Apenas diciembre asoma sus luces en el calendario, los hombres recuerdan que, junto a ellos, existen hombrecitos a los cuales es menester amar y tutelar, facilitándoles la posibilidad de una vida sin desgarraduras ni estrecheces. Entonces, se desbordan en ternuras y en regalos de Nochebuena.

Este año, los nuestros recibieron un obsequio que no se define en cosas, sino en espíritu: recibieron una invitación de la Secretaría Regional de Relaciones Culturales de Gobierno, convocándolos a soñar bajo un hechizo de retablos y villancicos. La idea demostró entender, decisivamente, el contenido de Navidad, que no es distracción ni ostentación, sino creación.

Proponiéndoles a los niños soñar "su" Pesebre, les reconoció la fuerza máxima de su condición: la fantasía; les permitió que la desarrollasen, libremente, honrando, así, al Niño.

Los antofagastinos respondieron, con generoso entusiasmo, destacando imaginación, habilidad creadora y, especialmente, comprensión de lo que debe ser Navidad, esto es, exaltar impulsos de dulzura, propiciar la hermandad y establecer las fuerzas de la paz para júbilo de todos.

Por diligencia de Kety Farandato, en esta fiesta de retablos admirables, nuestros niños emplearon su fortuna mayor: su capacidad de invención, evidente en los premiados y en los que no lo fueron, pues todo indica que el alma infantil antofagastina encierra potencias que debemos continuar incentivando para ventajas de ella misma.

Además, conocimos a una poeta de 12 años, alumna de sexto año "A" del colegio "San José". Es Paola Malenbrán, cuyos poemas, delatan un temperamento que, a instantes, avanza en un puro lenguaje que recuerda el hacer surrealista. La ingenuidad de la infancia está a la vista. No hay trucos ni contrabandos. Hay una gotita de esa poesía espontánea que juguetea en el fondo del niño, ennobleciendo la palabra humana. Como bien de Navidad, entregamos a los lectores esta cuarteta de Paola, seguros que les obligará a meditar:

"Cristo fue sincero, / Cristo fue leal,

Cristo fue valiente: / dijo la verdad".

Andrés Sabella

Carolina Collins

Una serie que apela a la nostalgia ochentera y una futurista de ciencia ficción se convirtieron en los mayores fenómenos televisivos del año, cosechados por Netflix y HBO, respectivamente.

"Stranger Things", de la plataforma de televisión por streaming, fue acogida con unanimidad por la crítica y por el público, quienes la transformaron en uno de los fenómenos televisivos del año.

Mezcla exitosa

Con una mezcla de ciencia ficción, terror y drama, una ambientación ochentera y un elenco de carismáticos niños, la serie creada por los hermanos mellizos Matt y Ross Duffer, de apenas 32 años, consolidó su éxito al convertirse en una de las favoritas de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA).

La ficción sobre la misteriosa desaparición de un niño, en un pueblo suburbano de Estados Unidos en los 80, fue nominada en la categoría a la Mejor serie (drama) enlos Globos de Oro.

Dos estrellas

"Stranger Things" también implicó el regreso de Winona Ryder, quien fue nominada como Mejor actriz en televisión dramática. Y también significó el descubrimiento de la joven actriz británica Millie Bobby Brown, quien con sólo 12 años se convirtió en una verdadera estrella con su papel de Eleven, una misteriosa niña con poderes sobrenaturales que aparece en la vida del grupo de niños que intenta encontrar a su amigo perdido.

El éxito fue tal, que la segunda temporada fue confirmada por Netflix poco después del estreno y el anuncio desató una serie de teorías sobre cómo continuará esta historia, que volverá a la plataforma de streaming el próximo año, probablemente durante el invierno chileno, según han publicado varios medios estadounidenses.

El oeste futurista

Pero este año también trajo la confirmación de que HBO es una máquina de éxitos. Con el fin inminente del fenómeno "Game of thrones", serie a la que le quedan solamente dos temporadas al aire, la cadena de cable se propuso encontrar una sucesora capaz de replicar lo cosechado por el drama basado en los libros de George R. R. Martin.

Y todo parece indicar que la encontró. La serie creada por Jonathan Nolan (hermano de Christopher Nolan), que está basada en la película homónima de Michael Crichton de 1973, tiene como productor a J.J.Abrams, nombre que en la industria televisiva es prácticamente sinónimo de éxito.

El hombre detrás de fenómenos como "Alias", "Lost", "Felicity" y "Fringe" tocó con su varita esta ficción futurista que se ambienta en un parque de entretenciones ambientado en un pueblo en el lejano oeste habitado por androides y donde cada deseo humano pueda ser saciado.

"Westworld" fue nominada como Mejor serie dramática para los próximos Globos de Oro, al igual que su protagonista, Evan Rachel Wood, quien compite por quedarse con el premio a la Mejor actriz dramática, y Thandie Newton, que es candidata a la Mejor actriz de reparto.

Y aunque con esas nominaciones la serie ratificó la acogida de la crítica, no ha logrado replicar el fenómeno "Game of Thrones" a nivel de audiencias. La ficción coral tiene una audiencia promedio por episodio de nueve millones de espectadores sólo en Estados Unidos, mientras que "Westworld" sumó 3.6 millones en el último episodio de la primera temporada.

Las decepciones

Pero 2016 no sólo trajo éxitos. Uno de los grandes fracasos de este año fue la otra gran apuesta de HBO: "Vinyl".

La serie, creada por una leyenda de la música, el líder de The Rolling Stones, Mick Jagger, quien unió fuerzas con Martin Scorsese como productor, fue cancelada tras apenas una temporada.

El drama, ambientado en la industria musical de los años 70 y protagonizada por Olivia Wilde y Bobby Cannavale, no logró el nivel de audiencias que se esperaba y tampoco buenos comentarios de la crítica.

Y quizás la gran decepción para Netflix este año fue "The Get Down", serie creada por Baz Luhrmann sobre el hip-hop, que costó nada menos que US$120 millones y que no tuvo la acogida esperada que prometía el renombre del cineasta australiano.