El panorama para la creación y edición literaria en el Norte Grande sabelliano es cada vez más amplio y variado. Muestra de ello es "Se necesita lector y otros poemas", de Alejandra Tapia; ejercicio de sensibilidad, honesta y creativa, que ve la luz bajo el sello de Editorial Camanchaca, una nueva opción para los autores y los lectores nortinos.

Pero toda creación poética debe implicar, aunque sea tácitamente, a quien dé cabida, sentido y expansión a lo creado; el otro indispensable para la interlocución. En esta obra, ese destinatario es parte esencial del diálogo que se entabla entre una voz de mujer, y sus lectores que, casi sin darse cuenta, quedan cautivos en la expresividad de sus letras.

Uno de los hilos conductores del poemario es la presencia permanente de lo femenino y sus múltiples rostros. La madre que pare y nutre; la amiga que comparte un espacio; la mujer de letras y de palabra viva que se conjuga con pasión; la amante que anhela… Todas ellas, plenas de fuerza femenina, que aquí comparten espacio con Frida Kahlo, Isadora Duncan, Scherezada, Caperuza (no Caperucita), y Ariadna; mujeres icónicas del arte, el mito y la literatura que habitan estas páginas, trascendidas como personajes y enriquecidas en la recreación de la poiesis, convocadas en una atemporalidad siempre vigente.

Otra de sus columnas temáticas es la representación de lo cíclico, misma que la autora manifiesta en aciertos creativos de composición metafórica y concéntrica, como el poema "Devenir", y de continuidad anular presente en "Para Vanessa", texto que cierra el poemario y que, a manera de dedicatoria, funde emotivamente el final con un nuevo inicio.

"Se necesita lector y otros poemas" es, en resumen, una obra propositiva, intensa, dialógica; adjetivos que definen también a su autora, Alejandra Tapia, en su requerimiento de un lector que no sólo lea y descifre el poema, sino también a la mujer que lo concibe y lo crea. Una invitación difícil de ignorar.

Ericka Castellanos

Valeria Barahona / Agencias

La Premio Nacional de Literatura, Isabel Allende presentó en Madrid su nueva novela, "Más allá del invierno", un libro en el que aborda la vida de los inmigrantes y refugiados, bajo un prisma de amor, solidaridad y esperanza.

La autora, de 74 años, comienza el relato con una cita del francés Albert Camus: "En medio del invierno aprendí por fin que había en mí un verano invencible", para urdir una trama en la que presenta a unos personajes propios del mundo contemporáneo, quienes se hallan "en el más profundo invierno de sus vidas": una chilena, una joven guatemalteca ilegal y un maduro judío norteamericano.

Los tres sobreviven a un terrible temporal de nieve en Nueva York y ahí aprenden que "más allá del invierno" hay sitio para el amor inesperado y para "el verano invencible" que siempre ofrece la vida.

Una novela que comenzó a escribir, como hace siempre, un 8 de enero, cuando ella misma estaba viviendo "una especie de invierno", tras la separación de su pareja. Allende creía que no iba a volver a tener un amor en su vida, explicó durante el lanzamiento en Casa América.

Necesidad de escribir

La autora, traducida a 25 idiomas, quien vive en California desde 1988, contó que si hubiera permanecido en Chile, habría seguido siendo periodista y no habría sentido la necesidad de escribir, porque su primera novela, "La casa de los espíritus" (1982), fue para ella "un ejercicio de nostalgia, pues estaba perdiendo la memoria del pasado".

"Más allá del invierno" es la vigésimo séptima publicación de Isabel Allende, editada por Plaza y Janés, que salió simultáneamente a la venta en España y Latinoamérica, con una tiraje de 300 mil ejemplares, mientras que en Estados Unidos se publicará durante el otoño.

"invierno político"

La escritora no evitó referirse a temas de actualidad y aseguró que "lo peor" de la sociedad estadounidense está surgiendo con Donald Trump, una persona que cree "no sabe leer" y con el que Estados Unidos está viviendo un "invierno político" como el que refleja en su nueva novela.

No obstante, Allende se mostró convencida que luego surgirá ese "verano invencible" que redime a sus personajes.

Cuando Trump fue elegido presidente, Isabel Allende pensó en irse de Estados Unidos, pero "desgraciadamente" se volvió a enamorar de un norteamericano, afirmó.

En el trabajo con la fundación que lleva su nombre, la autora ha conocido a muchas personas como su personaje Evelyn, una joven y frágil guatemalteca que llega de forma ilegal a Estados Unidos, por lo cual confesó que esa historia no tuvo que inventarla.

La novela "tiene una carga política inevitable", explicó Isabel Allende, debido a que tampoco los refugiados sirios que llegan a Europa quieren abandonar su país, sino que lo hacen por necesidad.

"Yo también fui exiliada y no lo dejé todo por gusto", indicó la escritora, agregando que nada se resuelve con un muro, sino que sólo se puede solucionar en los países de origen.

Para Allende, lo que está viviendo Estados Unidos se refleja en el tiroteo de la semana pasada en Portland, Oregón, cuando un hombre mató a otros dos por defender a unas jóvenes de apariencia musulmana a las que éste insultaba en un tren.

Ese episodio, según la escritora súperventas, refleja lo mejor y lo peor de Estados Unidos, aunque se muestra optimista frente al futuro porque hay "miles y miles" de personas que son como los que defendieron a las mujeres y que "los menos" son como el atacante.

La situación en Venezuela también fue citada durante el lanzamiento del texto para Hispanoamérica, dado que este país la acogió cuando se exilió desde el entonces "sombrío" Chile y en el que comenzó a escribir: "Me da mucha pena lo que pasa allí, pero los Gobiernos pasan, y los países y la gente queda", garantizó.