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Para quienes conocen la ciudad de Antofagasta la imagen no deja de ser sorprendente. En calle Aconcagua, a metros del Parque Brasil, hay un punto desde el cual pueden observarse un departamento en venta, tres en arriendo y un pequeño centro comercial en construcción que ofrece alternativas para la renta, con un gran letrero: 'No hay vacantes'.
La capital regional está lejos de ser la nueva Dubai, como fue calificada por la prensa de Santiago hace algunos años. Hoy, vive un momento económico difícil tras los años de un boom solo comparable a los mejores años del salitre.
La caída en el precio del cobre golpeó a todos los sectores. Ninguno se ha salvado, desde las familias, prestadoras de servicios, hasta instituciones sociales de ayuda.
Explicación
Una de las preguntas más relevantes es por qué el actual ajuste ha sido tan severo, mucho más que en momentos incluso más complejos como la crisis subprime del 2008, o la asiática de fines de siglo pasado.
Fernando Cortez, gerente general de la Asociación de Industriales, reconoce que el golpe del actual momento ha sido más duro que otros períodos similares, simplemente porque el tránsito desde el peak fue muy profundo.
Otros consultados apuntan que la industria había pasado por períodos de sube y baja, pero mucho más atenuados, el último break, provocado por la enorme demanda china, cambió las cosas.
Pero también hay coincidencia en que el daño provocado no es sólo producto de la caída del precio del cobre, sino en el incremento de costos que las compañías acumularon en el lapso de bonanza.
El llamado 'súper ciclo' hizo posible que se levantaran proyectos que en otro momento eran impensables, como Sierra Gorda SCM, Antucoya o Esperanza, sostuvo un consultado. Con los precios que se estaban pagando, la explotación de esos yacimientos era factible.
El caso de Sierra Gorda SCM es sintomático. La compañía de capitales polacos y japoneses tiene leyes del mineral en torno al 0,3%, es decir, bajísimas. Escondida en sus inicios tuvo más del 2%, por ejemplo.
Con la caída de precios llegaron las pérdidas (de casi US$1.000 millones en 2015), los despidos y las transformaciones.
De allí se obtiene otra derivada en la industria: los ajustes seguirán en los meses que siguen.
Nueva realidad
Según cifras de la Superintendencia de Pensiones, el Ingreso Imponible Promedio (IIP) de los trabajadores de la Región de Antofagasta que cotizan en el sistema cayó un -1,5% real en septiembre de 2016, respecto de igual mes de 2015.
La cifra es inédita en décadas y un indicador clave del momento actual que vive la Región, al que pueden sumarse el desempleo, el leve aumento de la pobreza, la caída en las ventas de automóviles y casas, entre otros.
La comuna creció y mucho. Entre 2002, la población comunal subió desde los 296 mil a unas 350 mil estimados en la actualidad. Gran influencia tuvieron los extranjeros (bolivianos, colombianos y peruanos, como colonias principales) que suman unos 80 mil a nivel regional, según cifras de la PDI.
Todos llegaron empujados por las historias de una ciudad con mucho empleo, buenos salarios, paz social y oportunidades, reconoce Gonzalo G., colombiano nativo de Cali, con tres años en la ciudad.
"Yo vine por las recomendaciones de un primo y al principio estuvo muy bien. Pero luego el trabajo comenzó a faltar y más con los colombianos, a quienes se nos acusa de muchas cosas injustas", sostuvo.
El menor dinamismo ha influido en ese arribo notoriamente. Según datos del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior, a septiembre de este año se habían otorgado 13.926 documentos, lo que representa una baja del 34,2% respecto de lo registrado a igual mes de 2015, cuando los trámites eran 21.173.
Con este registro, la zona vuelve a los niveles que ostentaba el año 2014, incluso levemente inferiores.
Antofagasta es interesante, pero ya no la meca que fue los últimos años.
Cuestión de precios
La citada caída del Ingreso Imponible Promedio (IIP) de los trabajadores locales es relevante y ejemplificadora. Alcanzó los $893.769 y aunque es el monto mayor entre todas las regiones del país -un 26,3% superior a la media nacional, que alcanzó sólo a los $707.680- es una de las pocas que va a la baja en Chile.
Antonio Sánchez, director de la Cámara de Comercio estima que el fenómeno es producto del menor dinamismo económico local.
"Desde hace ya 20 años que este Ingreso de la Región de Antofagasta es en promedio entre un 30% y un 40% superior al promedio nacional. El año en que se registraba la mayor diferencia a favor de nuestra región fue 1990, en que esa diferencia alcanzaba el 57,4%, con las cifras del presente año, la diferencia a favor de nuestra región llega sólo al 18,7%", detalla.
