Inmigrantes tienen rápido ingreso al mercado laboral y baja cesantía
INFORME. Desocupación entre extranjeros alcanza 5,8%, esto es 2 puntos menos que entre los nacionales. La necesidad de encontrar rápidamente un empleo para sustentarse, su juventud y especialización en ciertos sectores económicos explicarían esta tendencia.
Diana Medina, de 35 años, llegó en 2014 a Antofagasta desde la ciudad de Cali, en Colombia, buscando mejores oportunidades laborales y calidad de vida.
Fue una amiga que ya vivía en la capital regional quien le comentó que aquí habían más posibilidades de empleo, motivo que trajo primero a su pareja y luego a ella a la ciudad.
Medina relata que al llegar no tardó más de un mes en encontrar su primer trabajo como cuidadora de un bebé en una vivienda del sector sur.
Actualmente lleva más de dos años trabajando como cajera en un local comercial del centro, labor similar a la que desempeñaba en Cali.
Diana asegura que para los colombianos no es difícil encontrar trabajo, pues están más dispuestos a desempeñar cualquier tipo de empleo.
"No nos cuesta tanto porque no somos tan exquisitos, hay que pensar que estamos lejos de nuestras casas y si no trabajamos no tenemos para comer", declaró la jefa de hogar.
Informe
Diana es parte de la gran población de inmigrantes que ha tenido éxito al insertarse en el mercado laboral chileno.
Y es que según el informe "Perspectiva de la Migración Internacional 2017", en Chile el desempleo entre los extranjeros apenas llegó a 5,8% en 2015, cifra dos puntos menor a la que ostentan los chilenos, que alcanzó 7,9%.
Estas cifras sitúan a Chile como una de las cinco naciones integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) que poseen un desempleo entre inmigrantes más bajo que el de los nacionales.
El reporte muestra que de las 32 economías del grupo, sólo otras cuatro registran el mismo logro: Eslovaquia, Estados Unidos, Israel y Nueva Zelandia. Así, Chile se posiciona en el segundo lugar, siendo sólo superado por Eslovaquia, que registró 3,6 puntos de diferencia entre desempleo de nacionales y extranjeros.
Empleos
Según cifras del año 2015 entregadas por el Observatorio Laboral de Antofagasta, a nivel regional el 7% de la población ocupada es inmigrante, lo que contrasta con el 3,2% que representan a nivel nacional.
Por nacionalidades, en la región destaca la boliviana, quienes representan el 45,4%, del total de migrantes ocupados, seguidos de peruanos (22,4%) y colombianos (19,5%).
Al discriminar por edades, la mayoría de los ocupados extranjeros se encuentran en el rango de 25 a 34 años, con participaciones de 39,7% y 42,3%, respectivamente.
Para el académico del Departamento de Economía de la UCN, Manuel Pérez, esta tendencia se da porque el principal objetivo de quienes optan por ir a vivir a otros países es la búsqueda de trabajo.
"El migrante por definición es una persona que está en edad de trabajar y el principal motivo para desplazarse es buscar empleo", expresó el doctor en Economía.
En cuanto a los tipos de labores que desempeñan y si vienen a competir con el trabajador chileno, Pérez indicó que habría que analizar cuál es el grado de complementariedad y de sustitución que existe entre los trabajadores migrantes y chilenos.
"Hay que tener mucho cuidado a la hora de referirse al migrante como una persona que viene a rivalizar por los trabajos de los chilenos. Inclusive aquella gente que pueda aportar en la actividad productiva, también genera economía. Eso en base a los encadenamientos que se van produciendo y que impulsan el empleo", explicó.
Sectores
El director de la Cámara de Comercio de Antofagasta, Antonio Sánchez, expresó que la mayor empleabilidad de los inmigrantes podría responder a múltiples factores, como que en ocasiones las personas que emigran son profesionales o están capacitadas en ciertos sectores productivos.
