Quedan pocos días para marzo y ya comienzan a tomar formas las candidaturas presidenciales, algunas más adelantadas que otras, pero resulta evidente que estos comicios marcarán la pauta del país y la región en los próximos meses.
El senador Alejandro Guillier, ya proclamado por el Partido Radical, sigue liderando las encuestas, pero su falta de posiciones concretas en problemas clave para la ciudadanía, siguen sumando críticas a su candidatura y de hecho algunos expertos ya la califican con un acento netamente populista.
A este escenario se suma un sector de la Democracia Cristiana (DC) promoviendo la postulación presidencial de la senadora Alejandra Goic, pero sin someterse a unas primarias, sino para ir a la elección directa el 19 de noviembre.
Una situación que incomoda a la Nueva Mayoría, ya que si la DC decide su camino propio, sus opciones de llegar otra vez a La Moneda quedan en total suspenso, al dividirse una votación cada vez más esquiva para el conglomerado de centroizquierda. Esto ya quedó demostrado en las elecciones municipales en nuestra región, donde el pacto oficialista no pudo ordenar sus filas, hecho que a la larga significó perder municipios emblemáticos.
Es evidente que una parte de la DC hace rato está incómoda -por decir lo menos- por la inclusión y maniobras en el gobierno del Partido Comunista. Un tema que cala profundo en los sectores más de centro de la Nueva Mayoría y que, al parecer, está agotando la fórmula junto al término del mandato de la Presidenta Michelle Bachelet.
La otra arista pasa por la definición del exPresidente Sebastián Piñera, quien también lidera los sondeos de opinión, y en todos lados ha dicho que decidirá en marzo si postula a La Moneda. La Oposición sólo espera esta señal para echar a correr sus mecanismos electorales para definir su carta presidencial.
El 2017 aparece como otro año clave para el país. El oficialismo enfrentará en las urnas lo que no hizo o hizo mal, sobre todo en el tema reformas, mientras la Oposición tratará de cohesionar este descontento para llegar otra vez a La Moneda.