Secciones

Coaniquem cumplirá 25 años de ayuda a los niños quemados

SOLIDARIDAD. 600 niños y adolescentes atiende cada año el centro de rehabilitación en Antofagasta que está próximo a celebrar un nuevo aniversario.
E-mail Compartir

Antonella Casali Allende

Hace cinco años que la vida cambió para la familia de Mariela, quien a los ocho meses, por un descuido, se quemó su mano izquierda al introducirla en una estufa a leña, dejando a la menor con gran posibilidad de perder su extremidad por completo.

La familia quedó devastada frente al demoledor diagnóstico. La recomendación en la Unidad de Urgencias fue que asistiera al centro Coaniquem de Antofagasta.

Es así, desde el 2012, Mariela y su madre Yocelín Torres, asisten al recinto para rehabilitación, donde "mi hija recibe lo que necesitaba para recuperarse".

Mariela es uno de los 600 casos que son atendidos en la institución, que el próximo 27 de noviembre cumplirá 25 años de ayuda solidaria en la Segunda Región

El centro de rehabilitación que actualmente está ubicado en la avenida Pedro Aguirre Cerda, en sector La Chimba, es un servicio gratuito y disponible para toda la comunidad. Una consigna -que según comentan sus pacientes- "reconforta porque pueden acceder a un beneficio donde existe profesionales con vocación".

Tratamientos

La directora de la fundación, doctora Valentina Chubretovic, comentó que la participación de diferentes profesionales es fundamental en el proceso de rehabilitación.

"Nosotros actualmente contamos con alrededor de 20 profesionales, desde kinesiólogos hasta psicólogas y una asistente social. Ellos hacen un trabajo completo no sólo con el paciente y su quemadura, sino con un proceso con la familia del afectado", expresó.

La institución recibe a pacientes que fluctúan entre 0 a 18 años. Atiende también a niños extranjeros que viajan sólo para recibir una atención. Es el caso de menores de Salta (Argentina), Tacna (Perú) e incluso gitanos que pasan por la región.

Una visión que también comparte Jorge Hrepic, quien trabaja para el centro desde hace cinco años y destaca el trato diferente que existe con los pacientes quemados. "El trabajo es súper bueno y se diferencia creo que mucho de lo que uno ve en el sector público. Acá existe una mayor sensibilidad para tocar el tema para disminuir el temor y angustia", comentó.

'juego'

Dado los altos niveles de angustia y ansiedad con que algunos menores llegan a la rehabilitación, el centro incorporó una modalidad distintiva con estos pacientes, donde a través de un juego explican cómo será el procedimiento para sanar sus heridas.

"Usualmente utilizamos una muñeca y simulamos un juego, donde explicamos a los niños que la muñequita se quemó y necesita ser curada. Entonces, ellos nos ayudan a curar a la muñeca. Hacemos todo el procedimiento", explicaron algunas especialistas.

El objetivo es disminuir el nerviosismo que el menor pueda sentir al momento de las curaciones en el centro Coaniquem de La Chimba.

Labor

Una labor valorada por la comunidad y los usuarios, quienes aseguran que la atención está realizadas por profesionales con vocación de servicio.

Cristina González, madre de un paciente del centro, aseguró que pocas son las entidades que hacen reales cambios con sus tratamientos.

"Para mi fue súper difícil enfrentar la quemadura de mi hija y más aún imaginarme lo caro que sería su tratamiento. Que este sistema sea gratuito y bueno es una bendición", comentó González.

La misma opinión entregó Yendelín Rojas, quien con limitados recurso tuvo que enfrentar la quemadura de su hijo de 14 años.

"Para mí fue angustiante pensar cómo sacaría de ésto a mi hijo. Saber que no tuve que pagar un peso y ver que está bien es impagable", comentó Rojas.

