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"Life: vida inteligente"

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Periodista, escritor,

académico UA.

Ya se sabe: 'Alien, el octavo pasajero' de Ridley Scott (1979) es una de las películas clave a la hora de diseñar el universo del denominado terror espacial. Creó una escuela, modeló los estilos, imaginó el vacío espacial y sobre todo, le sacó provecho al interior de una nave que viaja hacia la Tierra después de cumplida una misión.

Esa película es tan grande y tan importante en el género que cualquiera que se le asemeje sufre, por comparación, un menoscabo, es decir, siempre las comparaciones resultan odiosas porque 'Alien' no ha sido destronada de su estética particularmente atractiva y terrorífica.

Es por esto que cuando nos enfrentamos a un filme como 'Life: vida inteligente', del chileno-sueco Daniel Espinosa, hay que celebrar su atrevimiento por seguir casi al pie de la letra la fórmula planteada por aquella célebre película y lograr un producto digno, aunque fallido en su esencia: demasiado cerebral para el género, con mucho diálogo que sobra en perjuicio de un extraterrestre que viaja con los seis astronautas dentro de la estación 'Pilgrim' desde Marte hacia la Tierra, después de ocho meses de vuelo espacial.

La peligrosa criatura marciana es bautizada como Calvin y por un error humano queda suelta en la nave. De ser apenas una célula, ha crecido como una especie de pulpo repulsivo que solo tiene un propósito: devorar a los astronautas.

El parecido con la mítica 'Alien' no es, desde luego, coincidencia. Es como si el director Espinosa hubiese querido hacer una suerte de remake, claro está que sin el aliento poético y el dominio del lenguaje cinematográfico de Ridley Scott,

Ese propósito -querer imitar una obra maestra absoluta- resulta entonces el pero lastre que acarrea este filme y si se consigue un producto decente y hasta con su propia cuota de suspenso, es por la cuidada técnica con que se trabajó el interior de la nave, la manera en que se dosificaron los efectos especiales y el magnífico trabajo de la fotografía que saca buen provecho del encierro en que se encuentran los protagonistas. Pero todo eso no basta. La sombra de 'Alien' es superior.

Para ser justos, la película funciona bien si uno logra olvidarse de que se quiso imitar un clásico y en este sentido, lo más logrado de 'Life: vida inteligente' está en el modo en que se nos muestra el espacio sideral, ese abismo salpicado de estrellas que acompaña en su viaje a estos seis tripulantes que inevitablemente van camino a la destrucción.

Hay un cuidado en detalles propios del género -la ingravidez, la manera realista en que los personajes vuelan, literalmente, en la nave a causa de la ausencia de gravedad y la buena factura técnica, con un excelente empleo del movimiento de la cámara que gira y va y viene siguiendo a cada uno de los protagonistas- que, sin ser algo novedoso, están bien integrados al relato.

El problema del filme está en el guión, que explica cada movimiento de los tripulantes, que los obliga a contar una serie de situaciones personales que restan fuerza al desarrollo dramático y hacen lento y demasiado solemne el ritmo, terminando por ahondar en detalles innecesarios.

Dato adicional: es curioso como Hollywood trata de ser políticamente correcto al momento de plantear los casting de este tipo de películas, porque aquí están casi todas las nacionalidades representadas en la nave: hay negros, japoneses, latinos, británicos, rusos y estadounidenses unidos por una aventura extraordinaria: llevar la primera muestra de vida extraterrestre a la Tierra.

En las sumas y en las restas, dos detalles quedan claros tras el visionado de este filme. 'Life: vida inteligente' es una entretenida matiné de domingo y 'Alien, el octavo pasajero' sigue siendo un referente insuperable que crece en el tiempo y sigue constituyendo una pieza de culto cuando se busca la estética y la estatura del terror espacial.

Víctor Bórquez N.