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El legado de la Reforma Agraria

"Hay que aprender de los errores que se pudieron haber cometido al implementar un proceso de esa envergadura".
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Hablar de la Reforma Agraria es recordar vivencias importantes de los inicios de mi vida política. En mi calidad de subsecretario de Hacienda, me correspondió participar en su diseño, y al tiempo después, cuando era biministro de Hacienda y Economía, tuve que liderar los temas relativos al financiamiento.

Por lo tanto, pude dimensionar desde muy cerca la trascendencia de ese cambio de paradigmas al que nos enfrentábamos como país y que, si bien se inició durante el gobierno de Jorge Alessandri, fue en la administración de Eduardo Frei Montalva cuando se consolidó.

¿Qué es lo más destacable de la Reforma Agraria que vivió Chile?

Contra lo que algunos creían en ese momento, no se trataba de expropiar por expropiar. Lo que se buscaba era corregir un obstáculo tremendo para el desarrollo del país: La existencia de grandes latifundios mal explotados o simplemente abandonados. Paralelamente, teníamos más de tres millones de campesinos viviendo al margen del desarrollo, subsistiendo en condiciones paupérrimas bajo un sistema de inquilinaje en el cual todo dependía del dueño del predio.

Redistribuir esas tierras implicaba introducir una cuota de justicia social a la estructura de propiedad, dignificar a la gente del campo y modernizar la agricultura, mejorando la producción de alimentos para que el país pudiese autoabastecerse y dejara de depender de las importaciones. Sí, paradojalmente, teniendo grandes extensiones cultivables, suelos de calidad, un clima benéfico para los cultivos y mano de obra suficiente, Chile debía comprar productos agrícolas afuera para alimentar a su población.

El lema de la Reforma, "la tierra para el que la trabaja", tenía en ese contexto un significado profundo, atravesado por una mirada claramente progresista en una sociedad que llevaba siglos aplicando un modelo anquilosado, que beneficiaba a unos pocos en perjuicio de muchos.

Se puede decir que la agricultura familiar campesina nació de la mano de la Reforma Agraria. Asimismo, en el contexto de su implementación se crearon la Cora y el Indap y se promulgó la Ley de Sindicalización Campesina.

A medio siglo de la publicación de la ley es preciso detenerse a reflexionar sobre su impacto y sus enseñanzas. Y, para ello basta con conversar con los campesinos.

Ellos recibieron las herramientas para que el trabajo de sus manos les diera frutos; tuvieron la oportunidad de formar parte del desarrollo de su país, de educar a sus hijos y de mejorar ostensiblemente sus condiciones de vida.

Sin duda, hay que aprender de los errores que se pudieron haber cometido al implementar un proceso de esa envergadura, para seguir transitando hacia la modernización de la agricultura chilena en un marco de mayores oportunidades y menor desigualdad, sin olvidar las lecciones del pasado y los desafíos del futuro.

Sobre todo hoy, en que algunos sectores quieren volver a imponer la lógica de mercado en muchos terrenos, debemos pensar en lo que la Reforma Agraria significó en su momento. Y así, entre todos los que creemos en una sociedad más justa, defender el derecho de la gente del campo a ser parte plena de nuestra querida tierra chilena.

Andrés Zaldívar

Presidente del Senado

Los dos panes de Nicanor

"Antofagasta está mejor, en términos relativos al resto del país, pero en ningún caso creo que debemos contentarnos con eso".
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Cada vez que algún organismo publica algunos promedios que al común ciudadano parecen no representar la realidad, se recuerda una frase que se atribuye a Nicanor Parra: "Hay dos panes; usted se come dos, yo ninguno. Consumo promedio: un pan por persona". Mucho de razón hay en esta frase, en particular cuando se refiere a temas como los Ingresos Promedios Mensuales de los ocupados, y esto es porque la media o promedio tiende en algunos casos a no coincidir con lo que las personas perciben en su realidad, y esto es verdad. El hecho de que unas pocas personas ganen un sueldo muy elevado origina un ingreso promedio 'inflado', por decirlo de algún modo.

