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"Llampo brujo", de Zañartu

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En lo que refiere a "Llampo Brujo", de Sady Zañartu, ocurre que el tema es de un gran interés. Los personajes pampinos tienen un relieve y atracción poco comunes. Al comenzar la novela se piensa en uno de esos libros que hacen época en la historia literaria de un país: "Don Segundo Sombra", La Vorágine, "Doña Bárbara" y otras novelas sudamericanas.

Se advierte en su obra cierto retoricismo que enfría la acción. Echamos de menos espontaneidad y desaliño de autor que se siente arrastrado por la emoción y rompe las medidas impuestas por el deseo de ser correcto.

Demora en hacer que sus personajes actúen decididamente en el relato que constituye el corazón de la obra. Divaga, presenta tipos, costumbres y paisajes que son interesantes en forma aislada; pero que no embocan en definitiva al asunto principal. Por la mitad, se comienza a desarrollar el nudo interesante, que es el relato de la expedición encabezada por don Vicho en busca del mineral fabuloso de la Ola, descubierta por mineros españoles, y perdido inmediatamente después con la muerte de los descubridores. Desde ese momento el relato adquiere una espina dorsal y el interés del lector no se desorienta en rutas falsas.

En Llampo Brujo hay elementos para desarrollar una novela de primer orden. Faltó un poco de arquitectura novelesca para convertirla en uno de esos libros que forma época. Recordamos con gusto la impresión de misterio que se desprende de las escenas relacionadas con un personaje que revolotea alrededor de la expedición como un ave siniestra, y que termina con un combate con uno de los expedicionarios.

Zañartu es uno de los escritores chilenos que tiene por delante un porvenir halagüeño. Es observador, tiene un gran cariño por su arte y no tardará en hallar el tema que le sirva para desarrollar su talento en forma amplia. Si esta novela no ha alcanzado el máximum de su expresión artística, no por eso deja de ser una obra digna de figurar entre las que merecen nuestra estimación.

Fernando Santiván

Obra aborda la cultura indígena de la región mediante el teatro de sombras

DEBUT. Compañía Akelarre estrena "Lickan tatai, la amistad de dos pueblos".
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Daniel Contreras Palma

Una propuesta teatral que cuenta la historia y las costumbres de dos etnias originarios de nuestra región, es el trabajo que está desarrollando la compañía antofagastina "Akelarre" con su montaje "Lickan tatai, la amistad de dos pueblos", el que será estrenado este sábado en el Salón Teatral (Maipú #642, segundo piso).

Se trata de una puesta en escena protagonizada por una muchacha de origen likan-antai y un joven chango quienes se enamoran realizando el llamado "caravanéo", una tarea primordial en la vida de estos pueblos, que les permitía realizar trueques o intercambios de productos durante las migraciones.

"Hablamos del encuentro de nuestras raíces, de nuestra cultura. En este caso de los likan-antai y los changos, antes de la llegada de los españoles. El propósito de este proyecto es mostrarle a nuestros niños de una manera más lúdica, a diferencia de lo que le pasan en el colegio, sobre nuestros pueblos originarios, cómo era su mundo, sus costumbres, su manera de vivir y su cosmovisión", explicó sobre el montaje Gabriela Vega, actriz y directora de la compañía.

Investigación

Para esta obra la compañía antofagastina realizó importante trabajo de investigación con el apoyo del Museo Regional de Antofagasta, además de visitar pueblos como San Pedro de Atacama y Chiu-Chiu para interiorizarse sobre sus costumbres y formas de vida.

"La historia comienza cuando una momia atacameña que lleva muchos años en España despierta y se da cuenta que está en otro lugar y se preguntarse 'por qué estoy aquí', 'dónde está mi gente'. A partir de esto la momia atacameña empieza a hablar de su pueblo y sus costumbres a medida que van apareciendo los personajes. Hablamos sobre cómo eran sus tejidos, el trabajo en cerámica, hasta cuando se preparan para participar de las caravanas hacía la costa para realizar el intercambio con los changos. Al mismo tiempo mostramos a los changos en su quehacer diario, como cazaban las focas y las ballenas", comentó la actriz.

La obra está dirigida por Alejandro Pino y protagonizada por la actriz Arlette Ibarra, además de los actores Ivonne Sandra, Jorge Salazar, Luis Cárdenas y Gabriela Vega.

"Para este montaje utilizamos técnicas como el teatro de sombras. Para ello invitamos como compañía a Alejandro Pino, quien tiene mucho conocimiento en teatro de sombras y expresión corporal. No es una obra costumbrista, no es una obra realista. Es una obra mágica donde se actúa con máscaras, las montañas de mueven a medida que los likan-antai vienen viajando, hay música y danza", enfatizó la directora de la compañía.

Estudiantes

Otras de las características que destaca de la propuesta es la idea de acercar de una manera lúdica la historia y costumbres de nuestros pueblos originarios a los estudiantes.

"Mostramos el trueque, las cosas que intercambiaban como la piel y carne de llamo, las hierbas o el aceite de ballena. Me llama la atención que nuestro patrimonio indígena está tan a mal traer, sobre todo por nuestros jóvenes. Nadie cuida lo que no conoce. En ese sentido, nosotros queremos ser un apoyo a los textos de estudio y a los programas escolares. Si bien es una obra lúdica por la utilización de sombras y colores, nosotros mantenemos la historia en su originalidad. Hablamos de la cosmovisión, les mostramos qué significa la llama, el cóndor, por qué se guiaban ellos por los astros para sembrar o cosechar", puntualizó Gabriela Vega.

Tras su estreno de este sábado, la compañía tiene pensado mostrar su trabajo en varios colegios de la ciudad, además de realizar una gira por diferentes comunas de la región.

La producción estética de esta compañía se orienta en el montaje de obras de teatro con carácter educativo para niños y adolescentes. Dentro de sus trabajos destaca la obra "Cuentos de la Pachamama".

"Me llama la atención que nuestro patrimonio indígena está tan a mal traer, sobre todo por nuestros jóvenes. Nadie cuida lo que no conoce".

Gabriela Vega, Directora Cia. Akelarre"