En pleno proceso de postulaciones a la universidad es necesario conocer otras alternativas para el futuro profesional.
Es ahí donde los Centros de Formación Técnica (CFT) e Institutos Profesionales (IP) toman especial relevancia, sobre todo en una región como Antofagasta donde los sectores productivos necesitan técnicos.
Así lo explicó el director del Observatorio de Educación para la Innovación de la Universidad de Antofagasta, Pablo Camus.
"Hay que revalorizar la educación técnica. Cuando tú acceder a una carrera técnico profesional, el mercado se va ajustando para que esas personas ocupen esos espacio. Chile está entrando en un proceso de ajustes que va permitir incrementar la matrícula en este tipo de formación", comentó.
Cambios
Camus aseguró que el Estado en su accionar tiene en cuenta la creación de nuevos CFT. "Se están haciendo cambios. Sin embargo, creo que el Estado debe ampliar ese compromiso y ver qué está pasando por ejemplo, en los colegios técnicos profesionales", manifestó.
En tanto, la jefa de Admisión del instituto profesional Aiep, Maria Cecilia Estay, manifestó que la formación técnica ofrece una oportunidad tanto a jóvenes como a los adultos no sólo para enfrentar una opción de desarrollo profesional de intereses y competencias, sino que además se ha convertido en una "excelente" forma de competitividad académica y empresarial de esta región.
Asimismo se destaca el hecho de que la educación técnica profesional representa el 47,9% del total de la matrícula de educación superior.
Al ser consultados sobre el tema, desde Inacap aseguraron que las carreras técnicas de nivel superior como las que ofrece su centro de estudios son el primer peldaño en la carrera profesional de cada persona.
"Todos los organismos tanto públicos como privados han reiterado largamente la necesidad de técnicos en nuestra región, por lo cual nosotros seguiremos aportando con este capital humano", informaron a través de un comunicado de prensa.
Admisión
El director de Admisión de la CFT-IP e Universidad Santo Tomás, José Luis Henríquez, manifestó que lo primero que hay que considerar es que la formación técnica debe ser una elección vocacional.
Los beneficios, dijo, es que son carreras rápidas, es decir, tienen dos años de duración. Además tienen una formación técnica y eso genera que los jóvenes salgan más preparados a la vida laboral.
Henríquez contó que en Chile hay una alta tasa de universitarios, pero pocos técnicos profesionales.
"Lo que se necesita son técnicos sobre todo en el área minera. De hecho, la Sofofa en un momento dijo que iba haber un déficit de 600 mil técnicos profesionales", manifestó.
En Chile existen (datos de 2015) 174 instituciones de educación superior, de las cuales 114 corresponden a planteles técnicos. La cifra está por debajo del promedio de los países miembros de la Ocde.