Antofagastino cruzó la Cordillera de los Andes en bicicleta y continúa su travesía
HAZAÑA. El periodista Fernando Rivera comenzó un viaje de un año por Sudamérica para -según él- romper con la tediosa rutina laboral y existencial que mantenía en la ciudad. Busca nuevas experiencias y destinos.
Aburrido del rumbo que llevaba su vida hasta ahora, y decidido a hacer un cambio al respecto, el periodista de 30 años, Fernando Aguilera Rivera comenzó un viaje en bicicleta donde espera recorrer durante un año, el continente a fin de conocer personas, ciudades y tener experiencias que puedan otorgarle un significado y punto de vista mayor.
Una travesía que en los 21 días que ya lleva, no ha estado exenta de problemas y situaciones extremas; una de ellas fue la primera fase de congelamiento de dos dedos de uno de sus pies producto del frío extremo a más de 4.200 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m) -calcula él-, cuando cruzó la cordillera de los Andes hasta San Juan, Argentina.
¿Por qué hacer este viaje en bicicleta?
-Para mí la bicicleta tiene la velocidad perfecta para conectarse con el entorno; sé mucho de ellas, soy mecánico de hecho... además, el no depender de combustibles y sólo del esfuerzo físico y mental es algo que me vuelve loco y me anima mucho.
¿Dónde comenzó su viaje y desde cuándo lo planeó?
-Estoy hace un año y medio planeando esta travesía. Comprando lo necesario para viajar, además de aprender lo necesario para sobrevivir a la intemperie, en una montaña.
Inicié desde una localidad llamada El Peñón, ubicada a las afueras de La Serena, luego subí todo el Valle del Elqui para llegar a Juntas de Toro (puesto de control policial de montaña). Crucé en 4 días y medio Los Andes y luego me abrí paso por Argentina, pueblitos como Las Flores, Villa Iglesia, Talacasto y ahora estoy por un par de días en San Juan.
¿Viajará un año?
-Es lo que planeo hacer, quiero conocer Sudamérica. Donde se presente la oportunidad de pasar a quedarme uno o un par de días, ahí estaré.
Congelamiento
¿Cómo resolvió el hecho de que sus dedos estuviesen congelándose producto del hielo en la cordillera?
-Apliqué masajes de calor con mentolatum, fricción durante bastante rato, luego cambié calcetines por unos de polar y unas botas de lana .... improvisé un guatero con una botella de agua para ciclistas y mantuve calor constante durante todas la noche. A la hora ya lo había resuelto.
En su búsqueda de este significado o sentido de vida. ¿Qué ha aprendido en estos 21 días de viaje?
-He aprendido que podemos vivir con muy poco, que la sociedad nos impone cánones que no necesitamos y la felicidad es subjetiva. Para mí, el despertar y mirar el cielo, las montañas o un río es sinónimo de felicidad.
He aprendido que la gente es más buena de lo que parece y que hablar con desconocidos, a veces, puede ser muy entretenido.
¿Provisto de qué, viaja?
-Llevo 3 alforjas impermeables, cocina, olla, linterna, saco de dormir -para temperaturas extremas-, carpa donada por un seguidor (de alta montaña) una bicicleta aro 26 que yo mismo armé en el taller LGMbikes (mi sponsor), ropa normal, algunas prendas térmicas y unas botas tácticas tipo outdoors... y muchas ganas.
¿Qué dice su familia sobre esto?
-Me costó que entendieran lo que quería hacer, pero me apoyan y siguen mi aventura. Saben que me hace feliz.
"Me quedo con el silencio de la cordillera y la tranquilidad de contemplar las estrellas a 4.200 metros, un espectáculo privilegiado"."
kilómetros ha pedaleado Fernando Aguilera desde La Serena hasta San Juan, Argentina. Lleva 21 días de viaje. 530