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A los 53 años fallece el cantante George Michael

MÚSICA. La información sobre su muerte fue confirmada por su publicista a la BBC.
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El cantante británico George Michael murió ayer según informó la agencia Press Association (PA) en base a declaraciones de su agente de prensa.

"Con gran tristeza podemos confirmar que nuestro amado hijo, hermano y amigo George falleció de manera pacífica en su hogar durante la Navidad", dijo su publicista de acuerdo a declaraciones reproducidas por PA.

"La familia pide que su privacidad sea respetada durante este difícil y emotivo momento. No habrá más comentarios hasta el momento", apunta un comunicado recogido por la BBC de Londres.

Según el medio británico, una ambulancia acudió al domicilio del cantante a las 13:42 (10:42 hora de Chile), mientras que la policía descartó que hubiera circunstancias sospechosas.

En diciembre del 2011 el artista reconoció que un ataque de neumonía estuvo a punto de costarle la vida. Esa vez en las afueras de su casa manifestó que estuvo en peligro y agradeció al personal de un hospital austríaco por salvarlo en su unidad de cuidados intensivos.

Pero los problemas de salud continuaron en 2014 cuando estuvo internado en una clínica en Londres y un año antes había sufrido un accidente en la carretera de Inglaterra al caerse de su vehículo y herirse en la cabeza.

El cantante saltó a la fama como miembro del dúo pop Wham!, conocido por hits como "Club Tropicana" y "Last Christmas." Michael, cuyo nombre verdadero es Georgios Kyriacos Panayiotou, vendió más de 100 millones de álbums a lo largo de su carrera durante cuatro décadas.

Este mes se había anunciado que el productor y compositor Naughty Boy estaba trabajando en un nuevo álbum con el artista británico, que saltó a la fama junto con su amigo de la infancia Andrew Ridgeley con el dúo "Wham!".

Tras abandonar esa formación, Michael lanzó una carrera en solitario que incluye éxitos de ventas como "Listen Without Prejudice Vol. 1", su segundo trabajo como solista.

HAZLO POR AMOR

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Cuando hagas algo, hazlo con amor. Las cosas hechas con amor son siempre mejores que las que se hacen por cumplir o por salir del paso. El amor no sólo abre todas las puertas, hace, también, las mejores obras, tanto espirituales como materiales. Todo lo que ejecuta lo hace desinteresadamente y con esmero y no escatima sacrificio alguno para llevar a cabo cuanto se propone en beneficio de los demás. Construye, pero no destruye; levanta, pero no humilla. Anda de la mano con el altruismo y la bondad es su mejor aliada.

No olvides que hacer bien las cosas es una forma de servir al semejante. No hagas el bien por ostentación o por insinuar lo que no sientes, hazlo por amor.

Si no amas de veras al prójimo, es preferible que no le tiendas la mano, porque, con ello, lo engañas y te engañas a ti mismo. La dádiva sin amor es una ofensa en vez de caridad. Y un corazón bien puesto no hace un acto tan reprobable.

Cuando enjugues una lágrima o consueles al que sufre, hazlo en silencio y sin que nadie se dé cuenta. Ello te enaltecerá ante Dios y ante tu propia conciencia.

La caridad a gritos o las buenas acciones con redobles de tambor, quitan méritos al protagonista y pierden todo su valor moral.

El amor entrega lo que tiene, sin esperar recompensa y sólo por la satisfacción de dar y de servir al semejante. Esa es la verdadera caridad.

Porque el amor me abre la puerta de todos los corazones y el ser útil al prójimo me conquista la gratitud de todos, soy feliz.

El amor es la principal de las riquezas. Y yo amo. El servir a los demás, la mayor de las fortunas. Y yo sirvo. No tengo dinero, pero hago obras de caridad. Y las buenas obras son eternas como Dios.

Jesús fue el más pobre de los pobres y el más rico de los ricos. El más pobre, porque nació en un pesebre sobre un montón de paja. Y el más rico, porque murió por amor.

Hermano, él que no ama y sirve al semejante, pasa por la vida como el aerolito que cruza el espacio: no deja huellas.

Cultiva tu espíritu en el amor y hazlo que ame lo creado, desde el más insignificante de los objetos hasta la más lejana de las estrellas.

En todo cuanto existe está la mano de Dios. Él hizo el mundo, los seres y las cosas. Y los hizo con amor. Cuando te creó a ti te dio algo que te distingue del resto de los seres vivos: la razón, luego puso en tu pecho una parte de su alma y te hizo inmortal.

Fuiste creado a su imagen y semejanza. Y cuanto existe lo hizo para ti, sólo para ti.

Cuando muera el amor, el mundo será un enorme témpano frío en el que no aromarán las flores ni cantarán los pájaros ni silbarán los vientos.

Enmudecerán las fuentes, el mar no tejerá collares de espuma en torno de las rocas y los lagos no serán el espejo en que se mira el sol y se bañan las estrellas. El verso perderá su música y las palabras, su sentido. No habrá églogas ni madrigales; el corazón será un órgano insensible y tú y yo, dos sombras que marchan juntas, que se miran, se hablan, pero no se entienden.

Cuando muera el amor, la vida no tendrá razón de ser.

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