"La selección más proble del mundo"
Alberto
Pescio
comentarista deportivo
El equipo nacional de fútbol saharaui que sufre la más absoluta carencia de recursos materiales, aspira a participar en las competiciones oficiales africanas. El estado africano que controla un tercio de la antigua colonia española del Sáhara Occidental, no tienen ni un campo de fútbol digno de tal nombre. Juegan en retazos de desierto pedregoso sembrados con precarios arcos o en calles arenosas, entre las viviendas de adobe. Pero se juega y mucho.
Ya en 2012 los saharauis saltaban a la cancha del estadio Franso Hariri de Erbil, la capital del semi independiente Kurdistán iraquí para disputar un partido de la VIVA World Cup, una competición internacional abierta a selecciones de países y territorios no reconocidos por la FIFA.
Era la primera vez que sus jugadores pisaban un campo de hierba artificial. Es más, ni siquiera habían jugado antes en una cancha con medidas oficiales. No llevaban calzado adecuado y resbalaban continuamente y no conectaban más de dos pases seguidos. Los iraquíes no tuvieron piedad de sus visitas y ganaron por un contundente 6 a 0.
Pero al terminar el partido, los saharauis dieron la vuelta a la cancha, enarbolando sus banderas negras, blancas, rojas y verdes. ¡Parecía que habían ganado! Pero lo que celebraban era su debut en un torneo a nivel internacional. ¡Lloraban de alegría! ¡Habían hecho historia! Entre 10 participantes, acabaron sextos, superando enormes dificultades.
Que lección de fortaleza y compromiso dan estos esforzados deportistas. Ni la pobreza ni la falta de medios les impide soñar con el reconocimiento oficial y defender su bandera. ¡La Saharaui!