"Hay un porcentaje de las personas que emigran que son profesionales en sus países de origen y se van por las malas condiciones económicas. Por lo tanto, ya llegan con un handicap en cuanto a su nivel de educación", declaró.
Sánchez dijo que otro de los elementos que podría influir es que las personas que no tienen educación superior, pero que provienen de países vecinos, de todas formas llegan con un nivel básico bastante mejor que el de Chile.
"Son personas que se expresan mejor, que tienen un mejor trato y normalmente los vemos en lugares que están relacionados con la gastronomía o la atención directa de público. Por eso a veces son tan notorios y parece que fueran más de los que realmente son", argumentó.
Rodolfo Wiesner, es colombiano y de profesión ingeniero mecánico. Llegó a Chile en 2006 contratado por una compañía norteamericana dedicada a la fabricación de equipos y prestación de servicios a la minería.
Sobre la brecha entre la tasa de desempleo de los inmigrantes y los chilenos, indicó que puede deberse a que hay muchos extranjeros que llegan con contrato de trabajo.
"De hecho la mayoría de las personas que trabaja en Minera Escondida y que son colombianos, es gente que por BHP Billiton tenían trabajo en Colombia o en otras partes del mundo, y la empresa los ha trasladado a Chile", explicó.
EXTRANJEROS relatan su experiencia en Antofagasta Diana Medina, cajera: "Trabajamos en cualquier tipo de empleo"
Diana Medina viene de Cali, Colombia. Llegó a Chile hace tres años en compañía de su pareja, buscando mejores oportunidades laborales. Asegura que no tardó más de un mes en encontrar su primer trabajo, aunque precisa que para las mujeres es más fácil conseguir empleo que para los hombres. Esta trabajadora piensa que la menor cesantía entre los inmigrantes podría darse porque su principal objetivo al llegar al país es encontrar trabajo, y porque los colombianos no son tan exigentes en la búsqueda de empleo. "A la hora de querer trabajar, no somos tan exquisitos, porque estamos lejos de la casa y si no trabajamos no comemos", argumentó.
Beni Zambrano, llegó desde Caracas, Venezuela, hace cinco años, y tiene una visión más crítica respecto a los resultados del estudio, pues asegura que encontrar trabajo en Chile no es tan fácil. "Que un número refleje que la situación es buena para los migrantes, no significa necesariamente que sea así. Es cierto que venimos a trabajar, es la prioridad, pero las condiciones en que esos trabajos se dan no son siempre las óptimas", expresó Zambrano, quien agrega que "esta cifra puede deberse a que los migrantes hacen trabajos que la población local no quiere desarrollar, con peores condiciones, horarios y sueldos".
Sayda Grisales llegó desde Colombia hace diez años a Antofagasta en compañía de su esposo y su primera hija (hoy tiene dos). Sayda asegura que en ese entonces era una "novedad" ser de otro país. Por ese motivo no le costó encontrar trabajo, además que en ese tiempo había más oferta laboral. Sayda, es tecnóloga en sistemas y su primer trabajo fue en el casino Enjoy, donde estuvo tres años. Actualmente trabaja en un banco de la ciudad. Grisales cree que la tasa de desempleo de los inmigrantes es menor a la de los chilenos porque "cuando uno migra lo principal es generar ingresos para tener una mejor calidad de vida".
María Fernanda Vargas llegó hace siete años a Antofagasta procedente de Cali, Colombia. Su primer trabajo fue en un restorán de comida peruana, donde estuvo cinco meses. Recuerda que no le costó mucho encontrar aquel empleo, pues en ese tiempo no había tantos extranjeros. Luego trabajó como secretaria en una empresa de chatarrería. Vargas se casó con un chileno, con quien tiene dos hijos. Ambos decidieron instalar una panadería colombiana, la cual -asegura- ha tenido muy buena acogida entre los antofagastinos. "Cuando uno se va a otro país, la prioridad es tratar de conseguir un empleo para poder mantenerse", dijo la emprendedora.