Disforia de género: pacientes con una oportunidad para ser felices
HOSPITAL REGIONAL. Unidad de Endocrinología ofrece alternativas a transexuales que quieren un cambio de vida, a través de un tratamiento hormonal y con apoyo de varios especialistas.
Profesores, guardias, vendedores, comunicadores sociales, paramédicos, estilistas, arsenaleros y estudiantes universitarios, entre otros oficios y profesiones tienen los antofagastinos que han decidido dar el paso más importante de sus vidas y lograr un cambio de sexo a través de un innovador tratamiento, que les permite recibir en forma gratuita atención médica especializada en el Hospital Regional "Doctor Leonardo Guzmán".
El año pasado al menos veinte pacientes que tienen la condición "disforia de género" accedieron al tratamiento, que lidera el endocrinólogo Antonio Zapata Pizarro.
La idea de la Unidad de Endocrinología es apoyar a los pacientes transexuales (término obsoleto).
El término médico es "disforia de género" y se trata de personas que nacen con un sexo biológico distinto, y que viven en un cuerpo equivocado.
"Si bien no es una condición muy frecuente, afecta mucho la calidad de vida de las personas, ya que son discriminadas y no se pueden incorporar a la vida laboral y social. Por eso contamos con una alternativa", precisó el doctor Zapata.
Especialistas
El tratamiento que brindan en el Hospital Regional -pionero en la zona norte- no es sólo hormonal, sino multidisciplinario, ya que participan personas del ámbito de la salud mental, como sicólogos y siquiatras, además de endocrinólogos (para descartar alguna anomalía en el tratamiento), entre otros.
Se hace un seguimiento y por lo mismo participan médicos del área quirúrgica, ginecólogos (en el caso de transexuales masculinos), ginecólogos de mamas, y también están los urólogos que deben ver el tema de la reeducación en la parte sexual.
No es que el tratamiento sólo dependa de una persona, sino que son varios los médicos que se involucran para que el proceso sea fructífero.
Algunos pacientes han llegado al establecimiento asistencial a consultar las formas de acceder al tratamiento, y también está la alternativa de la Agrupación Arcoiris que reúne a personas con disforia de género. Allí fueron contactadas personas que ya habían iniciado algún tratamiento pero de forma particular, y que debían desembolsar grandes sumas de dinero.
Quienes tienen disforia de género ya en la niñez notan que su sexo biológico no corresponde con el sexo que quieren.
"Por eso se habla que nacieron en un cuerpo que no les pertenece, y desde pequeños empiezan a tomar otros roles. Pero no es hasta la adolescencia cuando empiezan a aparecer los caracteres sexuales secundarios, empieza el aumento de la musculatura, la aparición de las mamas, el vello. Por eso lo que se plantea ahora es que los pacientes ya en la adolescencia sean evaluados, para que empiecen con el tratamiento de hormonas y se detenga el proceso de pubertad para que la persona evalúe bien hacia donde va su identidad", señala Zapata.
Tratamiento
Por lo general los tratamientos comienzan mucho después, cuando la persona ya ha tenido crecimiento de mamas, musculatura, tiene barba, etc., lo que hace más difícil el proceso posterior.
"Respecto a la pubertad no estamos hablando de un cambio de sexo, sino de retrasar la adolescencia para determinar bien los caminos a seguir. Cuando el paciente tiene claro lo que quiere, se empieza el tratamiento definitivo", acotó.
Antes de llegar al tratamiento quirúrgico, puede pasar un período de hasta dos años, tiempo en que el paciente pasa por una serie de procesos y seguimiento de varios especialistas.
Por ejemplo, cuando una mujer decide cambiar de sexo, debe empezar con el tratamiento hormonal masculino y tiene que ver si se siente cómoda con esa realidad. A veces algunos pacientes se arrepienten en el proceso, por eso se estima que el tratamiento no debe ser menor a dos años.
Las personas necesitan sentirse cómodas y saber que son aceptados por la sociedad. Una vez definido ese aspecto viene el cambio quirúrgico, un procedimiento que es irreversible.
De manera particular, los pacientes deben desembolsar más de $150 mil mensuales, sin contar los exámenes y honorarios de especialistas.
Hormonas
Hay que considerar que algunas de las hormonas aplicadas a los pacientes pueden generar efectos secundarios, de allí la importancia de que quienes están en ese proceso sean supervisados por un especialista. Si la persona tiene problemas de salud hay que suspender el tratamiento.
El programa lleva un año de funcionamiento en Antofagasta y ha permitido que al menos 20 pacientes inicien el camino hacia una nueva vida.
Se espera para este año la incorporación de otros 20 pacientes, que tengan instancias de empezar una nueva vida.
Makarena Salles, presidenta de la Agrupación Arcoiris Trans Antofagasta se mostró ciento por ciento partidaria de este proyecto.
Sostuvo que es algo muy importante para la comunidad trans de Antofagasta, e implica que después se puede extender a comunas como Calama, Taltal y Tocopilla.
"Así todos nuestros compañeros y compañeras pueden empezar a atenderse en el Hospital Regional. Es loable que el doctor Zapata esté apoyándonos en esta bandera de lucha que tenemos desde hace muchos años como comunidad trans", manifestó.
Dijo -además- que la mayoría de las socias y socios de la Agrupación Arcoiris Trans Antofagasta están viendo instancias de tratamiento.
En su caso particular, comenzó un tratamiento hormonal a los 18 años, posiblemente asumiendo riesgos en su salud.
"A los 27 años me sometí a un cambio de sexo. Hay que terminar con ese estigma en contra de los transexuales. En mi caso fue alentador hacer el cambio de sexo y el cambio de identidad, y siento que recibo un mejor trato", explicó.
Ssa
En tanto, el director del Servicio de Salud Antofagasta, Zamir Nayar precisó que para la entidad que dirige no sólo es importante haber involucrado a la población que presenta disforia de género al trabajo comunitario con la incorporación al consejo de la sociedad civil.
"Hemos querido ir más allá. Desde nuestra perspectiva de gestor de la red de salud, hemos realizado un conjunto de acciones clínicas y administrativas que han posibilitado que hoy día esos pacientes puedan acceder a este tipo de tratamientos", puntualizó.
Síntomas de la disforia de género
La disforia de género puede aparecer a una edad muy temprana. Normalmente los niños comienzan a identificar su sexo biológico a los tres o cuatro años. Esta condición generalmente se manifiesta como negativa de un hijo a su ropa, sexo anatómico o no le gusta tomar parte en actividades y juegos específicos de sexo. En la mayoría de los casos esto puede ser simplemente una parte normal del crecimiento, pero en algunos esto puede persistir hasta la edad adulta. En cuanto a los síntomas, por ejemplo, la persona con esta condición puede sentirse atrapada dentro de un cuerpo que no coincide con su identidad de género. Esto puede provocar ansiedad o trastornos depresivos. Estos individuos a menudo enfrentan prejuicios y malentendidos en la sociedad. Esto también puede afectar su elección de parejas sexuales.
150 mil pesos puede costar un tratamiento sólo considerando medicamentos. Los exámenes y especialistas significan un presupuesto aparte, de allí la importante ayuda que se está brindando.
20 pacientes fueron favorecidos con tratamientos hormonales el año pasado en el recinto asistencial. Se espera que en 2017 sea similar la cantidad de beneficiados.
2 años puede prolongarse el tratamiento para quienes tienen "disforia de género", ya que deben intervenir varios especialistas médicos que acompañan al paciente.