A descentralizar
"Elegir al gobernador regional, dotado de más o menos atribuciones y competencias, solo es un primer paso".
Cada vez que escucho la invocación inevitablemente se viene a mi memoria la canción de Víctor Jara, a desalambrar aquella que decía en una de sus estrofas: "Yo pregunto si en la tierra, nunca habrá pensado usted, que si las manos son nuestras, es nuestro lo que nos den". Los de mi generación la recordarán y los asiduos a peñas y tambos, también.
Pero esta alusión que dice relación con la memoria histórica es solo un mecanismo para señalar que el tema de descentralizar tiene una larga trayectoria en nuestro país, y en este largo ir a venir siempre, como es de esperar, las resistencias se expresan en el poder político que es donde se oculta la manifestación de todos los otros poderes "fácticos", que les dicen.
Pero donde el tema tiene un carácter extraordinariamente complejo es en la perspectiva de lo cultural, en cómo cada uno de nosotros entiende y vive el centralismo. El economista Diego Portales ha señalado muy acertadamente que el centralismo es como el machismo, sufre de muy mala prensa pero se filtra inevitablemente en los pequeños intersticios de lo cotidiano cada vez que puede, independientemente, de lo no machista que nos declaramos en público. Así también los descentralistas a ultranza dejan filtrar de manera inconsciente el pequeño centralista que llevan dentro.
Grandes regionalistas locales que entienden que el problema de la región se resuelve en Antofagasta y que el resto de las comunas no tienen capacidad para asumir tareas de esa envergadura. Que cuando llega el momento de la distribución de recursos se resisten a que alguna decisión beneficie a alguna ciudad lejos de la capital regional, u otros que dotados de responsabilidades y atribuciones políticas en la región, esperan antes de pronunciarse en público las instrucciones de Santiago. ¿Cuántos de ellos cuando van a la capital solo lo hacen para recibir instrucciones y hacer acto de presencia en instancias con capacidad de decisión nacional?
Elegir al gobernador regional, dotado de más o menos atribuciones y competencias, solo es un primer paso, imprescindible, pero insuficiente si no abordamos la tarea de eliminar al pequeño centralista que todos llevamos dentro. Enano que puede frustrar un proceso tan urgente como necesario. Si no desalambramos, por lo menos descentralicemos.
César Trabucco
Sociólogo y académico Universidad de Antofagasta