Necesidad de un tranvía
"Se requiere una visión política estratégica ambiciosa como lo hicieron ayer José Papic".
La declaración del seremi de Transporte de posponer los estudios del tranvía para el año 2023 por orden de un ministerio que nunca ha mostrado respeto y cariño por la ciudad, afirmar que un sistema de transporte multimodal de transporte público con un tranvía como eje de transporte masivo no reúne las condiciones de impacto social y rentabilidad, es una mentira para esconder un bloqueo político.
Los planes del ministerio son gastarse US$ 300 millones en un corredor de buses y transformaciones menores de infraestructuras vial, que significarán 310 expropiaciones en el sector Bonilla no cuantificadas y 10 años de espera.
Pero en el fondo es un proyecto que subvenciona la oferta privada y en nada la demanda.
El transporte público no es producto comercial y por ningún motivo debe ser sometido al mercado y lógica neoliberal. El impacto social no se mide con la sola variable del costo final de un boleto o trayecto.
Hoy con datos muy viejos la ciudad pierde, sufre y paga más de 300 millones de dólares por congestión, contaminación, tiempos, calidad de vida y salud pública.
El tranvía provocará una reorganización urbanística que dará varios beneficios, inclusión social, revalorización inmobiliaria, seguridad pública, descongestión, mejorará el medio ambiente, entre otros valores.
¿Qué hacer? La alcaldesa Karen Rojo decidió por fin meterse en el tema y creo que es lo mejor para la ciudad. Crear las condiciones políticas, sociales, económicas para crear una empresa regional de transporte público- privada con vocación de construir las infraestructuras necesarias para un transporte público de alto estándar con un tranvía como eje central y paralelamente la creación de una empresa de gestión, administración y explotación del transporte por intermedio de licitaciones de servicios no mayores a cuatro años para impedir monopolios o dependencias abusivas y desarrollar competitividad.
La idea no es transferir el conjunto de la inversión al costo del trayecto, sino asociar la actual oferta de transporte público que tiene una doble amenaza (pierden 13% de pasajeros al año en beneficios del auto) y en 2020 estarán obligados a concentrase, renovarse e invertir.
Se requiere una visión política estratégica ambiciosa como lo hicieron ayer José Papic y los padres de esta perla que necesita prepararse más para los grandes desafíos de este siglo que serán muy exigentes.
Francisco Daniels
Asociación Pablo Neruda Siglo XXI