C. Castro Orozco
A toda la comunidad internacional -especialmente los astrónomos- impactó la noticia sobre el descubrimiento de un sistema con siete planetas similares a la Tierra que, eventualmente, podría presentar rastros de vida , al menos tres de ellos.
El hallazgo sólo pudo ser posible gracias a que los dos telescopios que operaron para indagar en este nuevo descubrimiento (TRAPPIST-Sur y Very Large Telescope) estaban ubicados en La Silla (Cuarta Región) y Cerro Paranal, dos zonas del mundo con los cielos más óptimos y diáfanos para estos estudios.
El astrónomo y académico de la Universidad Católica del Norte (UCN), Maximiliano Moyano, aseveró lo potente que pueden resultar este tipo de tecnología posicionada en un lugar clave al norte del país.
"Hay que tener en cuenta que casi toda esa zona es un lugar único en el mundo para recolectar fotos de buena calidad en cuanto a luminosidad. Para descubrir este sistema (el TRAPPIST-1) tan pequeño requiere una claridad de cielo increíble, hacer ese tipo de mediciones se da sólo en pocos lugares y uno de ellos es el norte de Chile", enfatizó.
El astrónomo dijo que dentro del equipo de profesionales que llevaron a cabo el descubrimiento del novedoso sistema de siete planetas, no figuraban chilenos.
Agua
También comentó la trascendencia de este descubrimiento para la ciencia, ya que las condiciones que (en primera instancia) tendría cada uno de estos planetas, podría significar hallar por primera vez vida fuera de la Tierra.
"Lo más interesante para nosotros es que, al parecer, varios de estos planetas están en las zonas habitables de sus estrellas. Esto quiere decir que puede haber agua en sus superficies. Aún queda por hacer, pero a medida que uno avanza en estos descubrimientos, ve más factores que pueden influir en la presencia de la vida fuera de la Tierra", comentó.
La comunidad científica internacional estudia en detalle el nuevo sistema, donde el desierto de Chile juega un papel fundamental.
Más allá de los conocidos detalles del nuevo hallazgo, la noticia no sólo despertó el interés mundial, sino que también dio pie para valorizar uno de los recursos naturales que destaca en la zona norte del país, su diáfano cielo.
Atractivos
La astrónoma de la Universidad de Antofagasta (UA), Penélope Longa-Peña, precisó que el descubrimiento incentiva a vislumbrar nuevos nichos de atracción para la región.
"En general, en Antofagasta nos enfocamos mucho en los avances hacia la minería. En cambio ahora, tal vez recibir esta noticia de envergadura mundial nos ayude a enfocarnos en otros potenciales, como lo es la astronomía", dijo la profesional.
Longa-Peña, quien trabaja en la Unidad de Astronomía de la (UA), destacó que los avances de la ciencia actualmente miran hacia el objetivo de encontrar nuevos rastros de vida, por lo que el rol que juega la zona norte del país es fundamental.
"El siguiente paso que da la humanidad con respecto a la búsqueda de conocimiento, es averiguar si estamos solos o no en el Universo. Y con estos descubrimientos damos los primeros pasos para solucionar esta incógnita", aseguró.
Karla Peña Ramírez, que también trabaja en la Unidad de Astronomía de la UA, contó que la claridad del cielo, debido a la escasa presencia de humedad atmosférica, da lugar a este tipo de hallazgo.
"El norte de Chile goza de esta conocida condición, junto con otras zonas como Sudáfrica, Hawai y España, en donde la claridad del cielo nocturno permite operar estos grandes telescopios. En la zona existe una gran concentración de estos equipos internacionales que permiten realizar hallazgos como el TRAPPIST-1 System", explicó.
Proyectos
No son menores los planes ligados a esta área en la región, ya que para este año se contempla la construcción del telescopio E-ELT, el observatorio más grande del orbe, el cual ha sido llamado por el Observatorio Austral Europeo (ESO siglas en inglés) como "el mayor ojo del mundo para observar el cielo".
La estructura se levantará a mediados de este año en el Cerro Armazones (a 130 kilómetros al sureste de Antofagasta) y representará una nueva herramienta científica para la exploración espacial.
7 planetas componen el reciente sistema descubierto. Tres de estos serían habitables, ya que no se descarta que en su corteza presenten océanos, dando así paso a posible vida.
130 kilómetros al sureste de Antofagasta, sobre el cerro Armazones, construirán a partir del segundo semestre de este año el telescopio óptico más grande del mundo, el E-ELT.
40 años luz de la Tierra se encuentra la estrella TRAPPIST-1, donde fueron detectados los exoplanetas orbitando a su alrededor. La distancia haría a este sistema el más cercano a nuestro planeta.