Escolares chinos y mexicanos son la otra cara de inmigración
MULTICULTURALIDAD. Jóvenes de distintas nacionalidades integran el sistema educacional de Antofagasta. Algunos de ellos debieron aprender el idioma y su escritura. Estudiantes brasileños, italianos y españoles también arribaron a la capital regional.
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Peruanos, colombianos y bolivianos son, por lejos, los extranjeros más reconocidos por los antofagastinos y las autoridades al momento de abordar el tema de la inmigración.
Sin embargo, los establecimientos educacionales subvencionados, particulares y, por sobre todo municipales, viven otra realidad. Es que al interior de sus aulas hay una cara distinta a la inmigración que la mayoría conoce.
Así, niños y adolescentes coreanos, chinos, brasileños, norteamericanos, italianos, españoles, mexicanos y hasta de apartadas regiones latinoamericanas, como tribus guaraníes o salvadoreños, aprenden de la cultura nacional en escuelas y colegios.
Para muchos, un arduo desafío. Esto porque antes de aprender las múltiples materias del sistema educacional chileno, deben primero dominar el castellano y aprender a escribirlo.
Aunque desde la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Cmds) manifestaron que este número de estudiantes de los mencionados países no sobrepasa la veintena, destacan su rápida integración y su rigurosa disciplina.
Intensivo
En el Liceo B-36 'La Chimba', ubicado en el sector norte de la ciudad, cinco jóvenes chinos aprenden a hablar, leer y escribir castellano, ya que sólo llevan ocho meses en Chile.
Se trata de las mellizas Jiamin Lin y Jialing Lin, de octavo año básico, y su hermano mayor, Jihao Lin, quienes en el breve plazo de tres meses, aprendieron a hablar, leer y pronunciar el español, aspecto muy valorado, ya que su cultura emplea distintos códigos y formas en escritura, lo que añade un grado más de dificultad.
"Me gusta practicar deportes, y en materias, me gustan las matemáticas, ciencias y física. Encuentro que el castellano es un idioma interesante de aprender, aunque me complica un poco la pronunciación y los verbos. Me manejo mejor en inglés", contó el mayor de los hermanos Lin, de 16 años.
De hecho, el esfuerzo de estos hermanos y su rápido aprendizaje del idioma fue reconocido por su liceo, siendo distinguidos por su directora, Margarita Massó.
"Ellos se han integrado muy bien. Son niños demasiado tranquilos, con una disciplina rigurosa y sus padres también muy responsables. Aquí se habla y trabaja mucho la inclusión en las tutorías y concejos de cursos, y en cada acto que tenemos", dijo Massó.
No obstante, otras dos jóvenes asiáticas estudian en el mismo establecimiento, tratando de alcanzar el mismo nivel de los hermanos Lin, ya que hasta ahora, aparte de su idioma original, sólo dominan el inglés.
Son Wang Ying Huang (17) y Zhou Cheng (15). Ambas provenientes de la zona de Henan.
"Nos gustan las materias de física, matemáticas y química. Nos cuesta un poco el lenguaje español, pero podemos llevarnos con nuestros compañeros y entendernos con los demás", dijeron las jóvenes (en inglés).
Desafíos
En el Liceo A-26 'Óscar Bonilla Bradanovic', ubicado también en el sector norte, varios jóvenes inmigrantes, en su mayoría bolivianos y colombianos, asisten a clases.
Dentro del grupo de los alumnos de tercero medio, una tímida joven de 16 años es reconocida por la directora del establecimiento debido a sus sobresalientes notas y al empeño que pone al estudio de sus asignaturas.
Ella es Leydi Granillo, de El Salvador, país centroamericano asediado por una de las pandillas criminales organizadas más reconocidas y violentas del continente, la Mara Salvatrucha (o MS-13).
"Llevo tres años en Chile viviendo con mi madre y mi padrastro. Mi padrastro fue el primero en llegar y después nos trajo a nosotras. Nos vinimos de La Libertad (municipio salvadoreño) principalmente por la corrupción del gobierno de mi país y el problema con las pandillas, como las maras o La 18", manifestó Granillo.
El desafío que se autoimpuso la salvadoreña es entrar a la universidad, por lo que eligió ramos científico-humanistas para preparar su ingreso a la educación superior chilena.
No obstante, cuando llegó a la ciudad, fue advertida sobre el carácter discriminatorio de los antofagastinos hacia los inmigrantes que no fueran de pieles claras. Pero Granillo dijo que, afortunadamente, no ha tenido dramas.
Al respecto, la directora del Liceo 'Óscar Bonilla', Genoveva Williams, resaltó el ímpetu de la adolescente, también el que tienen los jóvenes inmigrantes que estudian en el recinto.
"Ella es una de nuestras mejores alumnas y quiere ir a la universidad, por lo que ya escogió sus ramos para este fin. Ahora nuestros alumnos extranjeros están bien adaptados en nuestras unidades. Nosotros les hacemos sentir gratos", aseguró Williams.
Integración
En el mismo establecimiento, pero en primer año medio, y con mayor dificultad de adaptación debido a que, al igual que los jóvenes chinos, está recién incorporando el castellano a su comunicación, está Nicole Quintino Oliveira, quien llegó hace dos meses desde Uberlândia (Brasil).
"Lo que más me aproblema es el frío. Mis compañeros han sido geniales y nuestros idiomas son similares, pero me cuesta entenderlos un poco cuando hablan", confesó Quintino Oliveira, quien destaca en los ramos de historia, ya que le apasiona leer y escribir sobre culturas latinas precolombinas.
En el Liceo 'Andrés Sabella' estudian dos jóvenes mexicanos y también muchos de ellos tienen en sus listas a argentinos y españoles que, poco a poco, comienzan a ganar preponderancia dentro de la comunidad escolar.
Su director, Jorge Tapia, comentó que estas relaciones interculturales es lo que necesita la ciudad para el crecimiento integral de sus generaciones.
"Recordemos que Antofagasta es lo que es gracias a los inmigrantes. Es hora de dejar los prejuicios y trabajar junto a nuestros hermanos, tanto el latino como el europeo", comentó.