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ENTREVISTA. Marko franasovic, artista visual antofagastino sobre su nueva expo "Durmientes":

"Mi obra está influenciada por el entorno en el que habito"

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Daniel Contreras Palma

Tras cerca de diez años alejado (por decisión propia) de las grandes exposiciones y eventos culturales rimbombantes, el artistas visual antofagastino, Marko Franasovic (49), reaparece de la mano de su más reciente obra "Durmientes".

Se trata de una muestra en la que el reconocido pintor manifiesta toda su fuerza crítica de interpelación y desacomodo de la imagen, de conflictuación ideológico-cultural de la forma-mercancía de la globalización mediática, a través de un nuevo lenguaje artístico algo muy diferente a lo que se conoce de su obra marcada por el expresionismo.

Hoy el autor antofagastino apuesta por un estilo que lo acerca más a su profesión como diseñador gráfico y al arte contemporáneo, incorporando nuevos materiales en su obra. En su regreso a las exposiciones Franasovic recurre a elementos como los "durmientes" o traviesas de madera, los que se utilizan para mantener unidos los rieles de la vía férrea, en los que aparecen conceptos propios de la modernidad, junto a ellos instala "buquescritos" que trasladan palabras, poemas, fragmentos sugerentes y evocativos, que chocan o son eyectados por los propios "Durmientes", ahora en acción.

La exhibición puede ser visitada de martes a domingo de 10 a 13 horas y de 14.30 a 19 horas hasta el 18 de junio en el Muro Sur, espacio expositivo del Museo Ruinas de Huanchaca.

Reflexión

¿Cuál es la intensión tras "Durmientes"? ¿De qué se trata?

-Durmientes es un trabajo que se desmarca un poco de lo que he venido haciendo que está más asociado a la parte de pintura. Esta exposición tiene que ver más con una reflexión relacionada con el estado de las cosas en general. Hay cosas, por ejemplo, de los discursos actuales que tiene que ver con lo social, político, el cómo se establecen las cosas entre grupos, lo cuál está evidentemente en crisis.

Yo planteo esta expo tratando de responder esa reflexión haciendo una mirada hacia el vestigio. No quiero decir el pasado porque el vestigio siempre ha estado ahí. Este pensamiento se refiere específicamente a la modernidad ensimisma.

¿Por qué escogió el mar como fuente de inspiración en su obra?

-El otro trabajo que tengo y que me encanta es pasear a mis hijas y salir a ver la ciudad, especialmente la playa. Encontrarme con el estado natural de la ciudad que tiene como límite la playa al cual a veces no se recurre para hacer cosas. Uno a veces dice 'voy a ir pasear y ver el mar', así como un detalle. Para mi eso es lo más importante con mi hija. Si está el vestigio de la modernidad, que son los "Durmientes" estas estructuras del ferrocarril, también está la contraparte que es la mirada presente que es el mar en si y todo lo que nos otorga como ciudadanos.

¿Cuál es el estilo qué marca hoy su plástica y cómo ha ido mutando con el tiempo?

-Esto expositivamente es nuevo. La gente espera que yo pinte, pero lo que hago todos los días para ganarme el pan es el diseño gráfico. Hago letreros, ventanas de fotos, le coloco título a las fotos. Para mi no es algo extraño, incluso, hago más este tipo de trabajos que pintar.

Ahora con el sentido de ser artista yo nunca me he considerado artista acá. Pienso que el artistas es como un ángel que baja de repente y lo ilumina todo. Yo siempre he vivido acá, nací en estos barrios, conozco la ciudad y a su personas. Cuando me dicen que cambié no siento que haya sido así.

¿Qué nos puede comentar sobre el proceso creativo que desarrollaste para "Durmientes"?.

-El año pasado me adjudiqué a través de concurso la realización de un mural en el edificio de la Contraloría en el cual utilicé durmientes. Dentro de los objetivos del concurso lo que se le solicitaba a los que estaban participando era que fueran consecuentes con el patrimonio y el contexto. Entonces pensé que para qué iba pintarles un tren si mejor puedo colocarle al mural las vigas de la línea del tren. Mientras hacía esto pensé que los "durmientes" se verían bien escritos y así surgió la idea.

identidad

Si hay algo que destaca respecto de la obra de Franasovic es que es un artistas que enfoca la mirada en su territorio y en lo cotidiano del entorno en el que habita, poniendo especial énfasis en el paisaje que ofrece Antofagasta, con una mirada crítica al desarrollo tercermundista local.

¿Cuán importante es para usted plasmar la identidad de Antofagasta en sus obras?

-Históricamente la pintura esta asociada con la representación del paisaje. La lógica es que cada pintor pinte lo que tiene más cerca. El pintor siempre está asociado con es mirada identitaria y patrimonial, siendo palabras que tiene 20 años y aun se sostiene como durmientes. Como te decía yo no me siento artista, pero sí me siento autor. Yo estoy influenciado por el entorno en el que habitó al igual que el resto de la gente.

Actualmente el autor antofagastino se encuentra preparando el libro recopilatorio de su obra, a través de la ejecución del proyecto "Franasovic, Obra Huacha 1995 - 2016" , financiado mediante el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Fondart Regional, Convocatoria 2017.

"Esto expositivamente es nuevo. La gente espera que yo pinte pero lo que hago todos los días para ganarme el pan es el diseño gráfico"."

Mar y amor

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Me gustaban el olor del puerto y la luz que iba rizándolo en el atardecer, como a un animal de piel sedosa, cuyos tonos cambian bajo la presión de la mano. El olor de las maderas anclando la visión de los bosques sureños; el olor del hollín y del carbón, del alquitrán y del yodo; la humedad salitrosa que anuncia el suave invierno.

Yo sentía volver la alegría a mi cuerpo. Golosamente disfrutaba del aire liviano, del sol que apuraba el golpe de mis venas.

Y en el puerto, mecido en su red de humos y de cantos, yo amé a Elsa; amé su risa, dulce de morder como una fruta; sus manos persuasivas, sus pies siempre en el camino del amor.

La amaba con ansiedad, comprendiendo que en sus ojos había pensamientos secretos para mí, que en sus recuerdos encerraba episodios que yo ignoraría siempre.

Elsa, cambiante, fugitiva, contradiciéndose, mintiendo a veces, y poniendo sobre mis sienes dos manos pequeñas que adormecían mi pensamiento… Elsa, pueril, demasiado alegre, demasiado segura de dominar, como sí todos los resplandores metálicos estuvieran en ella y gravitarán sobre mi hasta empujarme hasta no sé qué profundidades de agotamiento.

Cabellera negra, labios pintados; cuerpo de playas esbeltas, donde la ola del amor se reclinada sin esfuerzo para cobrar renovada elasticidad; uñas caprichosas, cejas burlonas; piel tersa, pulida; caminos tejidos, apretados, donde se oscurecía la huella del deseo vagabundo.

Elsa, detrás de tus ojos caía la ruina del destino; detrás de tus besos, la ansiedad de morir. Nada más que tu imagen poseía la tripulación de la noche; tu recuerdo dejaba en suspenso al ladrón escondido en las mojadas piedras del muelle.

Burlándote del tiempo, bailarina de las grandes mareas, avanzabas hasta mí, golpeando con tu risa las ramazones de la esperanza. Toda nuestra miseria perseguía tu leve silueta

Elsa niña del puerto, ¡cómo esquivas mi amargura, cayendo siempre en una hora de luz y de placer! Yo te amé, con la tristeza de todo lo que se me escapaba de ti, y sólo tu imagen, sólo tu fugitiva imagen tuve sobre la infinita soledad del mar…

Salvador Reyes