Entre el 31 de julio y el 11 de agosto, se realizaron las primeras 20 sesiones de participación ciudadana, para el diagnóstico de la actualización del Plan Regulador Comunal de Antofagasta. Se inicia un proceso, que aspira a replantear normativamente, el funcionamiento y la forma de habitar de nuestra disfuncional ciudad.
Da esperanza, que en estas jornadas se escucharán temas estructurales, como la contaminación ambiental del Puerto y la fundición Altonorte, o el tránsito de camiones y el carácter de carretera de nuestro borde costero, o la segregación urbana y la escasez de vivienda accesible bien ubicada, que explica la gran cantidad de campamentos existentes.
Sin embargo queda la duda, si hemos tomado el peso a la oportunidad que significa la actualización normativa, como herramienta para mejorar nuestra ciudad.
Y si hemos hecho la reflexión necesaria, para no cometer los mismos errores del Plan Regulador del año 2002 y su actualización del año 2012, donde se consolido un modelo de ciudad extensa en función del automóvil, y un crecimiento denso en los extremos, que generó alto valor de suelo, desde la periferia al centro, evitando la renovación urbana y la oferta de vivienda accesible.
Debemos entender la urgencia, de pasar de una ciudad extensa, de baja densidad, diseñada para el automóvil, a una ciudad compacta, densa, diseñada para las personas, que integre socialmente, no genere pobreza, y esté libre de contaminación. Para eso la normativa no puede ir sola, debe ser coherente a un modelo de ciudad, e integrado a un plan de inversión y gestión a largo plazo.
Hoy por ejemplo, es la oportunidad de consolidar un plan de inversión para la movilidad urbana, que a partir de la diversidad de uso y densidad, promueva una movilidad sustentable. Como también un plan de vivienda accesible, que reserve predios con privilegiada ubicación. Y sin lugar a duda un Plan ambiental, que no ponga en juego la salud de los habitantes, por la mala ubicación del sistema productivo.
Se agradece al Municipio esta primera instancia de participación, pero será en vano, si no somos capaces de estar a la altura de las circunstancias. Hoy es el momento de conversar y planificar la ciudad entre todos, son 580 días en los que determinaremos que ciudad queremos y como revertimos sus problemas.
Rodolfo Ugarte
Arquitecto