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Necesitan con urgencia colchones y ropa de cama

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El Servicio Jesuita a Inmigrantes (SJM) continuará recibiendo en su sede (14 de Febrero N° 2929) donaciones para las familias de los campamentos que resultaron damnificadas producto de las lluvias.

Si bien la campaña comenzó el jueves, hasta ayer no habían recibido las donaciones esperadas, ya que el director del SJM, Leandro Cortéz Araya, aseguró que por lo pronto, necesitan con urgencia 100 colchones.

"La necesidad principal son los colchones y ropa de cama, ya que muchas de estas familias quedaron con sus camas estropeadas debido a que se mojaron completamente, por lo que no es posible que se sequen en el mediano plazo", aseguró Cortez.

También dijo que junto a otras dos ONGs trabajan para elaborar el catastro total de damnificados de los campamentos.

"Nosotros estamos junto a Techo-Chile y el Programa Superación de la Pobreza trabajando en este catastro, que está enmarcado dentro del programa Superación de Campamentos del Gobierno Regional. Pero sé que otras instituciones, como empresas privadas, municipalidad o universidades también están enviado su ayuda", contó.

La Pastoral de la UCN también iniciará una campaña para auxiliar a los damnificados, que comenzará el lunes y se extenderá por una semana, donde voluntarios saldrán a recolectar ayuda.

Expertos advierten sobre nuevas precipitaciones para el invierno

PRONÓSTICOS. Ante reciente fenómeno, meteorólogos dicen que podrían presentarse lluvias debido a los efectos de ola de calor del verano.
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Cristian Castro Orozco

Nuevos episodios de precipitaciones como el registrado hace tres días ( donde el agua caída llegó a los 22 milímetros en Antofagasta) podrían afectar nuevamente a la ciudad en el invierno.

Esta es la conclusión de expertos locales en clima, quienes si bien aseguraron que hasta el martes 13 de junio no existen pronósticos de lluvias, no descartan que ocurran en el invierno (empieza el 21 junio).

"Lo que vimos fue un gran núcleo frío en altura. Eso ocurre en los meses de transición como otoño-invierno y no se descarta que ocurra en los meses de invierno. Últimamente hemos visto la incursión de un núcleo frío que trae situaciones de lluvia más al norte", explicó Marianela López, meteoróloga de turno de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de Antofagasta.

Asimismo, la experta del mismo centro, Gabriela Morales, explicó que usualmente la temporada de transición (otoño-invierno) genera mayores fenómenos climáticos, tal como ocurrió con la "baja segregada", que en un lapso no superior a 20 horas superó las estimaciones de los 15 milímetros de agua caída que esperaban para este año.

"En esta época vienen ondas en altura, que provocan precipitaciones y nubosidad. Esto es usual, pero no condiciona a que estos frentes tiendan a repetirse durante todas las temporadas", aseguró la profesional.

Hipótesis

Dado a que en verano hubo altas temperaturas en todo el país (llegando a marcar en Antofagasta un peak de 30,3 grados el 21 de enero), Morales comentó que el calentamiento del océano podría incidir en nuevas precipitaciones para este invierno.

"Recordemos que tuvimos durante el verano un calor extremo, que aumentó la temperatura del mar y ocasionó olas de calor. Entonces puede que este efactor lleve a que se repita con más frecuencia este tipo de fenómenos climatológicos", dijo la meteoróloga.

La anterior apreciación fue compartida por el meteorólogo de la Dirección Meteorológica de Chile, Marco Hernández, quien aseguró que la ola de calor de enero y febrero condicionarían nuevas lluvias para el invierno.

"De momento sabemos que tendremos un invierno con precipitaciones sobre lo normal. Y eso se debe a múltiples factores, como por ejemplo, que el océano presenta temperaturas que están un par de grados más elevados dentro de lo habitual", dijo el experto.

Temperaturas

Hernández aseguró que para los próximos días en Antofagasta, las temperaturas no oscilarán demasiado, manteniéndose mínimas de 15 grados y máximas de 16 grados,

"Por lo menos hasta el próximo martes no hay pronósticos de que se vuelvan a generar precipitaciones o eventos significativos para la ciudad. Sólo el típico nublado matinal variando a despejado por la tarde. Con mínimas que por lo pronto no bajarán de los 15 grados", aseguró.

El pronóstico para la región también presentará temperaturas extremas para hoy. Es el caso de San Pedro de Atacama, con mínimas de -3 grados y una máxima de 16 grados y Calama, con -1 grados y una máxima de 21 grados, según indica la Dirección Meteorológica de Chile.

No obstante, la página web de Accuweather (compañía internacional que presta servicios en pronósticos del tiempo) establece para Antofagasta mínimas de 13 grados y máximas de 18 grados dentro de los próximos días.

