Trump impredecible
Es muy difícil predecir, aunque sea en términos generales, el sello de los próximos cuatro años del Gobierno de Donald Trump. Se trata de un Presidente peculiar, dotado de una personalidad carismática e individualista, carente de afectos y apego al partido que lo llevó al Gobierno. Esto permite asumir como plausible un escenario político volátil, cambiante, en el que tanto Trump como el mundo político de los partidos dominantes tendrán que adaptarse a una nueva era, cuya proyección en el tiempo es un misterio. Resulta impredecible entonces el escenario con el que nos encontraremos en enero de 2021, lo que atañe a numerosos ámbitos, entre los que destaco sólo dos.
En materia migratoria, a pesar de que muchos pensaron que Trump morigeraría su discurso anti-migratorio tras la elección, no lo hizo. Es altamente probable que se restrinjan las migraciones y que se levanten más muros fronterizos con México. Y por otro lado es un hecho que México se negará a pagar por ello. ¿Cómo cobrará Trump la construcción del muro? Es posible que utilice las deportaciones masivas de indocumentados mexicanos para luego calcular el valor de las remesas que México dejará de recibir en cuatro u ocho años, con lo que podrá, simbólicamente, costear su muro y contentar a millones de ciudadanos blancos que temen profundamente, tal como ocurrió en el período de las leyes de cuotas de 1921 y 1924, que los blancos dejen de ser el grupo hegemónico de la población. Pero pueden haber otros caminos, por lo que la gran interrogante pasa por las formas de las políticas migratorias y sus efectos en las relaciones raciales del país.
Otra gran incógnita es la que se abre en materia económica. Está por verse el impacto del proteccionismo económico en materia industrial y el efecto de los incentivos o formas coercitivas para que grandes compañías no se refugien en países pobres o emergentes para disminuir sus costos de producción. A lo mejor las medidas productivas de Trump serán simbólicamente populares, y puede que incluso Detroit vuelva a florecer, pero a punta de subsidios o incentivos que generan dudas respecto de cuan sustentable en el tiempo será la competitividad global de Estados Unidos en materia industrial, estilo Trump.
Será el propio Presidente de EE.UU. quien nos dará luces sobre estos temas. Habrá que esperar.
Fernando Purcell
* Académico del Instituto de Historia de la UC. Doctor en Historia de EE.UU. de la University of California, Davis.