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La pampa

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La pampa para nosotros, el desierto para lo que no nos conocen, desafía las nociones clásicas de la belleza. La pampa nos interpela y a veces nos deja sin palabras. Sólos unos pocos, han sabido dar con su gramática oculta, y con su semántica llena de camanchaca, niebla para los que ni saben. A fines del siglo XIX Clodomiro Castro se hacía cargo de su existencia. A mitad del siglo que nos acaba de dejar, Andrés Sabella y Mario Bahamonde la escrutaban con la claridad del haber nacido aquí. Hernán Rivera Letelier en clave más de fines de los XX le agregó sonrisa entre tanto sufrimiento. La novela "Norte Grande" de Sabella es la postal más poderosa, que hay que re leer. Los ensayos y cuentos de Bahamonde, puertas que nos invitan a adentrarnos en este mundo de magia y de dolor. "La reina Isabel cantaba rancheras" de Rivera Letelier, la fiesta que desencadena la tragedia. ¿O al revés?

La pampa fue el milagro de los pampinos que la habitaron y no se intimidaron ante tanta belleza. No tuvieron muchos jardínes, pero a falta de ellos, cultivaron los de la memoria, con sus bellezas y excesos, que cada día florece. Las oficinas salitreras aquí y allá, le torcieron la mano a la majestuosa fuerza de esa pampa, donde según el poeta "nunca la flor creció".

La pampa, sin embargo, por muy conocida que se nos presente, tiene sus misterios. A falta de flores, las animitas nos parecen indicar la fragilidad de la vida. Pequeñas casas de latones pretenden atesorar la vida que se fue. El empampado, el atrevido que desafió los secretos de la pampa, es el testigo que se llevó el secreto a la otra vida. Penas de amores, atajos para llegar más rápido a casa, le extraviaron el camino. Y la pampa no perdona.

Los cementerios, las huellas por donde pasó el tren y que los traficantes de la historia robaron, las animitas, los restos de las canchas de fútbol, nos hablan de una vida en la que su fragilidad se consumía lo que demora en consumirse un tiro de dinamita. La pampa desnuda, la pampa majestuosa.

Bernardo Guerrero Jiménez

El día que Deep Purple festejó sus cuatro décadas en Antofagasta

HITO DEL 2009. El evento es catalogado como uno de los mejores conciertos en la historia de la capital regional. Organizadores recuerdan el épico show.
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Mauricio Varas Meneses

La convicción de lo poderosa que puede ser la música para generar energía que nos mantiene vivos, fue lo que se grabó en la mente de los rockeros antofagastinos un sábado 28 de febrero del 2009, cuando se presentó de manera gratuita en el exClub Hípico de Antofagasta la legendaria banda británica de hard rock y heavy metal Deep Purple. Aquel día se vivió un ambiente familiar que unió a generaciones, convocando a más de 40 mil personas de Chile y el extranjero.

Ese día no existió clase social, color político ni religión que fuera capaz de romper ese mágico ambiente. Las puertas del recinto abrieron a las 17.45 horas, algunas bandas locales que animaron la previa fueron Apocalipsis, Paris, Los Gustavos, Crysalida y un tributo a Pink Floyd cayendo el atardecer por la agrupación "dogs", sin embargo, los momentos de mayor éxtasis se vivieron cuando Deep Purple soltó sus primeros riffs abriendo el show con la canción "Highway Star" y cuando interpretaron el clásico "Smoke on the Water". El evento finalizó sin incidentes y demostró que la cultura del rock es capaz de "mover montañas" alejado de todo tipo de violencia.

Pese a que la voz del cantante Ian Gillan no estuvo fina debido a una bronquitis que sufría y a que muchos extrañaron el sonido de la canción "Child in Time", él junto a sus compañeros, Steve Morse en guitarra, Roger Glove en bajo, Don Airey en teclados e Ian Paice en batería, supieron deleitar con un potente sonido de primera calidad a una audiencia sedienta de rock que jamás olvidará ese día. También destacó el momento en que el maestro Airey interpretó extractos de la canción "gracias a la vida" de Violeta Parra.

Mentes organizadoras

Dos de las figuras responsables de aquella memorable jornada fueron Carla Corrales, en ese entonces, secretaria ejecutiva de la Corporación Cultural de Antofagasta y el "Tour Manager" de la banda y director de la Productora Océano, Jorge Espinosa, quien propuso la idea a la administración local presidida en ese tiempo por la exalcaldesa Marcela Hernando.

"Deep Purple venía de presentarse en Buenos Aires y les propuse la idea de pasar por Antofagasta, a ellos les interesó mucho tocar fuera de las capitales donde habitualmente están acostumbrados. Armamos un escenario muy bonito y recibimos a cerca de 40 mil personas, no hubo ningún desorden y la comunidad tuvo una actitud súper ordenada y cariñosa con la banda y con nosotros. Tengo muy buenos recuerdos", expresó Espinosa.

"Este espacio es absolutamente recuperable en la medida en que la gente vea orden, buena onda y que efectivamente la seguridad funciona. Nosotros no permitimos el ingreso de gente que viniera bebida ni que trajera alcohol. Antofagasta Rock fue una fiesta muy bonita pero que lamentablemente se perdió en el tiempo, sin embargo, sería interesante repetirlo", añadió el productor.

Este festival, que fue financiado por Minera Barrick Zaldivar, quien puso 200 millones de pesos y el municipio local, que desembolsó más de 50 millones, se realizó en el marco de la celebración de un nuevo aniversario de Antofagasta, sin embargo, el formato del "Antofagasta Rock" es distinto al tradicional festival que se realiza cada año en la capital regional, según explicó Espinosa.

El director de comunicaciones y producción de la Corporación Cultural, Oscar Rebolledo, quien participó de la organización del evento, comentó que "creo que Antofagasta mantiene la capacidad de hacer grandes eventos y de primer nivel, no solamente organizados por la corporación, sino por otras instituciones".

"Hoy estamos de 'capa caída' con el tema de las donaciones por parte de las empresas para eventos culturales, sin embargo, en ese momento fue entretenido tener la convicción de que poseíamos la expertiz de organizar un concierto de esa magnitud", añadió.

El setlist que tocó Deep Purple se compuso, en el mismo orden, de las canciones Highway Star, Things I Never Said, Into the fire, Strange kind of woman, Mary Long, Rapture of the deep, Wring that neck, Sometimes I feel like screaming, The battle rages on, Perfect strangers, Smoke on the water, Hush (Joe South cover) y Black night.

Rock en Antofagasta

En Antofagasta existe la posibilidad de escuchar buen rock de la mano de bandas locales, sin embargo, el circuito aún no asoma de lo "underground", debido a la falta de apoyo y difusión. Muchos de estos jóvenes poseen una basta trayectoria que no ha sido valorada, incluso algunos suman más de 20 años sobre los escenarios.

"En esta ciudad falta infraestructura en general para la cultura, existe una buena cantidad de bandas de rock, de hecho hay dos agrupaciones, cobre y arma, que albergan a cerca de 75 bandas que necesitan apoyo", puntualizó Rebolledo.

han pasado desde aquel mítico concierto que tuvo a la banda británica como protagonista. 8 años