P. Matamoros Alucema
Una paulatina polarización de la sociedad chilena en los próximos años, que irradiará la política y otros ámbitos del debate público, avizora el analista Max Colodro en cuanto a quienes quieren más neoliberalismo y aquellos sectores que desean una mayor injerencia del Estado en la conducción del país.
Colodro, doctor en Filosofía y sociólogo, expuso esta tesis hace unos días en la inauguración del estudio jurídico Parraguez & Marín, una alianza entre abogados de Antofagasta y Santiago, que abre nuevas perspectivas de litigios.
La ponencia del también académico de la U. Adolfo Ibáñez tocó aspectos históricos de la controversia por el actual modelo económico, el conflicto entre desarrollo y crecimiento, donde el país aparece enfrentado entre dos posturas ideológicas, sobre todo después de las reformas impulsadas por el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
En el tema elecciones, no duda en decir que hasta ahora el mejor posicionado para ganar las presidenciales de noviembre es Sebastián Piñera, ya que el candidato de la Nueva Mayoría, el senador Alejandro Guillier, debe además competir con el bajo apoyo del gobierno y el 'descuelgue' de la Democracia Cristiana.
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¿Las encuestas presidenciales tienen en estos momentos definida la elección o puede esperase algún cambio de tendencia antes de noviembre?
-Todas las evidencias apuntan a que quien tiene más posibilidades de ganar es Sebastián Piñera, pero también pienso que va a haber una segunda vuelta con el candidato del oficialismo Alejandro Guillier. Esto a pesar que la candidata Beatriz Sánchez está subiendo en los sondeos. Al final debería imponerse Guillier por el peso de ser un candidato de gobierno, la Nueva Mayoría tiene 170 alcaldes, la mitad del Congreso y la maquinaria fiscal. Habrá una segunda vuelta muy reñida.
¿La Nueva Mayoría apostó mal con la candidatura del senador Guillier?
-A estas alturas yo no sé qué sería apostar bien. Alejandro Guillier es la expresión del profundo deterioro de la Nueva Mayoría. Esto es por su falta de liderazgo y de una falta de conducción política, donde los partidos optan sólo por una alternativa que aparece viable en las encuestas. La 'bajada' del exPresidente Ricardo Lagos tiene su fundamento casi exclusivamente en que le estaba yendo muy mal en los sondeos.
También en esta elección apreciamos el fin modelo político concertacionista, sobre todo después de la candidatura presidencial fuera del pacto de la Democracia Cristiana (DC)…
-La apuesta de la DC es más de lo mismo en cuanto al deterioro de una alianza histórica que fracasó políticamente. Creo que las reformas tuvieron un diagnóstico equivocado y esto fue el principal problema del actual gobierno. En educación para algunos había que empezar por el sector público, pero se partió por la subvencionada que tensionó a todo el sistema. Además, generaron muchas expectativas y golpearon muy fuerte a la clase media, sobre todo en el tema educacional y tributario. Golpearon las inversiones, el ahorro interno. El gran fracaso del gobierno es el nivel de desaprobación de las reformas.
¿Aquí puede apreciarse también la polarización que planteas dentro de la sociedad chilena?
-El país está en una disyuntiva en cuanto al modelo que queremos seguir a futuro. Un sector político sigue apostando al crecimiento económico como factor fundamental del desarrollo, al emprendimiento, a lo que haga el sector privado. Mientras otro sector, que tiene otro diagnóstico, apuesta al Estado, a los derechos sociales y disminuir la desigualdad como sus prioridades. Y este será el gran tema que seguirá en debate por harto rato, incluso por sobre los temas valóricos. La legitimización del modelo económico, ya sea en las dos visiones, van a tensionar o será el conflicto permanente que tendrá el país en los próximos años.
¿Cómo analizas la aparición del Frente Amplio como alternativa política antisistema?
-Creo que es otra manifestación de una sociedad más polarizada, que tiende a los extremos. Es la expresión del desacuerdo que hay en la sociedad chilena. Sin embargo, la gente aún no vota por sus candidatos. Es el problema que tiene Beatriz Sánchez, que marca bien en las encuestas, pero quienes la apoyan simplemente no llegarán a las urnas. Esto quedó reflejado en las primarias. Ella puede estar empatada con Guillier en las encuestas, pero su gente no concurrirá a votar. Además, el Frente Amplio sigue siendo un fenómeno estudiantil.
VOTOS dc
Si hay segunda vuelta, ¿dónde van a ir los votos de la DC?
-Creo que las tensiones que ha tenido la DC con la Nueva Mayoría van a pasarle una cuenta grande al senador Guillier en la segunda vuelta. Los votos mayoritariamente estarán por él en el balotaje, pero creo que existe una desafección muy grande de la DC con la Nueva Mayoría, producto de su candidatura presidencial, de las dos listas parlamentarias, lo que va a tener efectos en la segunda vuelta.
¿En estas presidenciales quedará en evidencia un voto de 'castigo' hacia la Nueva Mayoría?
-Lo que estamos observando en las encuestas es la expresión del voto 'castigo' y los efectos de un gobierno que tiene una desaprobación sobre el 65%. Guillier tendrá que lidiar con un gobierno que es impopular, que lleva tres años con niveles de apoyo del 20%. Las cifras dicen que es el peor gobierno de centroizquierda en cuanto a sus niveles de aprobación.
"El país está en una disyuntiva en cuanto al modelo social y económico que queremos seguir a futuro. Este es el gran debate para los próximos años con dos visiones que van a tensionar toda la sociedad"."