Los fragmentos inéditos de las memorias de Neruda
Darío Oses trabajó en la reedición de "Confieso que he vivido" y agregó 100 páginas con material no publicado que encontró en la biblioteca de la Fundación Neruda, donde trabaja. El libro fue lanzado esta semana.
"Confieso que he vivido", esas memorias que Pablo Neruda pensaba publicar en 1974 cuando cumpliera 70 años y que nunca pudo completar, volvieron esta semana a las librerías en una edición ampliada de Seix Barral, con 18 textos inéditos y el trabajo minucioso del equipo del periodista Darío Oses, director de biblioteca de la Fundación Pablo Neruda.
Además de editar, escribir el prólogo y las notas de este libro, Oses elaboró una cronología que, sin seguir un orden cronológico, sirve como guía para revisar la vida del Premio Nobel de Literatura. La reedición trae cerca de 100 páginas nuevas con material inédito que fue hallado en los archivos de la Fundación. Son piezas que estaban pensadas como parte de las memorias, pero que el mismo Neruda no quiso incluir, o que Matilde Urrutia, su viuda, quien después finalizó el libro en 1974 en Caracas junto al escritor Miguel Otero Silva, tampoco quiso agregar.
Entre estos escritos desconocidos, cuyo leitmotiv Oses identifica como "el regreso al mundo perdido, al mundo destruido", está la historia de cómo el poeta obtuvo el caballo de madera tamaño natural que tiene en su casa de Isla Negra y que fue parte de su infancia en Temuco. También está el origen de una de las frases ícono de Neruda que no tenía registro hasta ahora: "Si ustedes me preguntan qué es mi poesía, debo decirles: no sé. Pero si le preguntaran a mi poesía, ella les diría quién soy yo". O la visión política y social que entrega del sur chileno, incluyendo el exterminio de los pueblos originarios de la Patagonia; o el relato sobre la homosexualidad de su amigo Federico García Lorca.
-¿Cómo fue dar con esta especie de confesión sobre García Lorca?
-Entre los papeles de Matilde Urrutia, la viuda de Neruda, que lo acompañó hasta el final de su vida, encontramos este texto sobre la homosexualidad del poeta granadino Federico García Lorca. Tenía una nota de Matilde según la cual Neruda no estaba seguro de incluir ese texto en sus memorias, porque tal vez el público de aquella época (estamos hablando de finales del 72), podía no tener la madurez suficiente para entender ese tema. Matilde finalmente optó por no incluirlo, pero lo dejó con esa nota.
-¿Cómo fue el proceso de encontrar y seleccionar el material inédito?
-Encontramos también un texto sobre el gran enemigo político de Neruda, Gabriel González Videla, con otra nota de Matilde que indicaba que ese escrito era para las memorias, pero se había extraviado, razón por la cual no se incluyó. Eso nos indicó que podía haber otros textos destinados a las memorias que no se habían puesto en estas. Nos pusimos a buscar entre los textos inéditos que ya habíamos encontrado en los archivos de la Fundación y encontramos capítulos que calzaban muy bien en alguna parte del libro o que completaban algún relato o algún tema del libro.
-¿Qué sintió al reconocer que tenía entre sus manos un Neruda "desconocido", por así llamarlo?
-Ese tipo de experiencias son bastante abrumadoras, al menos para un tipo más bien retraído como yo, que preferiría que nunca le pasara nada fuera de lo común, nada que alterara sus rutinas, ningún temblor que le desordenara el mundo, aunque fuera para mejorarlo.
-¿Se podría decir que Neruda siempre escribió su autobiografía en todo lo que hacía?
-No en todo, pero su obra poética puede leerse como un gran poema cíclico sobre lo que le acontecía interior y exteriormente. Al cumplir 64 años, cuando publica su gran autobiografía poética, "Memorial de Isla Negra", en un discurso improvisado en la Biblioteca Nacional declaró que ahí no concluía su impulso autobiográfico, que iba a seguir escribiendo su autobiografía hasta el momento mismo de su muerte, y eso fue lo que hizo.
-¿Vivió Neruda más de una vida en su vida?
-Él mismo afirma que su vida está hecha de muchas vidas: las vidas del poeta. Sus memorias son la historia de un hombre que avanza desde la soledad del sur del mundo a la comuni ón con el hombre y con el pueblo. Su poesía sigue un camino paralelo, al transitar desde el ensimismamiento atormentado de sus primeros libros, a asumir la voz del colectivo humano, a ser la voz de todos.
-Neruda dice que entrega en sus memorias "una galería de fantasmas sacudidos por el fuego y las sombras de su época". ¿Es eso finalmente recordar?
-Es una forma de recordar, no la única. En distintos momentos de sus memorias, Neruda hace catastros de seres humanos excepcionales, excesivos, inquietos, animados por algún fuego particular. Ahí están por ejemplo, el yerbatero naturista de Valparaíso; los locos de invierno, en especial Alberto Rojas Giménez y la aristócrata rebelde Nancy Cunnard, entre otros.
-¿Cómo influyó en usted Neruda?
-Me descubrió el valor y el sentido de la literatura, particularmente de la poesía, que según él, debe ser un producto tan humilde y necesario como el pan. Él escribió poesía para la gente, no para otros poetas ni menos para los especialistas en estudios literarios. Hacía poesía que llegara a la gente, directamente, sin que nadie tuviera que explicársela. Luego, para mí Neruda es un paradigma de consistencia humana, su trabajo poético es coherente con su trabajo político. Eso se echa mucho de menos en estos tiempos de postmodernidad, en que todo parece hecho de plasticina.
un fotografía de 1932 que pablo neruda tenía pensado incluir en "confieso que he vivido".
el periodista darío oses.
Pablo Neruda
Seix Barral
516 páginas
$17.900
"Confieso que he vivido"
Por Magdalena García C.
Alfredo Molina La Hite
wilson gajardo blackwood