Académicos analizan particular forma de hablar de los nortinos
IDENTIDAD. La constante incorporación de términos y la mala pronunciación complican a los extranjeros y a las personas que llegan de otras regiones.
La inusual forma de hablar que tiene el nortino y la reciente incorporación de nuevos términos, llama la atención no sólo de los expertos en la materia, sino también de personas que llegan a la zona, sobre todo si vienen del extranjero.
Por ejemplo, mucho se debate sobre los nuevos términos que están empleando los jóvenes para expresarse, donde destaca la variada presencia de animales y el particular "acento y ritmo" que caracteriza su forma de hablar.
Integrantes de la Academia Chilena de la Lengua explican que esto ocurre por la compleja utilización de verbos, modulación, tiempos, modismos, frases incompletas y pleonasmos (sube pa' rriba) que atiborran el léxico nacional.
Esto genera problemas de comprensión para quienes llegan de otros países, quienes tardan alrededor de un mes en comprender los reales significados de estos "chilenismos".
El escritor antofagastino y miembro de la Academia de la Lengua, Osvaldo Maya, cuenta que el "mal hablar" en el país es un tema casi cultural.
"Se comenta mucho la manera en que nos comunicamos, pero creo que el drama se debe a un problema lingüístico muy simple. El soporte y el manejo del lenguaje lo determina el uso de los términos, y ahí nosotros usamos muy pocos. Ahora, éstos si bien son escasos, son efectivos", dice.
"Chilenismos"
"Wena shoro" le espetaron al colombiano Harry Montaño cuando apenas llevaba cinco días en el país.
Montaño eligió establecerse en Antofagasta por las mejores posibilidades de encontrar empleo que ofrece la zona. De hecho hoy atiende un puesto de venta de jugos naturales.
"No supe cómo reaccionar, la verdad que me dio algo de miedo porque no sabía si me querían robar o me estaba insultando. Pero después supe que así saludan acá", cuenta.
Lo que le ocurrió a este colombiano representa bien las primeras inquietudes que, por lo general, tienen los extranjeros al enfrentar los modismos.
Para el profesor de lenguaje y comunicación de la Universidad Santo Tomás, Francisco Bravo, en todas partes del mundo el habla de las personas sufre mutaciones. No obstante, explica que en la región y en Chile en general, la poca lectura y el "aflojamiento" al momento de aprender nuevas palabras ha determinado en gran medida las nuevas expresiones.
"Falta más lectura, más compresión, estamos castrados de pensamientos críticos. Esos factores influyen en la degeneración del lenguaje", opina el académico.
Bravo también comentó el ahorro de palabras que se obtiene al emplear una frase que carece de significado común, pero que es una de las vértebras cervicales de nuestra comunicación.
"La palabra 'huevón' reemplazó todas las categorías gramaticales, es decir, el verbo, el sustantivo. Entonces si yo digo, 'pásate esa hueá' nos entendemos 17 millones de personas. No hay necesidad de definir lo que se está pidiendo, el otro entiende", concluye.
Por su parte para el investigador y también miembro de la Academia Chilena de la Lengua, Sergio Gaytán, no existe degeneración, sino sólo "identidad".
"Los chilenos simplemente hablamos como chilenos, ni bien, ni mal. De repente la gente dice que los peruanos hablan muy bien. No! Los peruanos hablan como peruanos, los argentinos como argentinos y así", argumenta.
En este punto, Gaytán cuenta que debido a la historia particular que tuvo la región, los modismos y formas de expresión fueron en mayor aumento en comparación con otras zonas del país.
"La historia de la gran minería, las grandes migraciones, la empleabilidad de modismos foráneos le han dado mayor identidad a la forma que se tiene para hablar en el norte", dice.
Por eso no es de extrañar que en la zona se usen frases que en otras regiones no son comprendidas ni por los mismos chilenos, tales como "lapicera" (al lápiz de pasta), "pupo" (al ombligo), "pericote" (a los ratones grandes), "virolo" (a una persona bizca) o "palo poste" (al poste de luz), por nombrar algunos ejemplos.
"Al final la comunicación se cumple, pero creo que es un tema que evoluciona con las generaciones y nos representa tal como somos", finaliza Sergio Gaytán.
Las expresiones más comunes:
Euclides, Flores,, peruano
"Tardé más menos un mes en comprender los reales significados de las frases que acá se usan, como 'anda al toque'"."
Hacer una vaca:
Juntar dinero entre varias personas para cualquier finalidad.
Apañar/aperrar:
Apoyar en cualquier circunstancia a un amigo.
Cachai:
Se traduce como ¿entiendes? y es uno de los términos más antiguos.
Harry, Montaño,, colombiano"
"Me costaba entender más por el acento que por lo que me decían. Parece que los chilenos no respiran cuando hablan"."
Echar la foca:
Increpar a alguien, agredirlo verbalmente.
Altiro/altoque
Rápido.
Arrugar:
Acobardarse ante alguna situación o persona.
Andar pato:
Estar sin dinero en los bolsillos.
Sandra, Madero,, mexicana"
"Los chilenos tienen una peculiar forma de hablar, su acento es bonito y diferente al que usa el resto de los latinos"."
Pololear:
Mantener una relación amorosa, Muy usado entre los jóvenes.
Me da lata:
No tener el más mínimo interés en hacer algo.
Tirar a la chuña:
Lanzar algo al aire de manera que su destino sea totalmente fortuito.
Hilda, Anagua,, boliviana"
"Es gracioso que utilicen tanto a los animales para referirse a sus emociones, como 'la pasé chancho' o 'ando pal gato'"."