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La fascinante aventura tras la hazaña de la escampavía Yelcho

HAZAÑA. El 30 de agosto de 1916 la precaria nave chilena, comandada por el piloto Luis Pardo, realizó en la Antártica el rescate de la tripulación del Endurance, liderada por el irlandés Ernest Shackleton.
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"Hermoso, un clima perfecto, los packs de hielo eran inefablemente encantadores, flotando en una extensión tremenda dotan a la noche de una calma maravillosa", Frank Hurley, 16 de diciembre de 1914.

El 30 de agosto de 1916 se realizó la gesta del rescate de la tripulación de Sir Ernest Shackleton, que había permanecido en el continente antártico más de 590 días. La hazaña fue realizada en la precaria escampavía Yelcho que enviada por la Armada chilena, fue comandada por Luis Pardo Villalón, el mítico piloto Pardo.

La historia comienza con la Expedición Real Transantártica, iniciativa de Ernest Shackleton, marino irlandés que ya había participado en anteriores travesías y deseaba dejar su huella con una última y osada expedición: atravesar 2.900 kilómetros por Antártica, por el mar de Weddell hasta alcanzar un equipo auxiliar al otro extremo del Mar de Ross.

Shackleton, líder de la expedición, reclutó sólo a los hombres más curtidos que pudo encontrar publicando en el diario británico "The Times" el siguiente aviso: "Se necesitan hombres para viaje peligroso. Pagas bajas. Frío extremo. Largos meses en completa oscuridad. Peligro constante. Regreso dudoso. Honor y reconocimiento en caso de exito". Más de 5.000 hombres se presentaron para reclutamiento.

El "loco frank"

Entre aquellos intrépidos hombres, para el puesto de fotógrafo se presentó un joven visionario para documentar la empresa: Francis "Frank" Hurley, australiano, que ya había llevado a las masas la belleza del continente gélido en sus primeros filmes, ya que era veterano del viaje de Douglas Mawson. Este documentalista captó la atención de Shackleton por la osadía y excelente composición de sus trabajos.

La expedición Imperial Transantártica zarpó el 1 de agosto de 1914 desde la bahía de Plymouth, así, el Endurance deja Inglaterra el mismo día en el que Alemania le declara la guerra a Rusia iniciando la Primera Guerra Mundial.

Prontamente la tripulación se fija en las excentricidades de Frank. El "Loco Frank" como le decían, capturó la desventura de la travesía de una manera única. Equipado con cámaras grabadoras Debrie Parvo L de rollo de 35 milímetros y diversas cámaras Kodak, además trajo una proyectora con la que solía mostrarle a la tripulación fotografías de sus anteriores viajes a la Antártica.

Atrapados por el hielo

Las desventuras del grupo se iniciaron cuando navegaban en el mar de Weddell, ya que las condiciones eran más adversas de lo que se esperaban, lo que llevó a decidir que se pararan los motores para evaluar la situación. Esto provocó que el hielo se compactara, atrapando en sus fauces al ballenero. Aunque la tripulación hizo un titánico esfuerzo en liberarse, fue en vano.

Sin embargo, Frank no freno su impulso aventurero por la fotografía, creando tomas únicas, por ejemplo, en un día-noche.

Aunque los problemas no cesaron ya que el hielo compactó demasiado al Endurance, esto provocó que al terminar el invierno y zafarse, el buque se destruyera completamente, hundiéndose lentamente con las provisiones. Estas fueron rescatadas por la tripulación que además arriesgó la vida para salvar más de 550 negativos que el documentalista había guardado en latas de comida. Pero un nuevo dilema surgió, era demasiado el peso para llevar todos los registros, lo que obligó a Hurley a seleccionar junto a Shackleton las mejores fotografías, conservando solo 120 y dejando unos 430 negativos que volvió a soldar en latas para dejarlos atrás.

El Endurance estaba hundido, así que procedieron a retroceder, llevando a cuestas las provisiones junto con tres botes salvavidas. Así la expedición se dirigió hacia el norte, hasta que el 8 de abril el hielo sobre el que acamparon se partió quedando a la deriva. Al día siguiente usaron los botes hasta llegar a la Isla Elefante el 14 de abril.

La yelcho al rescate

Shackleton y otros seis tripulantes al sopesar la situación decidieron ir hacia las Islas Georgia del Sur, y tras cumplir este objetivo el líder de la expedición buscó desesperadamente ayuda, la que le fue negada por el Reino Unido que estaba sumido en esfuerzos bélicos. Esto no frenó al irlandés que intentó por todos los medios rescatar a su tripulación, fallando en cuatro intentos. Entonces el gobierno chileno envió la escampavía Yelcho, capitaneada por el piloto Pardo, que con gran heroísmo zarpó en un buque con una sola hélice, sin refuerzos para el hielo, carente de electricidad, varias toneladas de carbón y solo tripulado por 23 patriotas.

Hasta que el 30 de agosto el Piloto Pardo logró sortear los "packs" de hielo que amedrentaron a Shackleton y logró rescatar a los 22 tripulantes.

Así, llegaron el 3 de septiembre de 1916 a Punta Arenas, donde fueron vitoreados por toda la ciudad mientras que los buques empavesados tocaban sus sirenas. Fueron escoltados por la Armada chilena y políticos locales para codearse con la aristocracia magallánica entre el Hotel Royal y el Club Inglés. Pero la mayor celebración fue una gala realizada en los salones de la Primera Compañía de Bomberos donde se interpretaron canciones sobre Isla Elefante y bailaron con las damas locales, según el diario Inglés "The Magellan Times".

El filme

Sin embargo, Frank Hurley fue el gran ausente en las celebraciones, ya que tras llegar al austral puerto se confinó en el laboratorio del fotógrafo español radicado en Magallanes Cándido Veiga, que le brindó su estudio para revelar sus negativos, y grande fue el regocijo de Frank al darse cuenta que todos los negativos se conservaban en buenas condiciones, disponibles para la impresión y exhibición.

Con gran entusiasmo Hurley y Veiga editaron el primer filme sobre la expedición, el que luego fue exhibido durante una charla del capitán del Endurance Frank Wild en el Teatro Municipal de Punta Arenas José Bohr, proyectando el film: "In the Grip of the Polar Ice" en Chile antes que en cualquier lugar del mundo, demostrando que la inmediatez de la información tuvo un pionero: el fotógrafo y aventurero Frank Hurley.

En antofagasta

Sir Ernest Shackleton fue recibido en Antofagasta el 14 de octubre de 1916 cuando viajaba a Estados Unidos a bordo del vapor "Imperial". En la ciudad se le hizo una manifestación en su honor en el Club Inglés.Allí, el explorador expresó que las tentativas de salvamento de sus compañeros abandonados en la Isla del Elefante habrían fracasado si no es por la valentía del piloto Pardo y de la tripulación del Yelcho, según relatan los archivos de "El Mercurio de Antofagasta". Pero la polémica no estuvo exenta. en Santiago se criticaba a la Armada por no permitir que el piloto Pardo fuera homenajeado.