Del jardín al colegio: más de 3 mil alumnos ingresaron a primero básico
EDUCACIÓN. Expertos y profesores aseguran que el proceso genera un impacto no sólo para los alumnos sino que también para los padres, quienes deben potenciar la autonomía de sus hijos.
L lega marzo y más de 3 mil expárvulos ingresan a primero básico. Una experiencia totalmente novedosa y desafiante que implica una nueva rutina para alumnos y padres.
Así lo manifestaron los propios apoderados, quienes aseguraron que el cambio fue una especie de "shock" para sus hijos.
Desde el aspecto sociológico el Observatorio de Educación para la Innovación de la Universidad de Antofagasta, detectó dos fenómenos. El primero, tiene que ver con que la educación infantil (párvulo) que en su mayoría tiene un tratamiento del punto de vista demográfico y de la atención de las necesidades de los niños muy resguardada, lo que implica menos desarrollo de aspecto de autonomía.
"Cuando llegan al colegio se enfrentan a grupos demográficos grandes, un proceso de escolarización, currículo escolar, pautas y le quita flexibilidad por ende hay un shock", manifestó Pablo Camus, director del Observatorio.
Para Camus, en esta instancia es muy importante que los padres practiquen la autonomía de sus hijos. De esta forma, estarán mejor preparados para enfrentar el cambio.
Una opinión similar tiene Katherine Collado, profesora de Educación Básica, quien trabaja hace cuatro años con los primeros básicos de establecimientos particulares y municipales.
La profesional aseguró muchas veces el problema no son los niños sino los padres. "Ellos piensan que los niños aún son bebés. Y eso conlleva problemas, como por ejemplo, se enojan porque uno les manda tareas, porque los niños se estresan, pero finalmente los alumnos deben tener autonomía, eso es lo que deben potenciar, sobre todo en esta instancia", comentó.
Agregó que en el primer nivel de educación básica es un desafío importante para todo niño pues se concretan distintos pasos que le servirán para toda su vida escolar, como por ejemplo, leer y escribir.
"Ellos siempre piden más. Quieren leer y escribir rápido. Son unas verdaderas esponjitas que quieren llenarse de conocimiento. Hacen sus tareas y no reclaman por tenerlas, al contrario son felices. Y todo lo toman como juego", manifestó.
Corporación
La coordinadora de Enseñanza Básica de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Cmds), María Fernanda Videla, contó que la Cmds tiene 31 escuelas y cinco liceos que imparten educación básica. Dentro de ellos están, el liceo Mario Bahamonde, Marta Narea, Andrés Sabella, Armando Carrera e Instituto Científico José Maza Sancho (Iceduc).
"Ahí hay una matrícula de 2.730 aproximadamente", aseguró.
Manifestó que en la Corporación existen dos realidades pues los liceos tienen jardín infantil, por lo tanto, la promoción a primero básico es de forma automática. Sin embargo, en las escuelas reciben sólo apoderados nuevos.
"Los apoderados antiguos conocen el reglamento interno y manual de convivencia entre otros aspectos. Los nuevos deben recibir una inducción sobre el funcionamiento de la escuela o el liceo. Además, se les explica todo lo que tiene que ver con los programas tanto pedagógicos como de salud", comentó.
Por ejemplo -comentó Videla- en la Escuela Japón hacen un acto de bienvenida para los alumnos y apoderados.
"A las salas les dan un identificador que puede ser con el nombre de un animal. Luego, visitan todos los lugares de la escuela para que reconozcan donde llegan. Y por supuesto para el resguardo de los niños", sostuvo.
Aseguró que lo más complicado de este proceso es hacer que los papás entiendan que los niños ya no están en un sistema como en la educación parvularia.
"Los papás temen porque hay más niños en el curso pero hay asistente de aula. La Cmds toma todos los resguardos para darle tranquilidad a los apoderados. Los patios son distintos a los niños grandes. Siempre hay una persona afuera de los baños para evitar que corran peligro", dijo.
Experiencias
El director del Liceo Andrés Sabella, Jorge Tapia, tiene 94 alumnos de primero básico en su matrícula 2017. Gran parte de ellos pasó automáticamente a primero desde el jardín infantil.
Dijo que si bien el proceso es complejo, los niños se adaptan rápidamente. "Ellos no se acostumbran a sólo una tía. Tienen actividades extraescolares. Están acostumbrados a trabajar con distintas personas", agregó.
Manifestó que en transición son cerca de 30 alumnos por curso.
"Ellos tienen un mundo de fantasía. En transición disfrutan hasta lo increíble. Lo que nosotros hacemos es que los chiquititos sigan teniendo ese tipo de actividades para que el cambio no sea tan brusco. Tratamos que tengan los mismo profesores", agregó el director del Liceo Andrés Sabella.