Cristian Castro Orozco
Para el 26 de mayo de este año fue agendada la fecha para iniciar la construcción del telescopio más grande del mundo, que será levantado en el Cerro Armazones, ubicado a unos 130 kilómetros al sur de Antofagasta.
Ese día pondrán simbólicamente la 'primera piedra' del European Extremely Large Telescope (E-ELT), perteneciente al Observatorio Europeo Austral (ESO), que también cuenta con los centros de investigación de Paranal, Apex, ALMA (Segunda Región) y La Silla (Cuarta Región).
La fecha de la 'primera piedra' fue informada por el representante de ESO en Chile, el astrónomo Fernando Comerón.
"Tenemos esta ceremonia programada para el 26 de mayo. Se conversó con el gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet para asegurarnos que sea en una fecha conveniente para ella. Actualmente estamos trabajando en las invitaciones y la preparación del evento", aseguró Comerón.
Obras
El E-ELT, cuya traducción es 'Telescopio europeo extremadamente grande' vendrá a ser, hasta el momento, el mayor observatorio del planeta.
El proyecto partió con la elección del sitio de su construcción, siendo elegido en abril del 2010 su emplazamiento en el Cerro Armazones.
A fines de 2013 comenzaron las obras civiles del observatorio (a cargo de la empresa chilena Incafal), con el aplanamiento de la montaña cuya altura de 3.060 metros fue reducida para la instalación del telescopio, y a la vez, con la apertura de caminos y rutas de acceso.
Un dato destacable de este proceso es que la Segunda Región fue elegida por la organización astronómica internacional después de considerar múltiples puntos en otros países.
"Armazones fue el resultado de una búsqueda realizada por muchos lugares de todo el mundo. Hubo varios sitios con condiciones excelentes que eran perfectos candidatos para albergar un telescopio de estas características, pero Armazones cumplió con el mejor emplazamiento", reconoció el representante de ESO en Chile.
Entre sus características, el astrónomo enumeró la gran estabilidad atmosférica, la escasa cobertura de nubosidad durante el año, el ser un espacio muy remoto (alejado de los focos de contaminación lumínica) y sus condiciones en cuanto a infraestructura de comunicaciones .
También destacó la proximidad del lugar con Cerro Paranal, lo que permite que el E-ELT comparta la infraestructura de operaciones y mantenimiento con este centro de investigación.
Piezas
En enero de este año, ESO informó la adjudicación de contratos para el inicio de construcción de varias piezas que serán clave para el futuro observatorio.
Para la fabricación de los gigantescos espejos secundario y terciario fue otorgado el contrato para la empresa alemana Schott, especializada en la elaboración de espejos industriales.
Para las celdas de soporte de ambos espejos, otorgaron la tarea al grupo privado de ingeniería y tecnología Sener, y para el suministro de los sensores de borde, una parte fundamental del sistema de control del enorme espejo primario segmentado, entregaron el contrato al consorcio Fames.
Todos estos acuerdos fueron celebrados en Alemania en donde participó el director general de ESO, Tim de Zeeuw, quien manifestó en la página de la organización que los contratos se traducen en un importante avance.
"Es un gran honor firmar estos contratos, cada uno destinado a la fabricación de avanzados componentes, fundamentales para el revolucionario sistema óptico del ELT. Representan la buena marcha en la construcción del telescopio gigante, cuyo objetivo es ver su primera luz en el 2024. Desde ESO, estamos deseando trabajar con Schott, Sener y Fames, tres socios industriales líderes de nuestros estados miembros", dijo el jefe del organismo internacional.
Empresas
El representante de ESO en Chile, Fernando Comerón, también explicó que las labores de construcción del telescopio, a partir del 26 de mayo, no sólo involucra a empresas extranjeras, sino que habrá una gran incorporación de compañías nacionales.
"Se trata también de dar oportunidades a empresas chilenas para que cada una contribuya de la mejor manera posible. Hay cabida para empresas europeas y nacionales, ya que cuando se estableció el convenio entre la ESO y el gobierno de Chile se especificó que las licitaciones también darían lugar a empresas de este país. De hecho el primer gran contrato para dar la forma adecuada al Cerro Armazones se lo adjudicó una compañía de aquí", comentó.
El E-ELT ha sido definido como una de las prioridades astronómicas a nivel mundial. Esta herramienta contará con un espejo primario de 39 metros y será el telescopio óptico e infrarrojo cercano más grande del orbe.
Pero no es el único proyecto de gran envergadura para Chile, ya que en paralelo, un observatorio de similares dimensiones se proyecta para el 2020 en la Región de Atacama: el Telescopio Gigante de Magallanes (GMT).
"El E-ELT es el ejemplo más visible de un telescopio de nueva generación. Es una respuesta tecnológica de la ESO y de los países que la conforman a las posibilidades que la tecnología e ingeniería actual nos ofrecen". Fernando Comerón,
representante de ESO, en Chile"