El beneficio de la gratuidad que entrega el centro tiene su origen en las diferentes ayudas que recibe, ya sea con su colecta anual, coronas de caridad, aportes de la mesada para un niño quemado, además de los convenios con los servicios de salud y empresas de transportes.

Es el caso de Turbus para los pacientes que tienen que viajar para recibir su tratamiento.

Una oportunidad abierta para todo los sectores sociales, pues según explicó la directora Valentina Cubretovic, "nadie está ajeno a una quemadura".

ENTREVISTA. Valentina Chubretovic, directora de Coaniquem:

"Es un cargo muy potente, pero estoy con energías"

E-mail Compartir

La actual directora del centro Coaniquem de Antofagasta, Valentina Chubretovic, tiene tan sólo 26 años y es su primer trabajo desde que egresó el año pasado como médico de la Universidad de Chile. La doctora relató así el desafío que significó asumir este cargo.

Estudiaste en Santiago, ¿por qué te viniste a Antofagasta?

-Mi plan inicial siempre fue venir de médico general. Mi papá vive acá por temas de trabajo, entonces lo pensé como una forma nueva de partir. Además, vengo de una familia grande. Somos ocho hermanos. Creí que era el momento de salir del nido.

¿Cómo se dio la oportunidad de llegar a la jefatura regional de Coaniquem?

-Mi inquietud por irme de Santiago, llegó a oídos del director nacional de Coaniquem, doctor Jorge Rojas, que me mencionó la idea. Y ya en enero de este año llegué a cubrir el puesto, porque no tenían médico, sólo a un cirujano que prestaba servicios y me mandaron desde Santiago. Así que partí como médico general hasta que me ofrecieron en agosto asumir el puesto de directora del centro.

¿Qué significa asumir con sólo 26 años la jefatura de Coaniquem en Antofagasta?

-Es un tremendo desafío. Si bien en la universidad te preparan muy bien para salir al mundo laboral, en este caso me tocó hacerme cargo de otros ámbitos como recursos humanos, la parte administrativa, no sólo llegar y ver al paciente. Mi labor no pasa sólo por la parte médica, sino también hacerme cargo de que todo esté funcionando de la mejor manera.

¿Cree Ud. que la falta de curriculum podría jugar en su contra?

-Yo recién me titulé el año pasado de la Universidad de Chile. Tengo sólo 26 años y este es mi primer trabajo formal. Sé que es un cargo bien potente para comenzar, pero lo tomo como una experiencia para aprender y que me servirá bastante para el futuro. Quiero aprovechar de que estoy recién saliendo al mundo laboral y tengo todas las energías de que todo salga bien. Si bien uno cuando sale viene con más ideales, creo que es una ventaja. No vengo como 'fogueada' de experiencia anteriores.

¿Por qué Coaniquem?

-En parte porque la oferta llegó a mis manos, pero además desde la Escuela de Medicina que estoy fascinada con el trabajo que hace en Coaniquem. El sector de los pacientes que sufrieron quemaduras, siempre me pareció interesante de abordar. Las curaciones, el trato que existe con los pacientes y el trabajo sicológico que también existe. Al final cómo uno ve el dolor que generó una quemadura, el resultado de un accidente. Lo único que uno puede hacer es intentar revertir esa angustia y sufrimiento que el paciente y su familia vivió.

¿Que significa ser parte de una institución que atiende en forma gratuita?

-Como médico, que su consigna es salvar vidas y ayudar a las personas, es súper reconfortante. Que de repente aparezcan los padres o la familia completa y que te den las gracias por el tratamiento o cómo dimos el servicio que pudo ayudar a su hijo es impagable.

¿Cuáles son los nuevos desafíos a meses de cumplir un año en al cargo?

-Creo que uno de los desafíos es que soy la cara de Coaniquem y buscó seguir los mismos principios de la institución.

"Uno ve el dolor que genera una quemadura . Lo único que uno puede hacer es ayudar a revertir esa angustia y sufrimiento que el paciente y la familia vivió"."