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ENTREVISTA. Gabriel Ureta, árbitro asistente que participa en un curso de la UEFA:

"El fútbol es un deporte muy popular, pero se desconoce la regla"

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Muchas veces el árbitro de fútbol termina siendo en más "odiado" dentro de un terreno de juego. Los jugadores, la hinchas y la prensa miran con recelo el cometido de la terna encargada de impartir justicia en la cancha.

Pero eso no le importa mucho a Gabriel Ureta, árbitro asistente de Primera División de la Comisión de Árbitros de Antofagasta, donde ha dirigido a los equipo más importantes del país con un buen cometido.

Esto llamó la atención de la agrupación arbitral, que le dio la posibilidad de participar en una capacitación que realiza anualmente la UEFA en Nyon, Suiza. Ya cumplió su primera etapa evaluativa, y en septiembre deberá viajar nuevamente al "Viejo Continente" para los exámenes finales.

¿De qué forma se generó esta oportunidad?

-Es un curso denominado Core que hace la UEFA para árbitro jóvenes con proyección internacional. En 2015 invitaron a la Conmebol y eligieron a jueces brasileños. Este año volvieron a invitar y nos llevaron a nosotros. Fuimos con Piero Maza que es de Santiago, Edson Cisternas de Concepción y yo de Antofagasta, pero esto es elegido por la Comisión de Árbitros de Chile.

¿Cómo tomó esta elección para ir a Zurich?

-Lo tomé con mucha alegría, porque era algo muy inesperado, por un tema de desconocimiento. Es una oportunidad única, ya que ahora las invitaciones van a ser para otras confederaciones. Nosotros fuimos a Nyon, Suiza.

¿De qué se trata este curso?

-Este era un curso de introducción que duró diez días, en marzo. Eran trabajos prácticos, técnicos y teóricos, y todos en inglés, ya que eran ocho ternas de países distintos. Había entrenadores de distintos puntos de Europa.

¿Cuál fue la experiencia adquirida en estos cursos en su primera etapa?

-Estos cursos tienen dos partes, tengo que volver en septiembre. Esto fue introductorio y ahora viene el curso de consolidación que durará siete días, donde se evaluará la parte técnica arbitral, además de la forma en relacionarme con los jugadores y el entorno. Uno conoce árbitro de otros lugares, con otras realidades, donde pensábamos que estábamos mal en el nivel y no es así. Estamos muy bien en nivel arbitral. Se ha hecho un muy buen trabajo, aunque a nivel local se puede discrepar, pero a nivel sudamericano está bien posicionado.

¿La segunda parte en septiembre será una evaluación final?

-Así es. En la primera evaluación nos pesaron, nivel de grasa, test de velocidad. Tuvimos la suerte ir a arbitra a Francia, y ahora nos enviarán a otro lugar a arbitrar. La idea que después de cinco meses podamos igualar las marcas y mejorarlas después de este segundo curso, donde debería existir un crecimiento en lo teórico y lo práctico.

Fuera de cancha

¿A qué se dedica fuera del arbitraje?

-Soy geólogo y estoy haciendo un doctorado en vulcanología en la Universidad Católica del Norte.

Siempre se ha dicho que el árbitro es el "malo de la película" en el fútbol. ¿Qué lo llevo a tomar esta carrera deportiva?

-Siempre estuve ligado al deporte. En el colegio jugaba basquetbol y por un tema de tiempo no pude seguir en la universidad. Yo acá vivía en una pensión, y el dueño de esto estaba a cargo de la LEFA (Liga de Escuelas de Fútbol de Antofagasta), y me invitó a arbitrar ahí. Me empezó a gustar y seguí esa carrera?

¿Es complejo ser árbitro?

-Es bastante complejo. Hay que tener la claridad y concentración en todo momento en la decisiones que uno va tomando durante el partido, además del conocimiento de las reglas del juego. Uno puede discrepar en las decisiones, el fútbol es un deporte muy popular pero donde la gente no conoce la regla.

¿Cuáles son los partidos más difíciles de arbitrar?

-Los partidos de los equipos más "Populares, los de Colo Colo o la Universidad de Chile en Santiago donde va más gente al estadio.

"Un paso en falso"

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comentarista deportivo

El título de la información llamaba la atención y la lectura del texto aún más. Sorprendían las declaraciones de un jugador profesional que públicamente solicitaba un incentivo en la víspera de un compromiso trascendente para la resolución de un título del torneo vigente.

No conozco personalmente a Miguel Droguett, pero sé de su relevante y prolongada trayectoria en el fútbol rentado y de su rol protagónico en la pasada temporada en que fue primer actor con los colores del CDA para evitar su caída a Primera B. Admirable.

Por ello, por su experiencia, chocaba que asumiera un papel de esa naturaleza en momentos en que la actividad sugiere estar en proceso de cambios en orden a una mayor seriedad y transparencia en todo su entorno. Felizmente, una rápida aclaración y el movimiento competitivo internacional de mitad de semana ahogaron un estruendo que pudo ser mayor y con consecuencias adversas para el autor de la invocatoria de un premio adicional.

Aceptemos que la delicada afirmación haya sido hecha en tono de broma, como precisó la disculpa del afectado, pero un periodista no está obligado a recoger esa calidad, si no es advertido, cuando el resto de la entrevista ha sido formalizada en otro diapasón. Y un profesional deportivo de vasta carrera tampoco puede entrar en definir objetivos de si una recompensa extra es legítima o no. Ello ya está claro. Los incentivos por hacer bien un trabajo solo pueden venir de la institución a la que entrega sus servicios. Y, por supuesto, interna o externamente, jamás por hacerlo en perjuicio ajeno. En ese sentido, faltó un alcance directivo que despejara toda duda.

Lo cierto es que si el CDA cumple esta tarde, como aguardamos, un meritorio desempeño ante Colo Colo en esa virtual definición de campeonato, sobrarán los que lo atribuirán a ese recompensa imaginaria de su rival en la porfía por la corona.

Y, por supuesto, no lo dirán en broma...

Tito

Norte