"¿Qué aprende un deportista? "
comentarista
deportivo
En el largo camino que recorre un niño en su formación deportiva concurren muchos factores. En la infancia, sus primeros pasos deben de ir encaminados a que disfrute del deporte que le agrada.
Los estudiosos del desarrollo corporal hablan que el niño hasta los 10-12 años debería practicar todos los deportes posibles en busca del desarrollo de su capacidad motora básica para luego recorrer el camino de sus capacidades coordinativas.
Un poco más tarde, cuando en función de su morfología, habilidad y orientación guiada se decante por una disciplina, tiene que aprender a practicar el deporte que ha elegido, sus normas y su técnica. Una vez ha asumido estos peldaños tiene que aprender a "hacerlo bien", es decir, perfeccionar sus aptitudes.
La siguiente etapa es "hacerlo mejor que los demás". Y a esto se le llama "competir" o también la llamada "adquisición de técnicas competitivas". Pero ya sabemos que el deporte, como la vida, nos ofrece dos caras.
El triunfo y el fracaso, la alegría y la decepción, y el deportista como tal, debe de estar preparado. Lógicamente que no todos los que empiezan una disciplina deportiva alcanzan el estrellato.
Pero el deporte les ha preparado para la vida por la entrega de valores, tales como la solidaridad, la cultura del esfuerzo, trabajar en equipo, la capacidad de aceptar o proponerse retos personales o colectivos, sobreponerse a momentos de dudas e incertidumbres, la sociabilización y manejar la frustración. Y visto lo explicado, el deporte no solo forma a un deportista, sino que forma personas o ciudadanos con este abanico de virtudes.
Tampoco debemos dejar de mencionar que el deporte aúna voluntades, integra a personas de diferentes estratos sociales, actúa como una vía de expresión ciudadana, es la bandera de identidad de pueblos o regiones.
¿O acaso no se nos ha hinchado el pecho con las últimas victorias de nuestra selección de fútbol? ¡El fútbol chileno ha aprendido a ganar!
Alberto
Pescio