, los principales agentes de cambios en el futuro y quienes entregan una visión certera de su entorno.
El concurso "Antofagasta del futuro" es una instancia para estimular la imaginación de los niños y también reconocer aquellas carencias que son fáciles de observar en nuestra ciudad. Aquí no sólo prima una mirada de los alumnos en contacto con su ciudad, sino de cómo se puede obtener una mayor calidad de vida.
Todo ello además estimula la opinión en los escolares que miran su entorno con una actitud propositiva, resaltando sus principales cualidades, pero también dejando en claro cuáles son sus principales problemas o debilidades.
Los niños son el futuro de esta ciudad y hay que estar atentos a sus mensajes. Ellos serán los protagonistas de los grandes cambios y de una nueva historia en Antofagasta.