Claro está, el desempleo regional alcanzó el 8,4% en el trimestre julio - septiembre y es el más alto desde enero de 2010. Lo interesante es que el alza va en contrario de lo que ocurre a nivel nacional -donde la tasa de desempleo bajó a 6,8%. La explicación es el presente de la minería: el 60% del PIB es directamente consecuencia de esta actividad.
Los guarismos anteriores se explican fundamentalmente por la actividad minera que tuvo peaks de precios. En enero de 2016 y después de 13 años, el principal producto de exportación observó el fin del "súper ciclo" que experimentó junto a otros metales industriales, al bajar de la barrera de los US$ 2 la libra.
El boom comenzó el 16 de diciembre de 2003, cuando su precio alcanzó US$ 1 la libra por primera vez en seis años, desde el estallido de la crisis asiática. Después de casi tres años llegó a los US$2, al poco andar superó los US$3 y dos años después, en 2008, superó los US$4,0 por primera vez en su historia.
El nivel más alto fue conseguido el 14 de febrero de 2011, con US$4,60 la libra y la última vez que se cotizó sobre los US$3 fue el 27 de noviembre de 2014.
Hoy, los precios rondan los US$2,5, pero antes de la elección de Donald Trump, estaban en torno a los US$2,12. Analistas como el académico de la PUC, Gustavo Lagos, sostiene que el valor se mantendrá en US$2,5 los meses siguientes, pero otros puntualizan que no hay elementos para sostener tal juicio.
Cochilco estimó en US$2,15 el precio promedio de la libra de cobre para este año y en US$2,2 la libra para el próximo ejercicio. ¿Las razones? No se evidencia una recuperación significativa de la demanda por cobre por parte de China y porque tampoco se han registrado cambios estructurales relevantes en el mercado del cobre.
"No hay que ser pesimistas, el futuro es bueno y la industria deberá prepararse para ese escenario haciendo las inversiones correspondientes. Hay que levantar la cabeza y ver más allá de la coyuntura".
Fernando Cortez
Gerente general AIA"
El impacto severo
La minería regional generaba unos 63 mil empleos (julio-septiembre) en 2012; hoy la cifra se acerca a los 47 mil, vale decir, algo más de 16 mil puestos de trabajo directos, según cifras del INE. ¿Por qué un impacto tan severo? Antonio Sánchez sostiene que en esta ocasión, Chile enfrenta un escenario con costos de producción mayores a los precios: hay varias operaciones que no son rentables con los actuales US$ 2,12 la libra. "Eso nunca antes había pasado. Cuando había crisis de precios, Chile nunca salió de mercado, las empresas se ajustaban, pero eso cambió ahora porque el costo de producción debe estar en torno a los US$2,14. Por eso un golpe tan severo", dijo. El empresario Osvaldo Pastén sostiene derechamente que "estamos en crisis", lo que se explica por el citado derrumbe de todos los commodities. "Tuvimos un ciclo extraordinario por más de una década, pero no nos preparamos para un escenario como éste", sostiene Pastén, quien coincide en que los cambios continuarán en los próximos meses, precisamente para contener los costos. Esos años, además, fueron caracterizados por los bonos millonarios. Los trabajadores de Escondida, por ejemplo, alcanzaron uno de $23 millones (considerando préstamo blando). "Se acumuló mucha grasa en estos años, salvo en proyectos específicos y hoy se están haciendo esas correcciones, que se profundizarán: avanzaremos a una nueva era de automatización en la industria", apreció Pastén.
Futuro optimista, pero con cambios
Los números de Bloomberg dan cuenta que China -el principal socio comercial del país- pasó desde peak de crecimientos del 12% a un 7% actual. Esa brecha es lo que explica la menor demanda de commodities hacia ese mercado.
El análisis del Banco Central hacia el futuro es igual de coherente. No hay nada que haga pensar en cambios sustantivos en los próximos años.
Así se explica el retraso en nuevos proyectos para la zona, los que consideraban un total de 21 mil puestos de trabajo durante su construcción.
Así las cosas, ¿qué depara el presente?
Más cambios, coinciden todos los entrevistados. De eso no cabe duda, pero también un escenario optimista en el mediano y largo plazo: hay minería para largo rato y el desarrollo tecnológico permitirá avanzar en innovaciones insospechadas.
Y el precio no caerá.
"Para este año se había previsto un consumo de cobre respecto del año 2014 iba a subir en un 2,5-3%, pero resulta que subió en un 5% (...) como consecuencia de una serie de tareas y metas que se plantea el Gobierno chino, le da sustento al alza de mayor consumo de cobre, esto es real, lo tocas con la mano", dijo, por ejemplo, Nelson Pizarro, presidente ejecutivo de Codelco.
"No hay que ser pesimistas, el futuro es bueno y la industria deberá prepararse para ese escenario haciendo las inversiones correspondientes. Hay que levantar la cabeza y ver más allá de la coyuntura", apreció Cortez.