Registros

Los expertos no han dudado en atribuir todas estas oscilaciones al llamado cambio climático, debido a que en diferentes partes del mundo han ocurrido fenómenos similares o extremo (lluvias y sequías).

Sólo en lo que va del año en Antofagasta ya fueron superados registros históricos. La reciente lluvia fue la cuarta más significativa en casi 50 años, sólo superada por los 42 mm de junio de 1991 (aluviones) ; 30,5 mm de marzo del 2015; o los 23,3 mm de julio de 1987.

Y también este año los termómetros marcaron en enero 30,3 grados, un peak sólo superado por los 31,8° grados registrados en 1998, en medio de una ola de calor que llevó a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) a decretar dos alertas para la región.

Comparación con aluviones de 1991

Según el pluviómetro (elemento que mide las precipitaciones) del Centro de Mitigación y Catástrofes Naturales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antofagasta (UA), las precipitaciones del martes y miércoles tuvieron un total de 24 milímetros de agua caída en la capital minera. Desde el campus Coloso de la UA dimensionan la magnitud del evento con el ocurrido hace 26 años en junio de 1991, cuando un fenómeno de corriente en chorro activó condiciones atmosféricas generando una intensa lluvia de tres horas (51,3 milímetros), siendo la primera de estas horas la más catastrófica, al dejar caer sobre la ciudad 22.4 milímetros de agua, provocando aluviones que enlutaron a la comunidad (con 92 víctimas fatales y 16 desaparecidos).

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Dániza Urrutia Sepúlveda

Difícil es vivir en un campamento. Hay que lidiar con muchas carencias y más aún cuando se deja sentir algún fenómeno climático. Antofagasta está poco preparada y acostumbrada a estos eventos, y su gente más humilde, es la que debe enfrentar estos complicados momentos.

Las intensas precipitaciones que azotaron la ciudad el miércoles dejaron en evidencia lo dramático que es no tener una buena techumbre o una construcción improvisada. Muchos extranjeros avecindados en campamentos, de sur a norte, tienen que hacer frente a estos inconvenientes.

Incendio

"Perdí todo lo que tenía. En cosa de minutos mi casa quedó convertida en escombros a causa del fuego. Lo único que atiné fue a salir con mis hijos. Desde ese día estoy albergada en la casa de una vecina, pero por efectos de la lluvia, su casa se inundó, esa es la realidad de los campamentos", se lamenta Pura Rodríguez, boliviana, madre de cinco hijos, que apela a la solidaridad de la gente para poder seguir adelante.

Dice que el carro de Bomberos llegó sólo hasta cierto punto, debido a lo difícil del acceso (pasaje Viento Libre, campamento Juanita Cruchaga). "Me dijeron que pudo haber ocurrido un desperfecto eléctrico, y perdí todas mis pertenencias que con tanto sacrificio obtuve. Hace una semana había terminado de arreglar mi cocina y ahora pasó esto", dijo.

Tras el siniestro, recibió cuatro camas y cajas de víveres de parte del municipio, y voluntarios de un "Techo para Chile" ayudaron para mover los escombros. Alcanzó a levantar algunas planchas de madera para reconstruir su vivienda, cuando se dejó caer la lluvia.

"Lo que más me preocupa es poder conseguir los materiales para el techo de la que será mi nueva casa. Si no tengo techo no puedo habitarla, porque tengo hijos pequeños y todo está muy húmedo", dijo.

Hijos

Procedente de La Paz, Bolivia, Vitalia Pati llegó a Antofagasta con la ilusión de tener una mejor vida. Con su esposo han luchado muy duro y optaron por emigrar a Chile.

Instalaron su casita en la parte más alta del campamento "Juanita Cruchaga". Pero con las intensas precipitaciones que afectaron la ciudad el pasado miércoles, tuvo numerosos inconvenientes.

"Tengo cuatro hijos y cuando empezó la lluvia mi esposo estaba trabajando. Empezó a filtrar agua por el techo y mojó los colchones. Tuve que pedir ayuda a un vecino para poder estar en un lugar que no se mojara. Ahora todo está húmedo. Pero es nuestra realidad y debo vivir así con mis hijos de 3, 5, 8 y 13 años", precisó.

Dijo que estaba muy asustada y temió por la seguridad de su familia, y por eso se refugió en otra vivienda. "Hace dos años llovió mucho más, y pienso que de haber ocurrido lo mismo, otra sería la historia de nosotros ahora", confidenció.

Mónica Terrazas, otra extranjera afectada por el fenómeno climático, confiesa que no pudo dormir en toda la noche, porque lo primero que se le mojó fue la cama.

"Desde ahí tuvimos que sacar el agua que se nos metía por la puerta. No dormí nada y por la mañana tuve que ir a trabajar, ya que las 8.30 horas me esperaban en una casa para planchar", puntualizó.