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OPINIÓN. Iván Simunovic petricio, empresario antofagastino

La actitud de los habitantes

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¿Cómo imagino la región de Antofagasta en 25 años más? Puedo imaginar una región pujante en pleno desarrollo, con universidades muy comprometidas generando ciencia y tecnología; con grandes parques y avenidas, sin campamentos ; surcada por tranvías.

Antofagasta, Mejillones, Tocopilla y Taltal, equipadas con puertos de avanzada tecnología para atender las demandas propias y las de integración.

Respecto de Antofagasta, duplicando su población, casi se funde con Mejillones, su borde costero luce único en Chile, sus barrios multicolores, con identidad y potente participación de sus vecinos.

En el deporte, al menos tres equipos profesionales compiten en la liga del fútbol profesional y en los barrios centros polideportivos.

El visitante podrá apreciar cadenas de hoteles, centros de convenciones modernos, en las calles se aprecia gran cantidad de personas utilizando bicicletas y por supuesto con sombreros y bloqueador solar. Puedo imaginar clínicas especializadas, un hospital regional de vanguardia, colegios prestigiados por su alto nivel de formación.

Nuestra región la vislumbro con una poderosa identidad, derivada de su posición de líder mundial en energías limpias. El desierto lo veo tapizado de paneles solares y torres eólicas.

Los centros de astronomía atrayendo crecientes cantidades de científicos. Antofagasta es sede de las grandes compañías mineras, navieras y generadoras de energía; aquí residen sus ejecutivos, profesionales y especialistas.

Los aeropuertos canalizan un intenso tráfico aéreo con Salta y Sao Paulo.

¿Por qué esto es posible? Porque Antofagasta es una región única en el mundo, pues está dotada de gigantescas reservas de recursos minerales tanto en el subsuelo como en el fondo marino, Océano Pacífico, cielos limpios y el eterno sol. Estos recursos en cantidad y calidad irrepetibles en otras latitudes hacen que tengamos una proyección de futuro excepcional. Nuestra larga costa es la reserva más segura de agua potable, cuando muchas regiones del planeta vivirán una permanente sequía. Nuestros puertos serán el mejor puente para conectarnos con los países de Asia, donde encontramos los potentes motores de la economía mundial: China, India y Japón.

¿Cómo llegaremos a eso?

La receta tiene muchos ingredientes, por ello menciono los que a mi juicio son los más importantes.

Formación de líderes gremiales, políticos, vecinales, que comparten y se comprometen con esta visión de grandeza para el Norte Grande como la soñaran nuestros líderes como José Santos Ossa, Juan López, Maximiliano Poblete, José Papic, Yoma, Jonás Gómez Gallo, Antonio Rendic, Andrés Sabella y tantos otros, que nos enseñaron que un futuro mejor es posible.

Organizando municipios muy profesionalizados capaces de atender las demandas ciudadanas, recogiendo experiencias exitosas de otras regiones y ciudades en el mundo que han innovado en las temáticas de ciudad, por ejemplo Medellín y Curitiba, reconocidas por las soluciones a sus problemas.

Creando una institucionalidad público privada, con liderazgos legitimados, que puedan conducir un proceso de largo plazo. Esta institucionalidad estará presidida por un intendente electo y será profundamente profesionalizada. Veo la región como un modelo de gestión descentralizada con un alto nivel de autonomía en las decisiones que incumben en su desarrollo.

Lamentablemente en 25 años más no voy a estar con Uds. para discutir cómo nos fue, sin embargo si sabemos de países, como Japón, nueva Zelanda, que sin contar con todos los recursos naturales que tiene nuestra región , han llegado a ser países altamente industrializados y desarrollados en el mundo.

Y ¿cómo lo lograron ? Gracias a la actitud de sus habitantes.

Entonces termino señalando, que la receta está en la actitud de las personas: ¿y que es actitud? es formación en valores como, respeto, orden y limpieza, puntualidad, responsabilidad, emprendimiento con sentido social, solidaridad y amor por nuestra tierra. Si nuestras generaciones siguen este camino inevitablemente en 25 años más nuestra región será la soñada.

El mercurio de antofagasta 110 años