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Su "segunda casa" está ubicada en el ala norte del Hospital Regional, pasado el puente, como dicen quienes conocen el centro médico. Un pequeño parque es vigilado por la imagen de la Virgen, en la antesala de un camino que conecta a un edificio celeste y luego a su oficina.

La matrona Juana Ramírez Calderón (66) lleva más de 40 años en el Hospital Regional y atiende a sus pacientes como si fuese el primer día. Al escucharla, se nota que vibra con lo que hace en la siempre difícil misión de salvar vidas y combatir el cáncer.

Esta profesional antofagastina de la Universidad de Chile ingresó en 1975 al hospital, para tener una fecunda labor en el Quinto Piso de Maternidad. Tras casi 20 años ahí, decidió dar un nuevo paso en su profesión en octubre de 1997: creó junto al doctor Radomiro Araneda la Unidad de Tratamientos Mamarios.

Y se le llena la cara de orgullo cuando habla de los logros de este centro de referencia, que atiende a pacientes desde la Primera a Cuarta regiones, con más de 100 casos al año. "Partió chiquito, con muy pocas personas, y ahora cuenta con un equipo multidisciplinario en la detección y tratamiento del cáncer de mama", relata con emoción.

¿Qué debe identificar a una matrona?

-La matrona cumple una labor clave y de gran responsabilidad antes y después del parto. Además de las funciones propias de la profesión, hay que tener mucha alegría y empatía. Algunas madres recuerdan para siempre nuestras palabras en el parto, y dicen que nuestras frases quedaron en su memoria.

¿Cómo nació la idea de crear la Unidad de Tratamientos Mamarios del hospital?

-La matrona también tiene que estar en la parte del dolor. Si nosotros hacemos un buen trabajo, eso salva vidas con la detección precoz del cáncer de mama. Como yo hago las consejerías de biopsias, dar un diagnóstico es muy fuerte y hay que estar preparada, pues esto es un verdadero terremoto para la familia de la paciente.

Diagnóstico

¿Cuál era la realidad hasta antes de la creación de esta unidad?

-Hasta antes de 2004, sólo se daban terapias de primera línea en el sistema público. La realidad es que la señora llegaba muy avanzada (en su tumor), porque nadie la veía a tiempo, a nosotros el ministerio nos pide que lleguemos a un nivel de detección precoz del 70%. Ahora hay todo un equipo multidisciplinario, por ejemplo, las pacientes que perdieron una mama tienen derecho a implantes reconstructivos.

¿Aún hay mucho desconocimiento de esta enfermedad en las mujeres?

-No, las mujeres cada vez saben más de este tema. Es más, los casos como el de la actriz Angelina Jolie ayudan a que este tema sea conocido y se converse. Esas noticias son buenas que salgan en los medios, porque la gente toma conciencia.

¿Y cuál es el rango de edad más vulnerable?

-Esta es una enfermedad de gente mayor. Pero cuando ello ocurre en una mujer joven, es devastador y las posibilidades de sobrevivir son muy complejas. Con menos de 30 años son muy rebeldes los tratamientos y la enfermedad avanza muy rápido.

Mamografías

¿Cuál es la edad ideal para la primera mamografía?

-Si no hay síntomas, antes de los 45 años es una buena edad, aunque todo depende si la mujer, por ejemplo, puede encontrar algo sospechoso. Hay gente que llega a los 60 y nunca se ha hecho una.

¿Tiene actualmente casos de hombres con cáncer de mama?

-Sí, pero es sólo un 1%. Es muy bajo, pero llegan en un estado avanzado, tras consultar por otros temas.

A pesar de haber perdido hace unos meses a su marido (42 años de matrimonio), Juana Ramírez no pierde su optimismo y las ganas de hacer cosas nuevas. Sin embargo, reconoce que convivir con el cáncer no es tarea fácil.

En el caso de ustedes, ¿cómo enfrentan el cáncer en el trabajo y cómo después se "desconectan" en sus casas?

-No es fácil. Siempre he dicho que debería haber un sicólogo para la paciente como para nosotras. Al principio, debo reconocer que fue duro. En los primeros cinco años, hubo una seguidilla de pacientes que fallecieron. Despertaba llorando a las tres de la mañana.

¿Quién comunica generalmente el resultado a las pacientes?

-En general, las matronas. El Minsal reconoce esta labor, sobre todo porque el médico tiene muchos pacientes y poco tiempo, y esto debe ser con mucho cuidado.

Mortalidad

¿Cuál es el índice de mortalidad en la región?

-Logramos bajar la mortalidad (11,7 por cada 100 mil mujeres), estamos bajo el promedio nacional (13). También hemos aumentado la sobrevida y calidad de vida, porque hay una canasta que permite mejorar los tratamientos y los plazos Ges.

¿Cómo asimilan ustedes las experiencias más dolorosas?

-Los casos más impactantes son de jóvenes. Tenía una paciente que le gustaba bailar y que en ese tiempo ganaba un sueldo importante, pero nunca asumió el cáncer. Tenía mucha gracia y me quedó grabada su cara y su cabello largo, yo le decía que no faltara a las terapias, y me traía un dulcecito y le bajaba la importancia a la enfermedad. Hay historias que uno nunca ha olvidado y esa la tengo presente.

¿Qué significará el próximo 30 de junio en su vida?

-Me voy del hospital (ríe). Hace un año lo decidí y tengo asumido mi paso a la jubilación. Antes de esa fecha, saldré de vacaciones, así que me iré marchando de a poquito. En agosto me voy con mi familia a Cancún, somos nueve los del viaje, no sé cómo lo haremos, pero será entretenido. Me encanta viajar.

Cuando ello ocurra, ¿cómo quieren que la recuerden en el hospital?

-Es parte de mi labor (afirma en tono serio y con un dejo de nostalgia). Al hospital yo no le debo nada y el hospital tampoco me debe nada a mí. Cumplimos con hacer algo muy especial y bonito. Siento orgullo de haber hecho una buena labor y crear esta unidad que salva vidas. Eso es impagable.

"(...) dar un diagnóstico es muy fuerte y hay que estar preparada, pues esto es un verdadero terremoto para toda la familia de la paciente"."

Nombre: Juana Ramírez Calderón

Profesión: Matrona, Universidad de Chile sede Antofagasta

Estado civil: Viuda de Luis Milla

Hijos: Carlos, Elizabeth y Alicia

Pasatiempo: Leer y viajar (ha estado en Africa, Europa, Estados Unidos y varios países de Sudamérica)

Juana ramírez reconoce que las antofagastinas tienen ahora unA mayor conciencIa SOBRE EL riesgo del cáncer de mama. Su unidad atiende alrededor de 100 paCIENTES cada año.

La matrona y creadora de la Unidad de Tratamientos Mamarios del Hospital Regional, Juana Ramírez Calderón, reconoce su orgullo en el combate contra esta silenciosa patología. El próximo 30 de junio, dirá adiós a toda una vida de trabajo, para "bajar las revoluciones"

y tener más tiempo para sus dos pasiones: leer y viajar.

40 años dando vida y peleando contra

el cáncer de mama

Matías quilodrán lucero