José Luis Ramírez M.
A dos semanas del receso legislativo (febrero), aumenta el riesgo de que este año no haya elección directa de gobernadores regionales, como es el objetivo declarado por el Gobierno.
Esto, porque a la falta de un acuerdo en relación a las competencias que tendrán las nuevas autoridades, se sumó el intenso debate respecto a si los parlamentarios en ejercicio podrán o no participar en el proceso, y bajo qué condiciones.
El punto genera tal inquietud entre los legisladores de la región, que si ya antes éstos eran pesimistas sobre la elección en 2017, ahora comienzan a dar por descontado que no están las condiciones.
Trabas
El diputado Marcos Espinosa (PR), primer vicepresidente de la Cámara Baja, acusó que los constantes obstáculos que surgen en torno a la ley responden al "interés" de ciertos sectores políticos e incluso parlamentarios, por impedir que se produzca la elección.
Según Espinosa, respecto al punto que hoy genera debate, existía un acuerdo tácito entre los parlamentarios y el gobierno, según el cual en la elección de este año no iban a participar diputados, puesto que para ello se requería afinar un procedimiento de renuncia al cargo o de excepción legal y ambas salidas eran extremadamente complejas.
El representante loíno fue especialmente duro con la última de estas propuestas (excepción para que los parlamentarios puedan postular a gobernadores manteniendo cargo y privilegios), idea que -aseguró- "jamás será aceptada ni comprendida por la ciudadanía".
"Todo esto (el atraso) me parece desconcertante. Más que cuestiones de carácter legal, yo veo subterfugios para no realizar las elecciones este año, de verdad creo que hay una postura encubierta que se traduce en poner piedras en el camino. Esto lo vemos ahora y lo hemos venimos viendo hace tiempo con este proyecto", argumentó.
Solución
La solución al tema es en extremo compleja. Ocurre que hoy la Constitución no concede a los diputados la posibilidad de renunciar a sus cargos y, por ende, para que pudiesen participar en la elección de este año sin esta investidura, la Carta Fundamental tendría que ser modificada, para lo cual casi no queda tiempo.
En este contexto la primera propuesta que surgió apuntaba a que se permitiera a los diputados participar en la elección sin renunciar al cargo y que luego aquellos que resultaran electos como gobernador, perdieran su cupo en el Congreso por el surgimiento de una incompatibilidad legal, tal como ocurre hoy cuando un diputado es nombrado ministro o subsecretario.
Dicha propuesta, sin embargo, es fuertemente resistida por la ciudadanía y el gobierno ya la habría desechado.
Así una tercera opción planteada en las últimas horas apunta a legislar para crear la figura de la suspensión de funciones, es decir, que el diputado interesado pueda congelar temporalmente su ejercicio y privilegios para competir.
El problema está en que esto también requiere una reforma constitucional.
Por eso mismo es que Espinosa piensa que la única forma que haya elecciones de gobernadores este año es que se respete lo conversado antes y que en las elecciones no participen parlamentarios.
Opciones
La diputada Marcela Hernando (PR) también cree que se acortan las opciones de tener elección en 2017 y apunta que la mejor manera de lograr la meta es que los parlamentarios adquieran el compromiso de "apoyar la fórmula que envíe el gobierno".
"La ley debe salir rápido, eso es lo primero. Ahora, si eso significa un cambio a la Constitución o cualquier otra cosa, hay que hacerlo, porque lo importante en este momento es que ley salga, indistintamente de la fórmula", subrayó.
Hernando se distanció de los dichos de Espinosa relativos a un entorpecimiento de la ley desde el mismo Congreso, asegurando que son sólo "tres o cuatro" los diputados que desean postular a gobernador, por lo que en ningún caso las responsabilidades por la demora habría que buscarlas allá.
"Esto se ha complicado porque tenemos varias leyes vigentes que hablan del mismo tema, no por culpa de los parlamentarios", sostuvo.
Por su parte, el senador Pedro Araya (independiente) manifestó que el principal escollo que hasta ahora impide asegurar elección de gobernadores regionales, es que la discusión se está realizando con la "calculadora electoral" en la mano.
En efecto, el parlamentario sostiene que las fuerzas políticas están actuando en relación a la cantidad de gobernadores que podrían elegir, asunto que impacta en los ritmos y el foco de la discusión.
"Y mientras no cambie esta situación (el cálculo electoral), seguirán surgiendo problemas cada cierto tiempo", apuntó.
Consultado por el fondo del debate, Araya dijo no ser partidario de permitir que parlamentarios postulen si mantienen tal calidad, y se mostró mucho más favorable a la posibilidad de establecer una suspensión del cargo desde el momento en que se inscribe la candidatura hasta que se sanciona el resultado.
Araya no obstante reconoce que todas las soluciones son complejas, más considerando que faltan dos semanas para el receso legislativo (en febrero cierra el Congreso) y los plazos parecen estar vencidos.