La Llegada
Con un inicio espectacular y fuera de los cánones habituales, se nos presenta a Louise Brooks (Amy Adams), una calificada experta en lingüística que ha perdido de manera trágica a su hija. Su vida rutinaria y vacía, sufre un vuelco espectacular cuando se entera de que doce naves alienígenas situadas en diversos puntos del planeta, han aparecido para el asombro y espanto del mundo.
Debido a su capacidad para la comprensión de lenguas, es reclutada por el ejército para viajar a Montana, Estados Unidos, junto al científico Ian Donnelly (Jeremy Renner). El objetivo es uno simple y excepcional a la vez: ambos deberán tratar de establecer una comunicación con los recién llegados.
Este tema puede parecer simple ciencia ficción. Pero el tratamiento visual, sonoro, artístico y la calidad de su guión (con reflexiones al estilo "El árbol de la vida") y la entretención que genera este tema, el filme se presenta a medio camino entre el típico modelo de encuentros con seres extraterrestres (recuérdese 'Señales', por ejemplo) y el drama psicológico, donde predominan las evocaciones y las reflexiones de corte existencial.
Conviene destacar que en la misma línea, el director Denis Villeneuve tiene una película anterior también inquietante y visualmente arrebatadora: 'Enemy', en donde ya se evidenciaba la capacidad para crear ambientes desconcertantes y al borde del surrealismo más puro.
"La llegada" (Arrival, de 2016) es un filme excepcional donde el director maneja con soltura absoluta los giros y los laberintos de un hábil guión, que mezcla el tema de las inquietudes humanas que se enfrenta a lo desconocido, a los misterios cósmicos y, en su secuencia final, a un mesianismo bastante exagerado pero que no alcanza para desentonar al conjunto.
Interesa destacar que el realizador Denis Villeneuve se ha ganado el respeto de la crítica porque sus películas, lejos de lo que podría pensarse, se alejan de los modelos preconcebidos y siempre sacan de la ambición que los sustenta, ideas frescas para diversos géneros. Cabe señalar que él será el encargado de dar vida a la próxima 'Alien', que se espera con expectación entre los fanáticos de esa pieza maestra.
Así, en este filme, el director busca derechamente entender el sentido de la existencia, esa famosa tríada de dónde vengo-quién soy-a dónde voy que es la clave de todo este hermoso trabajo audiovisual.
"La llegada", plantea que ese sentido de la existencia se vincula a través de dos canales: uno, la comunicación como la piedra angular de toda la sociedad y la naturaleza humanas; el otro, un análisis notable respecto de la toma de conciencia de la pérdida de un ser querido con cuotas de un romanticismo completamente diferente al que todos esperan.
Basada en el relato "Historia de tu vida" de Ted Chiang, esta película centra su preocupación en el valor que tiene el lenguaje como elemento para alcanzar la ansiada paz social y rompe de manera abrupta con los clichés tan propios de una época del cine de ciencia ficción -como esa idea de que los alienígenas llegarán a la Tierra hablando en nuestra lengua- que acá por cierto no se repite.
Lo notable de Villeneuve es cómo articula ideas que son en esencia diferentes: por un lado el director centra su discurso fílmico en el contacto con los aliens, mientras que por otro lado el tema íntimo, el drama familiar, la pérdida de la hija es del mismo modo una necesidad por encontrar en otra clase de lenguaje el instrumento para alcanzar la felicidad.
No podemos dejar de alabar que gran mérito de este filme radica en la sobresaliente actuación de Amy Adams en su papel de científica que busca rehacer su vida en un contexto extremadamente inusual y peligroso. Es gracias a su actuación que uno puede emocionarse de mejor manera con las digresiones filosóficas de "La llegada" y, de seguro, su nombre estará en la quina para el Óscar a la mejor actriz en la próxima entrega de este galardón.
"La llegada" resulta impecable en su lenguaje audiovisual, con claras referencias a Stanley Kubrick y su obra maestra '2001, Odisea del Espacio' que está presente en la memoria del espectador cinéfilo.
Con un estilo sereno, pausado, alejado de toda estridencia, sin dar ninguna explicación odiosa y con efectos especiales mínimos, este filme es por lejos toda una demostración de buen cine, que dejará una serie de dudas y preguntas en los espectadores pero que, de seguro, se convertirá en una pieza maestra del cine que especula acerca de cómo será el encuentro del ser humano con otras criaturas venidas desde más allá de las galaxias conocidas.
Victor Bórquez
Escritor, docente y
comentarista de cine