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Municipio advierte que sin más fondos, proyecto quedará paralizado

CHAQUETA BLANCA. Iniciativa requiere $3.221 millones para obras adicionales sin las cuales no podría operar.
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"Si no hay más recursos, tendremos que seguir botando basura en La Chimba". Así de enfático fue el administrador municipal, Héctor Gómez, al abordar la situación del proyecto Chaqueta Blanca, que enfrenta serias complicaciones debido al aumento de precio que experimentaron sus obras.

El proyecto requiere $3.221 millones para financiar mejoras y adecuaciones realizadas durante su etapa de evaluación ambiental, y la idea del municipio es que tales recursos sean aportados por Gobierno Regional. Sin embargo, dicho objetivo no está asegurado.

Esta semana se conoció que la Subdere -que ya aportó financiamiento para consultorías, compra de terreno y construcción- considera que las mayores obras deben ser asumidas por la empresa adjudicataria (Santa Marta), posición que sustenta en informes emitidos por el propio Gore, donde se hace mención a que el contrato fue licitado bajo modalidad "suma alzada", que se caracteriza precisamente por dejar en manos del privado cualquier adicional que aparezca durante el desarrollo de las obras.

En el municipio el tema genera preocupación, pues entienden que el aporte del Gobierno Regional es el camino más expedito para concluir el proyecto, cuyo avance el ayuntamiento estima en 97%.

Posición

En este contexto, desde el edificio de avenida Séptimo de Línea ya se anuncia el envío de un informe jurídico buscando viabilizar un nuevo aporte público.

El administrador municipal, Héctor Gómez, explicó que la interpretación del municipio es que los cambios que sufrió el proyecto Chaqueta Blanca durante su etapa de evaluación ambiental (acceso, seguridad, pero sobre todo medidas de control aluvial), modificaron de tal manera la naturaleza de la iniciativa, que dejaron sin aplicación las limitantes de la modalidad de contrato.

De esta manera, pese a ser un suma alzada, Gómez sostiene que el financiamiento público no genera vicios legales.

"Los contratos suma alzada no son sacos rotos, sino que se justifican bajo parámetros de invariabilidad. Se toleran ciertos costos, pero asociados a lo mismo que se está pidiendo, pero cuando se generan variaciones tan relevantes, como nos pasó en este caso, se trastoca el concepto suma alzada", explicó la autoridad.

En efecto, durante su etapa de análisis ambiental, Chaqueta Blanca recibió distintas observaciones desde los servicios públicos evaluadores.

Frente a ello, la empresa Santa Marta ofreció incorporar al diseño una serie de mejoras, ampliaciones y obras adicionales, y fueron éstas las que elevaron el valor de la iniciativa.

Lo singular es que tales sobreprecios recién fueron informados en marzo de este año, obligando a urgentes reuniones entre municipio y gobierno para buscar una solución.

Lo primero que intentó la municipalidad fue rebajar las exigencias ambientales hechas a la iniciativa (se pidió una reconsideración a la Dirección de Obras Hidráulicas el MOP), pero este camino rápidamente fracasó y fue entonces que los esfuerzos se focalizaron en la búsqueda de los recursos faltantes.

Héctor Gómez explicó que desde la óptica municipal, no existen impedimentos jurídicos reales para destinar recursos del FNDR al proyecto y advirtió que no hacerlo complicará seriamente la iniciativa.

"Si no hay más recursos, tendremos que seguir botando la basura en La Chimba, y eso va a traer un costo a la ciudad", dijo el administrador, dejando en claro los riesgos que enfrenta el proyecto municipal.

Es más, Gómez afirmó que no aportar los recursos para las obras adicionales podría abrir un frente judicial complejo, pues Santa Marta tendría la opción de demandar al municipio y al gobierno.

Por ahora, Santa Marta sólo observa el escenario, sin hacer declaraciones.

Se confirma tercer atraso en la entrega

La primera consecuencia práctica del problema financiero que enfrenta Chaqueta Blanca se conoció ayer, y es que tal como se anticipaba, el proyecto no será entregado el lunes 26 de junio. Según confirmó el municipio, debido a las dificultades que existen, la apertura del relleno sanitario se pospuso en 120 días, es decir, se estaría produciendo a fines de octubre, si es que el conflicto se resuelve. Con esto, la iniciativa suma su tercera prórroga. Hay que recordar que el proyecto debió iniciar operaciones el 23 de diciembre de 2016, sin embargo, peticiones de la empresa extendieron ese plazo en 60 días, 120 días y ahora nuevamente en 120 días. Así la obra sumará 305 días de postergaciones, sólo considerando su fase de ejecución.