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Hermanos Durán volverán a Chile a presentar "Mala Fama"

MÚSICA. Los exintegrantes de Los Bunkers formaron la banda Lanza Internacional.
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Mauricio y Francisco Durán, exintegrantes de Los Bunkers, acaban de presentar "Mala fama", primer single promocional de un disco que piensan lanzar y venir a tocar a Chile el próximo noviembre, con su nueva banda, Lanza Internacional. Desde Ciudad de México, donde residen hace casi nueve años, Mauricio adelantó que hicieron el disco por sí mismos, bajo un sello propio al que le pusieron República Independiente de Música Popular. Contó además que quieren venir a Chile en noviembre, y hacer coincidir el lanzamiento con una gira que cubra un par de festivales en Santiago y shows en Concepción, Valparaíso, Chillán y Talca.

Sin dejar de tocar

Al tercer integrante de la banda, el baterista mexicano Ricardo Nájera, los Durán lo conocieron en 2009, cuando llegaron a la capital azteca. Nájera, quien viene de bandas como Instituto Mexicano del Sonido y Furland, estaba en un periodo de recesión, pero no dejaba de tocar.

"Empezamos a ir y estuvimos varios meses pero sin afán de armar una banda ni nada, era como juntarse a tocar para divertirse nomás", recordó Mauricio Durán (bajo).

Al cabo de un tiempo cada uno regresó a otros quehaceres y tras un año volvieron a encontrarse, y decidieron a grabar. "Mientras hacíamos el disco nos dimos cuenta de que éramos una banda", confidenció Durán, quien también dijo que la mecánica de composición de Lanza Internacional es muy distinta a la que usaban con Los Bunkers, acá simplemente tocan hasta encontrar algo que les guste a los tres, con estos pedazos arman una especie de collage que al unirse a otros similares marcaun cierto carácter de canción que luego pulen en una melodía a la que finalmente le ajustan una letra.

Escuchamos "Mala fama" y "Remar hacia atrás" y vienen con una impronta bien movida, ¿será la tónica de todo el disco?

-El espíritu del disco es bien rítmico, energético, más de lo que hacíamos con Los Bunkers. Es más bien 'up', aunque igual tiene un par de temas más lentos. Grabamos once temas pero todavía no sabemos cuántos quedarán en el disco final.

¿Y cómo ha sido para Francisco llevar la voz?

-Viéndolo desde afuera encuentro que no está tan consciente de eso, creo que es algo que asumió porque en la sala de ensayo se iba dando de esa forma porque él iba presentando ciertas melodías. No creo que él se vea como un vocalista en el sentido tradicional de la palabra pero a mí me gusta porque tiene un acercamiento a esa tarea como desprejuiciado y se ha dado la oportunidad de probar muchas cosas, hay canciones en las que se mete como en una especie de personaje.

El df

Los hermanos Durán también han producido discos, como el de duetos con Los Ángeles Negros y uno con el charro y cantautor Pepe Aguilar. "Sobre todo nos interesan los proyectos que nos sacan de lo que hacemos tradicionalmente, nos amplía el oído, nos abre el cerebro", sintetizó Mauricio.

Acerca de sus excompañeros de banda, los hermanos López, dijo que "me alegra que los chiquillos impulsen un proyecto nuevo y que compongan sus temas, pero no sé si podría tener una visión crítica, lo recibo y pienso: 'Qué bacán que lo estén haciendo'".

¿Qué sientes por los viudos y viudas de los Bunkers?

-Me dan pena (ríe)… No, la verdad es que me dan risa, pero lo entiendo porque yo también soy fan de algunas bandas y entiendo la nostalgia. Pero el deber de uno es avanzar, me encanta lo que logramos los cinco bunkers juntos, es algo que atesoro, pero se me hace mucho más atractivo mirar hacia adelante.