Es así entonces que, para la Región de Antofagasta, la encuesta ESI 2016 arroja que los ocupados de nuestra región perciben un Ingreso Promedio Mensual de $652.269, pero el Ingreso Mediano Mensual es de sólo $499.737, es decir, 23% inferior al Ingreso Promedio. Aun así, el Ingreso Medio de Antofagasta junto con el de Magallanes son los más altos de Chile. En el país el Ingreso Medio Mensual alcanza a $350.000, lo que indica que en Chile el 50% de los ocupados percibe sólo $350.000 o menos. Respecto de los hogares, el INE informa que el Ingreso Promedio Mensual de un hogar en Antofagasta alcanza a $1.441.679, pero el Ingreso Mediano Mensual es de $1.150.000, ahora sí el más alto del país, el que sólo llega a $709.627.

En el país el Ingreso Mediano de los Hogares es un 31% inferior al Ingreso Promedio, mientras que en Antofagasta esa diferencia es de sólo un 18%. Vemos entonces que, aun cuando consideramos los Ingresos Medianos, Antofagasta aparece en una posición relativa mucho mejor aspectada que el resto de las regiones.

¿Son suficientes esos montos de Ingresos? Evidentemente no. Lo que he explicado con anterioridad es que Antofagasta, en términos relativos al resto del país, está mejor, pero en ningún caso creo que debemos contentarnos con eso. Lamentablemente los ingresos no se pueden aumentar por decreto, es necesario que el país vuelva a crecer. Si la economía no crece, seguirán siendo sólo dos panes a repartir, como decía Nicanor.

Por lo anterior, es que muchos consideran que la 'mediana' es una mejor medida de la tendencia central para distribuciones que son asimétricas. En Antofagasta los ingresos percibidos por los trabajadores son muy asimétricos, todos sabemos que las remuneraciones que perciben los trabajadores del sector minero son más elevadas. La definición que el INE entrega para Ingreso Mediano es: "El ingreso que recibe el individuo u hogar situado en el medio de la distribución una vez ordenados los ingresos de menor a mayor. Es decir, es el monto que divide a la población en dos partes iguales". Por lo mismo, el ingreso mediano es interpretado como el ingreso que recibe un individuo representativo de la población.

Antonio Sánchez

Presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta

Precio del cobre y expectativas 2018

Si bien los indicadores están en mejor pie, debe quedar claro que el país requiere transformaciones que atraigan más inversión y la consoliden. Varios informes dan cuenta que en el largo plazo, las perspectivas del metal rojo son excelentes, lo que abre posibilidades de desarrollo muy interesantes. Pero debemos prepararnos para este escenario.
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Esta semana el precio del cobre confirmó su tendencia al alza y la libra cerró la jornada en US$ 2,78, debido al mejor desempeño económico de China, nuestro principal comprador de metal rojo, aunque las expectativas de reactivación con miras al 2018 todavía siguen en veremos.

Incluso, en vista del aumento en el valor del commoditie, Cochilco elevó sus proyecciones para el precio del metal con un promedio de US$ 2,64 este año y US$2,68 en el 2018.

Asimismo, algunos expertos ya hablan que el metal rojo podría dentro de las próximas semanas superar los US$ 3. Aunque estas proyecciones siguen dependiendo de las variaciones o ajustes monetarios en China, en lo que parece una encrucijada constante para la economía chilena.

Por este repunte, las ganancias del Estado por los aportes de Codelco durante el 2017 llegarían a los US$ 2 mil millones, el más alto en los últimos tres años. Una proyección alentadora en consideración a los desafíos que tiene el país en educación (reforma y gratuidad), salud y vivienda, entre otros cambios realizados por este gobierno.

De mantenerse este panorama, las empresas mineras comenzarían a reevaluar los proyectos que debieron paralizar por la caída del cobre, ya que también la banca ve con mayor confianza el financiamiento a las compañías, además de la devaluación del dólar. Pero tampoco hay que engañarse. El factor precio por sí solo no es suficiente para pensar en un mejor futuro. Chile requiere cambios regulatorios.

A nivel regional, los industriales ven en el 'factor político' otra variable por analizar en la reactivación de la economía, que pasa necesariamente por la elección presidencial de noviembre. Esto al resolver -junto al mejor precio del cobre- pueden crear las condiciones para el esperado repunte en el 2018.

El problema ahora pasa por cómo el país enfrentará la falta de crecimiento en los últimos años y que mantiene sin proyecciones distintos sectores de la economía, porque una vez más olvidamos que sin innovación y diversificación económica no tenemos mucho que hacer.