Jornada de Historia Regional
Una vez más un paro intentó interrumpir el normal desarrollo de las acciones ciudadanas. Respetamos y nos comprometemos a respetar las decisiones de cada grupo organizado, cuando exigen que sus aspiraciones sean cumplidas de manera justa, se efectúan con responsabilidad y con el consenso de la base. Sin embargo, loable y digna de destacar fue la actitud de los funcionarios del Museo Regional, de capitán a paje, que acataron la propuesta de adherir al paro pero, no interrumpieron lo planificado: la sostenida difusión del patrimonio regional.
Los expositores, todos, de muy buen nivel, venidos de Tocopilla, Mejillones, Taltal, más los locales, expusieron sus investigaciones pese a la paralización.
Esto habla de ética profesional y hace carne aquello de tener la camiseta bien puesta, de respeto a la planificación, de entender que desplazarse desde los distintos puntos de nuestra extensa región, no es tarea fácil, si pensamos en "las horas muertas", sobre todo, cuando a cada uno de los sujetos del mundo cultural, no los mueve el lucro. Ellos son los que están las 24 horas en ese quehacer, aquellos que no los motiva el financiamiento. Hay otros, en cambio, que al no haber remuneración, no hacen nada, lamentablemente. Esos son los ausentes en esta jornada.
El personaje más interesante sigue siendo Juan López (cuya iluminada madre, sigue sin conocerse). Pese a los años transcurridos mantiene viva y encendida la problemática: si algunos lo motejan como un verdadero huaso del sur, se insiste en que habría nacido en el viejo Copiapó. A ese grupo nortino, la mayoría no lo concibe ni como huasos ni menos sureños. Por otra parte, siguen siendo válidas las palabras del maestro Óscar Bermúdez Miral, cuando nos insiste sobre la existencia del libro Las guaneras de Mejillones, de gran valor documental pues fue hecha por la Sociedad Explotadora de Guanos de Mejillones, de la que formaba parte Juan López, fuente a la que hasta ahora no han recurrido los escritores que han tratado sobre López.
Pepe Anzúa