La editorial y el territorio

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Uno de los temas clave en relación con la cuestión del libro es, obviamente, el problema editorial. Reconozco haber participado, tanto como editor y como escritor, en la promoción de las llamadas editoriales independientes, que es un movimiento surgido en la década de los noventa, de esos llamados progresistas que tendieron a diversificar la cuestión libresca, y cuyo objetivo era enfrentar las injusticias que cometen las editoriales transnacionales con algunos autores y sobre todo con la publicación de poesía, que es una deuda del mundo editorial con la cultura. Por eso es tan necesario que haya una editorial estatal, así como es necesario que haya televisión estatal, como ocurre en los países civilizados. Eso permite, en parte, resolver esa brecha que afecta la visibilidad de las nuevas generaciones de escritores.

No podemos negar que el movimiento de editoriales independientes, incluida el movimiento de las editoriales cartoneras, le dieron un impulso crítico a la producción literaria latinoamericana y local, renovando los tópicos de la producción poético narrativa. La propia institucionalidad cultural acogió a ese movimiento, los que han participado activamente en el sistema de obtención de recursos.

Queremos decir que la industria cultural y la editorial, no está demás reafirmarlo, es clave para el desarrollo nacional o de un territorio, no sólo porque supone la activación de un mercado necesario en un país moderno, sino porque es fundamental para la construcción simbólica de la república.

El problema es que casi todo el mundo editorial está centrado en la capital. Los escritores que vivimos en provincia padecemos este centralismo que nos hace estar en permanente movimiento, ansioso y exigido, entre Santiago y la provincia. Hay que destacar, entonces, que surjan iniciativas editoriales en la provincia. Sobre todo en las zonas en que hay universidades, surge la iniciativa editorial que por lo general satisface las necesidades académicas.

Y donde hay universidades con facultad de humanidades hay poetas y habiendo poetas hay necesidad de publicación, por eso las editoriales llamadas independientes publican ese nicho que inauguran los vates emergentes a partir de que las grandes editoriales no los publican, o porque han optado por publicar sólo a narradores, dada las exigencias del mercado.

Hay una editorial, la de la Universidad de Valparaíso, que apostó por la poesía y por hacer relevante ese discurso, como un eje del pensamiento clásico y moderno, además de los tópicos académicos. Debemos imaginar que la decisión político cultural de optar por el equipo de Cristián Warken, Ernesto Pfifer y Jovana Skarmeta, corresponde a una apuesta que no sólo promueve el libro local, sino la necesidad de generar pensamiento territorial y general, en el marco de un diseño político cultural centrado en una experiencia estética vital, en donde el libro es la consecuencia del trabajo de una comunidad.

Las editoriales no sólo producen libros, generan perspectivas político culturales y pueden ser la punta de lanza de una institucionalidad. Todo esto implica una responsabilidad territorial y la adscripción a políticas de desarrollo que acerquen el libro a la gente. Los estudiantes y los vecinos debieran estar cerca del libro no sólo a través del sistema de bibliotecas públicas y de ferias del libro, sino también en cercanía con los escritores e intelectuales, y con la ampliación de formatos y soportes librescos. Esto supone incorporar en el imaginario libresco al mundo audiovisual y digital, como los otros lenguajes de la comunicación humana, tanto a nivel de pensamiento, como a nivel poético.

Muchas veces los sistemas editoriales definen políticas literarias y marcan escuelas de pensamiento. En algún momento eso pasó con la editorial Universitaria (de la U de Chile) o con la editorial Nascimento. Creo que ahora la editorial de la Universidad de Valparaíso está marcando una tendencia que le hace muy bien a una ciudad como Valparaíso que nunca parece dar con el deseo que cierta institucionalidad invierte en ella. Y ojalá que esa energía dé para revertir el cierre de librerías que es uno de los complementos necesarios del sistema libresco.

Marcelo Mellado

"No podemos negar que el movimiento de editoriales independientes, incluida el movimiento de las editoriales cartoneras, le dieron un impulso crítico a la producción literaria latinoamericana y local"."